El gobernador de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Gustavo Melella, salió a responder al polémico exabrupto de la canciller Diana Mondino, que había dicho que “Nosotros somos los legítimos dueños (de las Islas Malvinas) y ellos son inquilinos y algunos pensarán que son okupas”.
Desde la red social X, el mandatario fueguino salió categóricamente al cruce de la funcionaria del gobierno de Javier Milei y aclaró que el Reino Unido es «usurpador, saqueador y colonialista».
La contestación de Melella
Dado algunos comentarios erróneos por parte de autoridades nacionales, es fundamental recordar que el Estado que usurpó nuestras Islas Malvinas en 1833 no es un mero «inquilino», sino, por el contrario, un usurpador, saqueador y colonialista.
Los actuales habitantes de las Islas son el producto de 191 años de políticas coloniales británicas que tienen como vicio de origen el ilegal uso de la fuerza y que son continuadas mediante un férreo control desde Londres.
Se trata de una población implantada y no un pueblo sujeto a la libre determinación, tal y como lo confirman las resoluciones de la ONU.
Asimismo, cabe recordar que las legítimas autoridades de las Islas Malvinas somos las autoridades de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, y que toda acción en las Islas Malvinas ya es una acción en la Argentina. Las Islas Malvinas ES Argentina.
En ese sentido, cabe destacar que el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, no solo viola nuestra integridad territorial, sino también el Derecho Internacional y su obligación de poner fin al colonialismo en todas sus formas y manifestaciones.
Compartimos, junto a todo el pueblo argentino, el pleno mandato de nuestra Constitución Nacional y seguiremos abogando -espero que de forma conjunta- por la recuperación del ejercicio pleno de la soberanía sobre nuestros territorios por la vía pacífica, pero no avalaremos ninguna acción que morigere la responsabilidad internacional de la potencia que ocupa y amenaza a nuestra provincia.
Manifestamos nuevamente nuestro interés de coordinar políticas en conjunto para la defensa de nuestros derechos, pero no seremos testigos ni cómplices de acciones que puedan poner en peligro nuestros derechos sobre la Cuestión Malvinas.