Ricardo Enrique Bochini, símbolo máximo de la historia de Independiente e ídolo de Diego Armando Maradona, cumplió ayer 70 años, en una vida que está marcada por su talento futbolístico que le dio la posibilidad de ser multicampeón, y lo colocó entre los mejores de la historia del deporte nacional y mundial.
BUENOS AIRES (NA).- Bochini nació en Zárate, al nordeste de la provincia de Buenos Aires, el lunes 25 de enero de 1954. Debutó en Primera División a los 18 años, el 25 de junio 1972, en un encuentro con River, por el torneo Metropolitano: el “Rojo” perdió 1-0.
En el único equipo en el que jugó toda su carrera obtuvo 14 títulos: cinco Copas Libertadores (1972, 1973, 1974, 1975 y 1984), dos Intercontinentales (1973 y 1984), tres Interamericanas (1973, 1974 y 1976) y cuatro campeonatos nacionales (1977, 1978, 1983 y 1989).
En el cuadro de Avellaneda disputó 714 partidos (el jugador con más presencias en la historia del club) y convirtió 106 tantos. Además, con la Selección argentina conquistó la Copa del Mundo en México 1986.
En 1991, Bochini tuvo que colgar los botines por una lesión.
Siempre ligado a Independiente, desde 1970 hacia la actualidad, el exenganche ganó también el corazón de los hinchas del “Rey de Copas”, que pidieron y lograron, luego de varios años, que el estadio Libertadores de América lo incluya en su nombre.
“Hace 70 años, en Zárate, nacía Ricardo Enrique Bochini. El Bocha. El Maestro. Para toda la alegría de la gente, eligió jugar a la pelota. Siempre para #Independiente. Hoy es la Navidad del Rey de Copas ¡Salud, @BochiniOficial! Te amamos toda la vida”, expresó la cuenta de Independiente junto a una imagen de su ídolo en diferentes etapas de su vida.
Idolo de Maradona
Si hay algo que puede ostentar Bochini, y no puede hacerlo cualquier otro jugador del mundo, es ser ídolo del ídolo. Suena raro, pero es real y correcto: el “Maestro”, como es conocido el nacido en Zárate, fue el referente de Diego Armando Maradona, el emblema de todos.
Si bien las muestras de afectos fueron recíprocas con el correr de los años, con un sinfín de frases que quedaron grabadas en el deporte nacional como la famosa frase con la que “Pelusa” lo recibió a Bochini en la semifinal ante Bélgica en el Mundial de 1986: “Pase Maestro, lo estábamos esperando”.
El último gran recuerdo que le dejaron ambos protagonistas al fútbol argentino se dio el 22 de febrero de 2020, cuando Maradona, entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata en ese momento, tuvo un emotivo reconocimiento en el estadio Libertadores de América, antes del partido que su equipo jugó con Independiente, por la vigesimoprimera fecha de la Superliga.
El plantel de Gimnasia arribó a las 18:30 al estadio y en la puerta del vestuario visitante el astro argentino fue recibido por Bochini, Ricardo Pavoni, Daniel Bertoni, Miguel Ángel Santoro y el entonces presidente de Independiente, Hugo Moyano.
Allí recibió una plaqueta, un cuadro y una fotografía donde aparece junto a Bochini, una camiseta de Independiente con su nombre y una pintura con su rostro.
Ya en el campo de juego, Maradona ingresó con Bochini y juntos caminaron entre las copas que posee Independiente y que fueron exhibidas para la ocasión, acompañadas de un cuadro con la camiseta 10 de Independiente a su nombre y una bandera detrás con la leyenda “Bienvenido Diego”.
Los ídolos fueron recibidos por las otras glorias de Independiente y Maradona agradeció al club de Avellaneda “por este gran gesto”, calificó al máximo referente de Independiente como “el más grande del mundo” y pidió que el estadio “se llame Enrique Bochini”.
Ayer también se recordaron los 46 años del título del Campeonato Nacional 1977, cuando en estadio del Barrio Jardín Independiente –con 3 jugadores menos, por sendas expulsiones de Omar Larrosa, Rubén Galván y Enzo Trossero- igualó 2-2 con Talleres de Córdoba (el Bocha anotó el definitivo empate), y beneficiándose con la novedosa regla del gol de visitante (en Avellaneda igualaron a 1) dio una vuelta olímpica épica e inolvidable.