A partir de hoy y hasta mañana el cuerpo electoral de las Islas Malvinas irá a las urnas para elegir los ocho miembros de la Asamblea Legislativa, que en los hechos es el gobierno autónomo del Territorio Británico de Ultramar. Mañana por la noche ya se sabrá quiénes integrarán el nuevo cuerpo legislativo por los próximos cuatro años.
MALVINAS.- Según informó la agencia Mercopress, de acuerdo al Registro Electoral, y en base a las dos circunscripciones en que están divididas las Malvinas la ciudad capital y el Campo, están habilitados para votar 1.356 y 254 electores respectivamente. Y si bien votar no es obligatorio, vale decir que a los isleños les encanta ejercer su derecho democrático.
La campaña electoral ha sido breve pero los debates y presentaciones intensos, no solo de forma tradicional sino también por intermedio de las redes sociales, que al igual que en la mayoría de países democráticos se ha convertido en un poderoso mecanismo de expresión e intercambio de opiniones.
En una columna publicada por el periodista y escritor Ernesto Picco, en estas elecciones los isleños se debaten entre un cambio cultural y lo que consideran su herencia. Hoy, solo un 47% de la población es nativa. Y de las quince personas que se presentan para ocupar las ocho bancas de la Asamblea Legislativa, diez han nacido en las islas y cinco vienen de afuera. Son los únicos políticos de las islas elegidos por voto, cada cuatro años, en una comunidad donde no existen partidos políticos. La vida cotidiana de una población que no comprende la idea de unas Malvinas argentinas.
Es que en las islas sólo un 47% de la población es nativa. Un 26% viene de Reino Unido, y hay una cuarta parte de la población compuesta por inmigrantes de más de cuarenta países, entre los que son mayoría los que han llegado de Chile, Filipinas, Zimbabue y la Isla de Santa Helena. La política isleña ha sido, en los últimos años, alentar la inmigración para sumar fuerza de trabajo en un territorio donde sobra el dinero y los proyectos de desarrollo, pero falta mano de obra.
Existen otras posiciones sobre la inmigración entre quienes presentan sus candidaturas
Quince postulantes, a título personal y sin partido político – que no existen en las islas – se disputarán las ocho bancas que componen la Asamblea Legislativa, el órgano de gobierno que define, entre otras cosas, el presupuesto y las políticas públicas locales.
De las quince personas que se presentan para ocupar las ocho bancas de la Asamblea Legislativa, diez han nacido en las islas y cinco vienen de fuera. Cuatro de ellos, de Inglaterra: John Birmingham, un exmiembro de la marina mercante nacido en Manchester que se instaló a trabajar como granjero en 1974; Roger Spink, un contador que llegó en 1986 a trabajar en la Falkland Island Company y terminó siendo su director entre 2001 y 2016; los militares Chirs Locke, veterano de la guerra del 82, y Gary Webb, que llegó con los Royal Engineers en el 87 para trabajar en la reconstrucción de las islas y luego se quedó a integrar la fuerza de policía local. Leona Roberts, actual integrante de la Asamblea que va por la reelección y ha sido la fundadora del Museo de las Islas, es nacida en Punta Arenas, Chile.
Entre la muy singular lista de postulantes que han nacido en las islas, además de la geóloga Ema Brook y la ejecutiva Ana Crowie, hay gente de distintas edades y profesiones. Teslyn Barkman y Stacy Bragger se dedican al periodismo y son parte de la generación nacida después de la guerra. Gavin Short, de 59, es una de las voces más influyentes de la radio local y trabaja también en el aeropuerto; nacionalista acérrimo, se reconoce “de origen obrero” y ya integró la Asamblea en otros períodos. Ian Hansen es un antiguo campesino orejón y de manos enormes, devenido en gran terrateniente de Hill Cove, que ahora usa traje y vive en la isla Este. Mark Pollard es un cuarentón amigable, experto en telecomunicaciones. Peter Biggs es un veterano fibroso de pelo blanco, que usa camisas slim fit y habla pausado; se retiró como jefe de las Fuerzas de Defensa de las Islas, los soldados locales que no pertenecen a la base militar de la OTAN. Zane Hirlte es un empleado asistente de bajo rango en la Dirección de Educación. June Besley-Clark es la administradora del Dolphin, un hospedaje para turistas, que hoy tiene el pelo blanco pero alguna vez lo llevó teñido con los colores de la bandera británica: siempre se presenta para las elecciones pero aún no ha ganado. Spink, Roberts, Barkman, Bragger, Hansen y Pollard, son miembros de la Asamblea desde 2013 y aspiran a la reelección.
Los ocho MLA (sigla en inglés para los miembros de la Asamblea Legislativa) son los únicos políticos de las islas elegidos por voto, cada cuatro años. Para presentar la candidatura sólo hace falta un par de decenas de firmas de respaldo y escribir un manifiesto de formato libre con ideas y propuestas, que es publicado en las páginas del Penguin News, la web de la Cámara de Comercio y que luego debe leerse en persona en la radio. Hay también algunas entrevistas en profundidad del canal de televisión local, que pueden verse en Youtube, o algunas breves encuestas temáticas que pueden verse en Facebook. La campaña dura apenas un mes.
Los principales reclamos populares hoy son por el excesivo presupuesto destinado a la construcción de un nuevo puerto; por monopolio de Sure, una empresa de Bahrein que es la única que brinda internet a un precio caro y con servicio deficiente; y las protestas del movimiento Salmon Free Falklands, que intenta impedir el inicio de la cría de salmón a cielo abierto –un negocio millonario proyectado por la empresa Unity Marine– porque denuncian que tendrá un gravísimo impacto ambiental.