Hubo un principio de acuerdo y trabajadores de Caleta liberaron Ruta 3

Luego de que unos 200 trabajadores de cooperativas y planes sociales que dependen de la municipalidad, mantuvieran por 35 horas todos los accesos bloqueados a la ciudad del Gorosito, el intendente de la localidad se comprometió a abonar el viernes los sueldos adeudados de febrero.

EL PATAGONICO.- Ayer al mediodía, mientras miles de camiones y cientos de colectivos permanecían inmovilizados por el piquete más duro que recuerde la historia de Caleta Olivia, el intendente Facundo Prades fue insultado y posteriormente agredido por trabajadores de cooperativas cuando les dijo que la comuna no disponía de fondos para pagarles las prestaciones de servicios y sólo podría ofrecerles ayuda social.

Sin embargo, cerca de las 22 horas, cambió de parecer y anunció que el viernes le estará abonando los haberes del mes vencido. Además, dijo que el porcentaje restante pendiente de pago de los haberes de los empleados municipales serán abonados entre el lunes o martes. La única condición fue que levanten el piquete y cerca de la medianoche, tras una asamblea, decidieron despejar la ruta.

INSULTOS Y PIEDRAZOS

En medio del clima de hostilidad, sobre el mediodía Prades trató de explicar a los trabajadores de cooperativas y de planes sociales, que en esos momentos no superaban los 200, la imposibilidad de pagarles a la brevedad las prestaciones que se les adeudan del mes de febrero (y ya se vencen las de marzo) porque no se disponían de fondos suficientes ya que el Gobierno provincial no envía las partidas para hacer frente a este tipo de compromisos.

Para colmo, el paro de los municipales de planta permanente, a los que se les adeuda el 17% de los sueldos de febrero, dejó inactivo el sector de Rentas y por lo tanto tampoco hay recursos propios.

El intendente trató de calmar los ánimos diciendo que como medida paliativa, les podría ayudar con alimentos e incluso hablar con los propietarios de los inmuebles que alquilan para que contemplen cada situación.

Esto exasperó al grupo de manifestantes que lo abuchearon y lo insultaron, gritándole incluso frase irónicas de contenido político como “esto es el Cambio que nos prometiste” en clara alusión que él ganó las elecciones insertando su nombre en las boletas de sectores que adhirieron a la coalición Cambiemos de Mauricio Macri.
El intendente Facundo Prades solo ofreció ayuda social a los trabajadores de cooperativas y planes sociales. Las discusiones subieron de tono y lo insultaron.

“Atorrante”, “sinvergüenza” y “mentiroso” fueron algunas de las lacerantes acusaciones, pero además una mujer se acercó con su pequeño hijo para enrostrarle que no tenía dinero para darle de comer.

Otra joven que es una de las principales voceras del grupo, Fabiola Chávez, le propuso que al menos pagara la prestaciones a la gente que estaban en el piquete (alrededor de 200 de un total 3.000 de cooperativas y planes sociales), pero la respuesta fue la misma: no hay fondos.

A partir de ese momento el intercambio de posturas se hizo confuso y Prades decidió retirarse del lugar, flanqueado por sus colaboradores, mientras recibía fuertes insultos de los manifestantes.

Caminó unos 50 metros hasta un auto que lo esperaba en la mano de la avenida República, pero fue seguido por no más de diez manifestantes entre ellos varias mujeres que golpearon el auto a puñetazos.

El jefe comunal descendió, como si quisiera reparar la situación, y alguien lo empujó por lo cual sus colaboradores rápidamente le ordenaron que volviera a subir a auto y fue en ese momento en que comenzaron a arrojarle piedras al vehículo que se alejó raudamente del lugar.

Más tarde, en la rotonda se hicieron presentes parte de los dirigentes y afiliados de ATE y ADOSAC, quienes transmitieron su solidaridad a los cooperativistas y cerca de las 22 horas llegó la solución parcial por parte del intendente.

En las avenidas y calles céntricas de Caleta Olivia, permanecían inmovilizados cientos y cientos de camiones y colectivos
En las avenidas y calles céntricas de Caleta Olivia, permanecían inmovilizados cientos y cientos de camiones y colectivos