Demasiada información para nuestro gusto.
Tal vez a Bryan Johnson no le hayan dicho jamás: “No brindes demasiada información”. El gurú tecno de la longevidad que dedica tanto esfuerzo a volver a verse como un adolescente ha documentado su bizarro recorrido con mucha sinceridad, algo que por un lado te asombra y por otro, casi te espanta. Johnson ya ha dado varias veces una cantidad de datos impactantes sobre sí mismo, por ejemplo al revelar que en su esfuerzo por retrasar el reloj biológico ha recurrido al electrochoque para (mejorar las erecciones de) su pene. Y que aceptó transfusiones de sangre de su hijo adolescente en una ocasión.
Esta semana Johnson volvió a brindar datos personales que nadie le pidió: su semen tiene mucho más microplásticos que su sangre. Johnson posteó el martes en X: “Tengo microplásticos en el producto de mi eyaculación, 2 veces más que su concentración en mi sangre. +167 partículas de microplásticos en 1 ml de semen +70 partículas de microplásticos en 1 ml de sangre. Los niveles en el semen son 238% mayores a los de la sangre. Eso fue en noviembre de 2024. En comparación con mi sangre mi semen tiene 239% más microplásticos”.
¡Ah, muchas gracias por la información, amigo! Disculpa, pero debo ir a lavarme las orejas.
Análisis y datos
Johnson siempre hace analizar sus fluidos o su cuerpo, y busca estudiar las actividades y prácticas que pudieran darle la clave a la eterna juventud. En tal sentido, se ha propuesto como conejillo de Indias mientras busca regímenes de salud más optimizados, lo cual es admirable, creo, a menos que esté un poco demente. Johnson compartió parte de lo que resultó de sus análisis: “Desde ese momento de noviembre e 2024 he logrado reducir la cantidad de microplásticos en mi sangre en un 93%. Volveré a ordenar un análisis de mi semen para ver si también allí se redujo la cantidad”.
Es cierto que Johnson señala un problema que nos concierne a todos: en nuestro mundo moderno nos volvimos tan dependientes del plástico que se ha filtrado hasta nuestra sangre (parece que también al semen) y nos intoxica. En sus tuits Johnson cita un meta-análisis publicado en 2024 que trata sobre 39 trabajos diferentes sobre “la toxicidad de los microplásticos (MP) y nanoplásticos (NP) en la salud reproductiva masculina”. En ese estudio encontraron que los niveles elevados de microplásticos en los varones causaban una reducción en los niveles de testosterona, inflamación testicular y “espermatogénesis disminuida a nivel de tejido/órgano”. El estudio llegó a la conclusión de que “se observó menor calidad o cantidad de esperma, que se demostró por medio de meta-análisis”.
La acumulación de microplásticos en nuestros cuerpos es algo que la comunidad científica está tratando de advertir al público, cada vez con más fuerza, aunque es frustrante observar que las soluciones políticas y regulatorias no acompañan.