Con 30 años y un esfuerzo constante, Facundo Comino se graduó como Ingeniero Industrial en la Facultad Regional Tierra del Fuego de la UTN de Río Grande. En un recorrido marcado por el apoyo de su familia y amigos, el flamante profesional aseguró que la clave está en no rendirse y mantener siempre la convicción de que estudiar es un camino para todos.
RIO GRANDE.- Facundo Comino, a sus 30 años, se convirtió en el flamante egresado de Ingeniería Industrial de la Facultad Regional Tierra del Fuego de la Universidad Tecnológica Nacional (FRTDF-UTN). Nacido en esta ciudad, Facundo cursó la primaria en la Escuela N°2 y la secundaria en el Colegio Provincial de Educación Tecnológica (Cpet), lo que le dio una base sólida para su posterior formación universitaria. Su decisión de estudiar Ingeniería Industrial fue un proceso paulatino en el que la carrera lo fue «atrapando» con el tiempo.
Para su tesis final, Facundo eligió un tema relevante y local que fue un trabajo basado en la empresa EcoSol, ubicada en la calle Yrigoyen. Esta firma se dedica a la fabricación de preformas de poliestireno expandido, conocido popularmente como telgopor. Comino le explicó a Prensa Universitaria que, junto a sus compañeros, detectaron “muchas oportunidades de mejoras” en el proceso productivo de la empresa, lo que les ofreció una excelente oportunidad para aplicar todos los conocimientos adquiridos a lo largo de su formación.
El proyecto fue evaluado y aprobado por una prestigiosa mesa examinadora conformada por los ingenieros Hugo Bonifacini, Javier Alfarano y Francisco Álvarez, además de la licenciada Estela Acosta.
Más allá del logro académico, Facundo enfatizó que su graduación fue un «proyecto de todos». En sus palabras, el título tiene «un pedacito de cada uno» de quienes lo acompañaron en el camino. Mencionó de manera especial a su compañero Guillermo Harnisch, quien le brindó un apoyo fundamental en los inicios de la carrera. Además, destacó el acompañamiento incondicional de su familia. Su padre Carlos Comino, su madre Sandra Oller, su hermana Xiomara y su hermano Lehuen. En su rol de «hijo del medio», Facundo subrayó que el apoyo familiar fue clave para no «bajar los brazos» en los momentos difíciles.
Comino concluyó con una reflexión sobre la naturaleza del estudio y el esfuerzo. «Esto es más perseverancia que ser inteligente». Con esta frase, buscó motivar a otros potenciales estudiantes, asegurando que «todos somos capaces de lograr lo que queramos» si se está dispuesto a hacer sacrificios y a perseverar a pesar de los obstáculos.
Su historia es un claro ejemplo de que, con el apoyo correcto y unas grandes dosis de constancia suficientes, los sueños pueden hacerse realidad.