Este hombre logró ganarse un nombre durante el conflicto cuando arriesgó su vida en un ataque en solitario en la Bahía de San Carlos.
El 2 de abril se cumplieron 43 años del inicio de la Guerra de Malvinas, un conflicto bélico que enfrentó a la Argentina con Reino Unido en reclamo legítimo de la soberanía sobre las islas. Una herida que no sana, pero que es necesaria recordar para generaciones futuras.
Se ha dicho mucho sobre aquella guerra, algunos episodios son más bien conocidos y otros van ganando fama con el tiempo y destacando a héroes con su nombre y apellido. Este último fue el caso de Owen Crippa.
Crippa y su avión, un Aermacchi MB 339 4 A 115, atacó en solitario a la flota inglesa, logrando una hazaña pocas veces vista. Años después lograría otro hito para ponerlo en la historia grande.
Soldados argentinos en Malvinas
Owen Crippa, el piloto héroe
El avión con el cual el piloto logró lo que parecía imposible, perteneció a la Primera Escuadrilla Aeronaval de Ataque y tenía su base en el aeropuerto de Puerto Argentino. Todo ocurrió a primera hora del 21 de mayo de 1982, ese día el Teniente de Navío Owen Crippa fue enviado a las cercanías del Estrecho de San Carlos con el objetivo de comprobar si estaba aconteciendo un desembarco de fuerzas enemigas. El otro avión que debía acompañarlo no había podido despegar porque tenía una rueda en mal estado, así que lo hizo solo.
Al llegar, el panorama no podía ser peor: habían dos destructores ingleses estacionados, otro unos kilómetros más adelante y, en la boca de la bahía, un helicóptero. Pero la valentía de Crippa pudo más y decidió abrir fuego:
“Si escapaba como llegué, me bajaban como a una paloma. Así que opté por pasar entre ellos, muy bajo, lo que les dificultaba tirarme sin pegarse ellos mismos. Me pego al mar y paso haciendo zig zag entre las antenas de los barcos"
En su relato, explicó: «Esquivé buques, helicópteros… Casi choco contra dos. Veo que me tiran un misil, bajo potencia, lo esquivo y al llegar a la bahía tomo altura”. Así logró trazar un croquis de cómo se encolumnaban los buques ingleses y contarlos: 16. Linformación de Crippa determinó siendo clave para que la flota inglesa pudiera ser atacada más tarde por aviones de mayor porte.
¿Qué pasó con el avión del piloto héroe?
Luego de la guerra, el avión Aermacchi fue adquirido por una persona de Estados Unidos y quedó ahí. Tras un largo proceso de negociación, Crippa y otros héroes de Malvinas, pudo comprarlo. 3 años le llevaron los trámites de logística, despacho y aduanas para que el avión ingrese nuevamente a territorio argentino. Hoy reposa en Sunchales, provincia de Santa Fe.
Una vez restaurado, el plan es exhibirlo en un museo interactivo en Sunchales. La galería ofrecerá una experiencia educativa y cultural para nutrir la memoria histórica de futuras generaciones.
Ni Perú ni Uruguay: los otros hermanos sudamericanos que ayudaron a la Argentina
La “Operación Rosario”, bautizada así en honor a la Virgen del Rosario, tuvo lugar el 28 de marzo de 1982, cuando en la base Naval de Puerto Belgrano se embarcaron fuerzas militares argentinas con la misión de recuperar las islas del Atlántico Sur. En la madrugada del 2 de abril, el destacamento se dividió en dos grupos: el más numeroso, al mando del capitán Guillermo Sánchez Sabarots, con dirección al cuartel de los británicos en Moody Brook y otro liderado por el capitán Pedro Giachino, que buscó la casa del gobernador Rex Hunt.
La misión fue vista como un éxito, pero ahí empezó la “verdadera” guerra. El 1 de mayo, con un bombardeo aéreo inglés al aeropuerto de Puerto Argentino y la inmediata réplica de la Fuerza Aérea Argentina.
Días después, el 26 de mayo, una solicitada del diario La Razón reportó desde Salta, provincia limítrofe con Bolivia, que el gobernador de facto Roberto Augusto Ulloa y el Centro Boliviano de Salta y la Federación de Excombatientes de la Guerra del Chaco informaban sobre 25.000 bolivianos que se habían ofrecido para sumarse como voluntarios.
Vale aclarar que, para esa época, muchos bolivianos o hijos radicaban y cumplían el servicio militar en Salta y Jujuy. El periodista y escritor Daniel Kon, autor del libro Los chicos de la guerra, no hace referencia y diferencia a los jóvenes por nacionalidad, pero deja entrever que varios conscriptos de origen boliviano fueron maltratados y lucharon por las islas reclamadas.