Descubriendo la Antártida, el codiciado destino, a través del Turismo Sostenible

Entre las muchas propuestas que ofrece el turismo en el Continente Blanco una de las favoritas consiste en partir desde el puerto de Ushuaia y cruzar el Pasaje de Drake hacia la Antártida, ubicada a 1000 kilómetros de la ciudad de Tierra del Fuego; son aproximadamente 2 días de navegación; hasta entrar en este mágico territorio para ser testigo de un paisaje tan maravilloso y distinto a nada que se haya visto con anterioridad.

TIERRA DEL FUEGO.- Antártida es una colección de extremos -en promedio es el continente más ventoso, seco, frío, y elevado del mundo-. Es una tierra de accidentados picos montañosos que contrastan con el blanco de la nieve y el paso de brillantes témpanos flotando en las oscuras aguas del mar.

La temporada turística antártica comienza en noviembre y finaliza hacia mediados de marzo.

Existen muchísimas opciones de viajes a la Antártida dependiendo de las excursiones e itinerarios que se elijan, así como también la disponibilidad de tiempo con que se cuente. Así y todo no se recomienda viajar por menos de 10 días, ya que es el tiempo mínimo necesario para poder realmente disfrutar de este destino. Tampoco es recomendable viajar por más de tres semanas, ya que las condiciones climáticas pueden volverse algo difícil de tolerar.

Durante tu viaje a la Antártida tendrás la posibilidad de visitar tanto la península como las islas subantárticas, lo cual incluye las Georgias, Sandwich y Orcadas del Sur e incluso una inusual ruta de semicircunnavegación que termina en un continente distinto como Oceanía.

No es posible viajar en cualquier tipo de embarcación, para realizar un viaje a la Antártida es necesario navegar a bordo de buques rompehielos con casco reforzado. Cada embarcación tiene distinta capacidad, de modo que algunos sólo pueden llevar un máximo de 30 o 40 pasajeros y hay otros que podrán llevar hasta 300 pasajeros. Además cada buque varía en el tipo de viaje que ofrece. Algunos barcos ofrecen viajes de lujo y otros más modestos y sencillos, pero todos brindan la posibilidad de dar rienda suelta a la aventura y la diversión.

Turismo antártico

A saber: Para los amantes de la aventura y la naturaleza la posibilidad de viajar hacia el Continente Blanco, debido a las estrictas reglas en lo que respecta al Protocolo Ambiental, solo se permite operar ciertas excursiones a la Antártida.

El turismo es una de las dos actividades comerciales que se desarrollan en la Antártida, junto a la pesca. El Protocolo de Madrid, como parte integral del Tratado Antártico, reconoce y legitima su existencia al establecer expresamente que sus disposiciones son aplicables, entre otras, a las actividades recreativas y turísticas.

Antecedentes y evolución

El inicio formal de la actividad turística comercial en la Antártida comenzó en el verano de 1958 cuando el transporte naval argentino “Les Eclaireurs” transportó por primera vez a turistas hacia el continente antártico. Hasta principios de la década de 1980, solo unos pocos cientos de turistas visitaban la Antártida. Desde principios de los años noventa las actividades turísticas tuvieron un incremento sostenido no solo en el número de turistas, sino también en el de sitios visitados y en la frecuencia de los desembarcos.

La Antártida es también y, sobre todo, “el corazón de la Tierra” y juega un papel importante en el control del cambio climático.

En la temporada de verano 2018- 2019 se alcanzó el pico máximo de turistas en la Antártida, con un total aproximado de 56.168 visitantes y se espera continúe la tendencia en aumento en las próximas temporadas. Hoy, más del 90% de las actividades turísticas en la Antártida se efectúa a través de cruceros y sólo unas pocas empresas realizan turismo aerotransportado. Los barcos turísticos navegan principalmente en la región de la Península Antártica y las islas Shetland del Sur, y algunas incluyen también entre sus itinerarios antárticos a las islas Georgias del Sur y Malvinas. Más del 80% del turismo en cruceros parte del puerto de Ushuaia -o recala en algún momento-, entre noviembre y marzo, realizando modalidades frecuentes.

Los desembarcos en la Antártida se concentran principalmente en sitios libres de hielo de fácil accesibilidad, con rasgos únicos en su fauna y flora, paisajes, historia y actividad científica. Aunque existen alrededor de 200 sitios que suelen ser visitados por el turismo, la mayor carga de turistas se concentra en unos 30, que resulten ser los más populares y están ubicados en su mayoría, en el archipiélago de las islas Shetland del Sur y en el estrecho de Gerlache, al noroeste de la Península Antártica.

