Escapada de película: 4 estancias que fueron locaciones de filmes o de sucesos históricos del país

Una selección de cuatro antiguas estancias con historias, arquitectura y sede de películas o sucesos relevantes en la provincia de Buenos Aires.

Por Diego Jemio.- Un pueblo. Un casco de estancia. Y un enclave productivo. Esa lógica se reproducía en decenas de pueblos de la provincia de Buenos Aires. Con el tiempo, muchas de esas viejas casonas se convirtieron en emprendimientos turísticos para visitas, a pocas horas de la ciudad de Buenos Aires.

Algunas, además, agregan un extra: cuentan historias de antaño por su arquitectura o por haber sido locación de películas o sucesos relevantes de nuestro país. Si estás planeando una escapada, acá va una selección de cuatro antiguas estancias con historia en la provincia de Buenos Aires.

Estancia Estrella Federal (Ramallo)

Ubicada a 200 kilómetros de Capital, tiene una ubicación privilegiada sobre la barranca del Río Paraná y una casona criolla de 1841, con cinco habitaciones, baños con jacuzzi y mucho confort. Quizás el punto más destacado del lugar no está en esa construcción sino en los jardines, que son un lujo. El parque, de unas 30 hectáreas, fue diseñado por Carlos Thays, el paisajista francés que diseño el Parque Centenario, Parque Lezama y el Parque 3 de Febrero, entre muchos otros del país. El lugar es una delicia, con sus avenidas llenas de tipas, jacarandáes, araucarias, coníferas y arbustos. En la estancia, que brinda alojamiento y gastronomía criolla, se pueden hacer paseos a caballo, excursiones de avistaje de aves, caminatas, paseos en carruajes antiguos y pescar desde el muelle.

La Bamba (Areco)

Quien visite esta estancia puede sentir que alguna vez estuvo en el lugar, a 120 kilómetros de Buenos Aires. La familiaridad tiene cierta lógica porque sirvió de locación para varias películas, entre ellas la mítica “Camila”, de María Luisa Bemberg, que fue nominada al Oscar en 1984. Pero esa no es toda su historia. El origen se remonta al año 1830, cuando el lugar era una de las postas en el “Camino Real”; es decir, el paso de conexión entre Buenos Aires y el Alto Perú. La mansión en torno al patio principal, un callejón bellísimo de plátanos centenarios y el grandioso parque son los atractivos de la casona colonial, que ofrece suites distribuidas en tres edificios, sala de billar y servicio de spa.

Estancia Villa María (Máximo Paz)

Una estancia con 16 habitaciones y un salón de usos múltiples para más de 200 personas, además de una cava de vinos centenaria, hacen del lugar una experiencia de lujo. Además de la arquitectura de galerías y terrazas bellísimas, la estancia tiene un majestuoso parque con diseño de Benito Carrasco, quien fue discípulo de Carlos Thays. Tiene más de 300 especies de árboles para disfrutar en caminatas por el lugar, que también se convirtió en un emprendimiento inmobiliario. El visitante puede hacer clases de polo, paseos en carruaje y en verano disfrutar de la pileta al aire libre.

La Fortuna (Salto)

Para visitar un auténtico palacio francés no es necesario tomarse ningún avión. A sólo 200 kilómetros de la Capital, en Salto, La Fortuna muestra un diseño exquisito del arquitecto -francés por supuesto- Le Bergere. La estancia fue fundada en 1873 y la casa principal es de 1902. El ingreso sorprende con una escalera de mármol y una casa de tres pisos -se pueden alojar hasta 16 personas-, con un estilo original pero que no deja de tener las comodidades de la modernidad. Entre las actividades que se pueden hacer, se destacan los paseos en bicicleta, el trekking y los paseos en carruajes o en un auto antiguo. Cerca de la estancia también se puede jugar al golf.

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