Invasión de avispas parasitoides en EE.UU. ¿Cómo llegaron desde Europa?

Se encontraron al menos dos poblaciones diferentes en costas opuestas de Norteamérica, y no se sabe cómo llegaron.

Hay todo tipo de crueles parásitos por allí, y todo el tiempo se descubren más. La ciencia acaba de encontrar varias especies invasivas de avispas parasitoides que llegaron a EE.UU.

El descubrimiento de los investigadores de la Universidad de Binghamton y la Universidad de Iowa representa la primera vez que se detecta la presencia de dos especies de avispas parasitoides estrechamente relacionadas que solo se encontraban en Europa. De todos modos, no hay que asustarse porque estas avispas solo parasitan a otras avispas.

Avispa mata a avispa
Los investigadores tenían interés en el estudio de la avispa gallarita, que invade los robles y pone allí sus huevos. Al hacerlo, genera brotes o “verrugas” en el árbol. El huevo madura dentro de esa protuberancia, que sirve de alimento y protección.

En ocasiones, los parásitos de la naturaleza también pueden ser atacados por otros parásitos. Es lo que sucede con la avispa gallarita, que puede ser presa de otras avispas parasitoides o hiperparásitos. En última instancia, estos segundos parásitos acaban con la vida del primero y las avispas que atacan a la avispa gallarita perforan el “brote verruga” donde están los huevos y ponen los propios, que devoran a las larvas que se estaban desarrollando.

Los investigadores querían conocer más sobre la diversidad de la avispa del roble o gallarita y los parásitos que la afectan, por lo que recolectaron muestras de cortezas de roble con huevos de avispas en las costas de EE.UU., en la Columbia Británica, Canadá, y Florida. Se ocuparon también de las avispas parasitoides que hallaron.

Identificaron más de 100 especies diferentes de avispas parasitoides. Sin embargo, dos de ellas jamás se habían detectado en EE.UU. hasta ahora. Y además, aparecieron en extremos o puestos de América del Norte.

Las nuevas avispas pertenecen técnicamente a la misma especie, Bootanomyia dorsalis. Sin embargo, los datos genéticos previos obtenidos en Europa sugieren que hay al menos dos subgrupos de estas avispas, lo suficientemente diferentes como para considerarlas especies distintas. Uno de estos grupos, B. dorsalis sp. 1, solo aparecía en Nueva York en tanto que el otro, B. dorsalis sp. 2, apareció a lo largo de la costa oeste en diferentes lugares.

Los hallazgos se publicaron en julio en Journal of Hymenoptera Research.

Misterios a resolver
En la ciencia, un descubrimiento suele dar lugar a muchas preguntas más. Es lo que sucede en este caso.

Ante todo, no se sabe exactamente cómo llegaron las avispas a América del norte. Tal vez, en alguna especie de roble que no es nativo, y que podría haberse traído ya en el siglo 17. Pero como las avispas adultas solo viven aproximadamente un mes, es probable también que hayan llegado en algún vuelo internacional, según suponen los investigadores.

Las avispas de la costa oeste eran genéticamente similares, lo que podría significar que inicialmente solo llegó una población reducida. Pero las de la costa este eran más diversas, por lo que tal vez hayan llegado en distintos momentos.

Otra de las preguntas importantes es si estas avispas pueden representar un riesgo importante a la población de avispas del roble, o a los ecosistemas en los que habitan.

“Encontramos que pueden parasitar varias especies de avispa del roble y que se pueden propagar, porque sabemos que la población del oeste tiene que haberse propagado a través de varias regiones y especies a partir de una ubicación inicial”, dijo Kirsten Prior, autora del trabajo y bióloga a cargo del Centro de Cambios Ambientales Globales Naturales de Binghamton, en declaraciones publicadas por la universidad.

Prior y su equipo recién comienzan con esta investigación. Solo acaban de raspar la superficie del mundo de estos parásitos. Hay pocos grupos de investigadores que pueden rastrear de manera confiable la distribución y movimientos de estos tipos de avispas parasitoides, por lo que probablemente haya muchas más especies invasivas y nuevas esperando que se las descubra.

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