Desempleados se agruparon para conseguir trabajo

Son hombres y mujeres de todas las edades que no logran insertarse en el mercado laboral, ante la recesión y la escasez de vacantes. Anoche se juntaron para analizar las posibles medidas a tomar.

USHUAIA.- Con la seguridad de que la unión hace la fuerza, unas cien personas sin trabajo, organizadas en una agrupación denominada “Desempleados en Movimiento Ushuaia”, se reunieron ayer por primera vez para conocerse personalmente e intentar buscar soluciones a la desocupación que padecen.

El movimiento, integrado por hombres y mujeres que perdieron su trabajo y jóvenes que aún no tuvieron su primera oportunidad laboral, nació hace poco más de un mes mientras un grupo de hombres hacía changas quitando la nieve de las veredas. Claudio Fabián López, referente de la agrupación, en diálogo con El Sureño explicó: “Eramos cuatro personas las que comenzamos a reunirnos para ver qué podíamos hacer porque todos tenemos chicos y la mayoría alquilamos. Lo único que teníamos claro es que juntos podemos conseguir más que cada cual por separado”. En sólo un mes la agrupación creció más de lo que esperaban gracias a las redes sociales y anoche, más de cien hombres y mujeres de todas las edades se juntaron por primera vez para conocerse personalmente y avanzar en medidas concretas.

Entre las opciones que manejan está la de crear dos cooperativas de trabajo, una de servicios gastronómicos y otra de mantenimiento y, para ello, en las últimas semanas han recibido capacitación en cooperativismo. “No queremos planes sociales, necesitamos herramientas para generar nuestro propio trabajo porque con un plan de 4.000 pesos no podemos hacer nada. Nosotros no pertenecemos a ningún partido político, ni tampoco recibimos ayuda de ningún sector. Tampoco pedimos que nos den comida o donaciones. Nosotros queremos trabajar y nuestra única bandera es el desempleo”.

Ayer, los jóvenes que integran la novel agrupación cocinaron pan, pasteles y pasta frola para vender en la calle y así poder seguir produciendo y vendiendo. “La gente es muy solidaria. Nosotros nos ofrecemos para limpiar, para hacer reparaciones en los comercios y casas, a cambio de dinero o productos de almacén. No queremos ser una molestia ni una carga para la sociedad. Al contrario, sólo queremos trabajar para llevar el pan a nuestra casa”.

La agrupación cuenta con una importante base de datos de desempleados de los más diversos oficios, como construcción, electricidad, choferes, cocineros/as, ayudante de cocina, panaderos, reposteros, personal de limpieza, jardinero, pintor, niñeras, modistas, mucamas.

“Acá no engañamos a nadie, la gente tiene claro que no van a conseguir trabajo de un día para el otro; pero estamos seguros que si queremos trabajar, lo vamos a conseguir. Hay que resolver algunos temas como por ejemplo el costo de la libreta sanitaria que nos piden para trabajar en comercios o emprendimientos gastronómicos. No es que no queremos pagar nuestra libreta sanitaria; no podemos pagarla, que es diferente y por eso tenemos que buscar una solución”.

La mayoría de los desempleados de la agrupación sobrevive porque alguno de los miembros del grupo familiar tiene un empleo que les permite solventar gastos mínimos o como en el caso de Claudio, tiene familiares que lo ayudan mientras supera el trance.

“Estamos convencidos de que otras personas también pueden organizarse como nosotros para conseguir un trabajo digno. Hoy se acercó gente de Río Grande para preguntar qué estamos haciendo. Ojalá que nuestro ejemplo sirva para que la cantidad de personas desempleadas encuentre su camino”, dijo Claudio.