El secretario general de la UOCRA en Tierra del Fuego, Julio Ramírez, manifestó su preocupación por la crítica situación laboral que atraviesa el sector de la construcción en la provincia, especialmente en el contexto de recesión y parálisis de la obra pública. En diálogo con Aire Libre FM, el dirigente gremial no ocultó su desazón: “Nunca pensamos que iba a pasar esto”, expresó.
Según Ramírez, la situación actual es mucho más difícil que en años anteriores: “Nosotros en la vida invernal estamos acostumbrados, que el gobierno siempre le da una ayuda, la gente alguna changuita siempre tenía, y sobrevivía hasta que venga otra vez la temporada. Ahora, este tiempo de que tenemos el nuevo gobierno, viene la vida invernal y estamos peor que estábamos antes. Obras públicas no va a haber, ni tenemos esperanza cuando termine esta vida invernal, no tenemos esperanza de que haya trabajo, así que estamos en situación crítica”.
La paralización de la obra pública es total, sostuvo, y se traduce en cientos de trabajadores desocupados. “Directamente lo que es obra pública está todo parado, no tenemos nada, algunas cositas, pero muy leves. Acá en Río Grande tenemos dos obras en Total, con dos empresas, más o menos con 100 compañeros. Lo único que estamos manteniendo es eso. Después, la gente que trabajaba en el pueblo, en obras públicas, en obras particulares, está toda parada. No hay ninguna obra que esté en marcha, menos ahora en la vida invernal”, detalló.
Además, remarcó que la incertidumbre es aún mayor tras las declaraciones del presidente Javier Milei. “El Presidente dijo la otra vez, que obra pública no va a hacer, así que cuando empiece la temporada, esperanza ni una, ya lo dijo el presidente”. En cuanto a la construcción privada, también afirmó que está prácticamente detenida: “Se estaban haciendo algunos edificios, pero está todo parado ahora. Ustedes mismos pueden ver que pasan por las obras, las grandes obras, digamos, de algún edificio, eso está todo parado. Por la costanera tenemos obras de dos, tres pisos y está todo parado, no tenemos gente”.
En ese marco, Ramírez comentó que el gremio está recibiendo una ayuda mínima: “Estamos recibiendo una ayuda de gobierno, gracias a Dios, que no es mucho, pero algo es algo, de 65.000 pesos. Es nada, pero bueno, dos kilos de milanesa, qué sé yo, o tres kilos, pero la gente con una ayudita de esa y algo que pueda hacer, si cae nieve van a limpiar veredas, algo van a hacer, pero mucha gente se está yendo porque no tiene recursos como para seguir viviendo acá en el invierno”.
También se refirió a la frustrada obra del puerto, que generaba expectativas de empleo: “Nosotros contentos pensando que esa obra se iba a hacer y vamos a tener bastante trabajo, y bueno, se fueron en promesa, se quedó todo callado, nadie dice nada, nadie dice más nada”. Como única posibilidad concreta a corto plazo, mencionó una obra en el aeropuerto de Río Grande: “Estamos esperando ahora, recién en enero o febrero, una obra que va a haber en el aeropuerto por tres meses. Esperemos ahí tener unos 50 compañeros”.
Por otro lado, el dirigente recordó que hace meses mantuvo contacto con una empresa local, pero no hubo novedades: “Hablé con el ingeniero de Mirgor que estaba a cargo, la última vez hace como 6, 7 meses atrás, que me dijo en marzo vamos a arrancar, pero después nunca más lo vi, nunca más hablé”.
Finalmente, ante la consulta sobre la reactivación del acuerdo con la empresa Tierra del Fuego Energía y Química, Ramírez se mostró esperanzado: “Es una nueva esperanza que podemos tener. Yo le tengo mucha fe a los chinos, que si les dan lugar, los chinos vienen. No hicieron la petroquímica, no porque no quisieron, sino por las trabas que hubo en un momento de un gobierno de Tierra del Fuego. Llevaron todo a Chile y se tuvieron que ir. Ahora por ahí vuelven a la carga, y yo creo que si le dan lugar y hacen los papeles como tienen que ser, esa obra se va a hacer”.
Sin embargo, advirtió que el presente sigue siendo complejo: “Por ahora es todo difícil y estamos cada vez peor”.