La monoboya ubicada en San Sebastián quedó nuevamente operativa luego de concluir un trabajo que demandó alrededor de 40 días. Detalles de lo realizado por buzos especializados que llegaron de distintos puntos del país.
RIO GRANDE.- Tras una importante maniobra submarina que demandó 40 días se logró poner en condiciones la instalación marítima y las mangueras de la monoboya ubicada en San Sebastián, la que permite cargar grandes buques para el transporte de petróleo crudo; la cual había quedado inutilizada en octubre del año pasado.
La tarea culminó exitosamente y consistió en preparativos que se desplegaron desde la segunda quincena de junio y hasta la última semana de julio.
El trabajo en sí era poner en marcha la monoboya del cargadero San Sebastián, perteneciente a la operadora YPF, para lo cual se tuvo que instalar un spool y válvulas nuevas, y junto con ello conectar mangueras submarinas, en una labor que fue realizada en 40 días con 76 buceos realizados por 25 buzos, más la tripulación del barco Normand Commander, que trabaja para YPF.
En las tareas se desempeñaron afiliados al Sindicato de Petroleros Jerárquicos de la Patagonia Austral, que conduce José Dante Llugdar. Ellos fueron el delegado Claudio Funes, el supervisor Marcelo Alburquerque y Leonardo Carcía; todos de la empresa Möhn Drilling
Alburquerque indicó que las condiciones para trabajar no eran muy favorables en lo que respecta al clima, aunque tuvieron buen tiempo en lo que respecta al viento y al mar. “Realmente pasamos mucho frío en el sentido que nuestro lugar de trabajo está totalmente a la intemperie, pero pudimos llevarlo adelante con éxito”.
El Supervisor indicó que la monoboya “estaba parada desde el año pasado -en el mes de octubre- por un desperfecto en una de sus cadenas. Desde entonces hasta ahora se iniciaron todos los trabajos pendientes para ponerla en servicio, lo que por el tema de la pandemia se fue retrasando”.
Por decisión del Gobierno de la provincia, como de la operadora YPF, hubo acuerdo en repararla a pesar de la crisis sanitaria. Ahora quedan completar unos detalles menores de mantenimiento para que se pueda enviar el crudo a los barcos petroleros que llegan a la Isla.
Alburquerque señaló que con la monoboya funcionando “muchos compañeros que están en tierra volverán al trabajo, como el caso de aquellos que se dedican al amarre del buque tanque”, quienes recibieron con mucha satisfacción que la tarea de refuncionalización se completó de manera exitosa, a pesar de la ola polar que se vivió durante gran parte de junio y julio.
Algunos detalles
Sobre las características de los trabajos realizados, el supervisor Marcelo Alburquerque contó que trabajaron en doble turno (once buzos en cada uno) buceando las cuatro mareas con profundidades de 18 metros hasta 26 metros, aproximadamente.
“El tiempo nos acompañó y pudimos darle un impulso importante durante las primeras tres semanas. Tuvimos muy pocas cancelaciones de buceo por esa causa, no más de cuatro en los 40 días. Estuvimos trabajando a full”, dijo muy conforme el profesional marplatense, quien se desempeña en la empresa desde hace 20 años.
“La operación realizada es la primera hecha en el barco nuevo de YPF y el sistema era a estrenar, prácticamente, o sea que nos encontramos con todo nuevo; pero gracias al profesionalismo de cada uno de nosotros pudimos integrarnos rápidamente luego de una semana de pruebas y recién luego comenzamos a efectuar el trabajo”, expresó Alburquerque.
El Supervisor valoró lo correcto del trabajo conjunto entre la Dirección de la compañía para la que trabaja, como la de Normand Commander Bahía Grande, resaltando que no se registraron accidentes en su operación después de 76 buceos. “Eso es lo que nos llena de satisfacción”, sostuvo.
Finalmente, manifestó que “esta campaña fue la más larga que hicimos. Hace mucho que no hacíamos una tan extensa, ya que estuvimos diez días en Buenos Aires por el tema del coronavirus, más los 40 días embarcados y ahora nos volvemos cada uno a su lugar de origen, la tripulación del barco más 24 buzos. Hay gente de Misiones, Córdoba, Mendoza, Rosario, Mar del Plata y Bahía Blanca, todos contentos de volver a sus hogares”.
Bajo el agua
Claudio Funes se refirió a los trabajos subacuáticos ejecutados en San Sebastián, detallando que en la previa hubo ejercicios de rescate y una puesta a punto de los equipos de buceo antes de comenzar con la operación en sí, que incluyó apriete y torque de mangueras submarinas (luego configuradas para las diferentes mareas).
Los trabajos se realizaron mayormente sin visibilidad bajo el agua. Estos fueron: Pruebas hidráulicas, armado de tramos, colocación de juntas en válvulas inferiores, bulones y su posterior apriete manual y luego el torqueado correspondiente.
También se realizaron medición de ángulos de las cadenas y la utilización de herramientas neumáticas para apriete inicial, todas actividades que fueron seguidas atentamente mediante el monitor con la configuración del PLEM y cañería, y controles de buceo.