Las actividades turísticas que se llevan a cabo en el continente antártico son variadas e incluyen caminatas para avistaje de fauna u otros valores ambientales o históricos, viajes en botes de pequeño porte, visitas a estaciones científicas, paseos en kayaks, campamentos, escaladas, buceo, snorkel y hasta surf de remo. El turismo antártico en cruceros suele tener un componente educativo muy fuerte, ya que a bordo se cuenta con la presencia de guías y conferencistas que brindan charlas a bordo referentes a los valores y a la preservación del continente. Por ello, el turismo antártico puede ser visto como un medio de difusión que contribuye a diseminar la importancia de la conservación del continente antártico.

Impactos del turismo

La fauna mayor depende del mar, las especies no son muchas pero algunas colonias son inmensas. Entre las principales criaturas que habitan la región encontramos: pingüinos, focas, osos marinos, cormorán, gaviotas, paloma antártica, ballenas, albatros y petreles.

Uno de los temas asociados con el turismo que genera mayor preocupación es su potencial para producir impactos de variada magnitud sobre el ambiente. Entre ellos pueden destacarse aquellos provocados por las reiteradas visitas a los mismos sitios durante los meses de verano, que suelen coincidir en espacio-temporalmente con los sitios y la época de reproducción de algunas especies antárticas. Además, la actividad turística puede aumentar el riesgo de ingreso de especies no nativas al continente antártico, producto del constante traslado desde y hacia Sudamérica, desde otros puertos de entrada, y entre islas antárticas y subantárticas. Finalmente, sus impactos también pueden estar vinculados al uso de embarcaciones, incluyendo la contaminación marina producto de derrames de hidrocarburos.

Regulación del turismo

El Sistema del Tratado Antártico ha establecido reglas y directrices que los visitantes y los operadores turísticos deben cumplir con el objeto de garantizar que no se produzcan impactos adversos en el medio ambiente antártico ni en sus valores científicos y estéticos. Además de cumplir con lo establecido en el Protocolo de Madrid, el turismo antártico debe observar lo dispuesto específicamente respecto del turismo en las Reuniones Consultivas del Tratado Antártico.

El turismo en la Antártida no es simplemente una actividad comercial en busca del interés de unos pocos, sino una fuente de conocimiento extraordinaria e infinita para todo ser humano que ama el mundo en el cual vive.

En particular, se han desarrollado más de 40 códigos de conducta específicos para sitios que habitualmente visita el turismo. Las “Directrices para sitios que reciben visitantes” constituyen un valioso punto de partida para regular la actividad del turismo en sitios específicos e incluyen una orientación práctica sobre las formas en las que el turismo debe conducirse en estos sitios, teniendo en cuenta su vulnerabilidad y los valores ambientales allí presentes. Las directrices están disponibles en el sitio de la Secretaría del Tratado Antártico, bajo el vínculo: www.ats.aq. Fuente: cancilleria.gob.ar

Los cruceros por la Antártida

El verano austral, durante los meses de octubre a marzo, ofrece a miles de turistas de todo el mundo la posibilidad de llegar a uno de los destinos más añorados por los amantes del turismo extremo: la Antártida.

Los desembarcos en la Antártida se concentran principalmente en sitios libres de hielo de fácil accesibilidad, con rasgos únicos en su fauna y flora, paisajes, historia y actividad científica.

Algo más de 2 días de viaje y 1000km de distancia separan al puerto de Ushuaia, lugar desde donde parten los buques con destino antártico. El viaje está colmado de una belleza natural extrema, donde el frío pasa a segundo plano tanto en el trayecto como cuando arribamos a destino.

Los buques rompehielos están especialmente adaptados para transportar a grupos turísticos, con todas las comodidades y aprobados para el tránsito en aguas australes.

Aquellos buques europeos o norteamericanos que navegan el océano Atlántico tienen como punto de descanso el puerto de Buenos Aires, para luego seguir el trayecto hacia Ushuaia y por último comenzar el verdadero crucero hacia la Antártida.

Procedencia de los buques: Chile, Panamá, USA, Alemania, Australia, Francia, Reino Unido, Argentina, Canadá, Noruega y Netherlands.

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