¿Cuál es la mejor dieta para mantener la buena salud?

La conocida dieta mediterránea goza de la fama de ser la más recomendada por los nutricionistas por contener los nutrientes más importantes en las cantidades adecuadas para mantenernos saludables. Sin embargo también hay otras dietas que pueden utilizarse para tener una buena salud.

Vivimos en un mundo en el que existen enormes desigualdades alimentarias, mientras hay países con grandes recursos económicos donde hay muchos obesos también está el contraste de los países pobres donde existen alarmantes niveles de desnutrición. También existe la “malnutrición” que lleva a personas de escasos recursos económicos a la obesidad por la dieta mal equilibrada que llevan y también está el factor cultural que hace que países muy poderosos como por ejemplo Japón tenga los niveles más bajos de obesidad del mundo, al igual que otros países orientales que son potencias económicas a nivel mundial.

Las distintas dietas que cada determinado tiempo se ponen de moda nos hace preguntarnos ¿a que se debe que hay médicos y nutricionistas que recomiendan una determinada dieta y otros opinan todo lo contrario?. Un claro ejemplo ocurre en la actualidad con la denominada dieta del “ayuno intermitente” que consiste en no ingerir alimentos durante una determinada cantidad de horas, por ejemplo 16 horas seguidas. De un lado los especialistas dicen que lo beneficioso de esta manera de comer, es que promueve la eliminación de las toxinas e impurezas y los depósitos grasos del cuerpo, consiguiendo limitar el ingreso de calorías por varias horas.

Mientras que del otro lado de las opiniones, los especialistas esgrimen que privar al organismo de “combustible” durante tantas horas puede generar estrés e inflamación crónica en el cuerpo. Otras dietas son menos discutidas como la dieta Dash (útil para contrarrestar la hipertensión arterial) y la conocida dieta mediterránea, sin embargo no dejan de tener algunos detractores. En el presente artículo les dejaré una breve síntesis de estas dietas y lo que dice la evidencia científica acerca de las mismas.

La Dieta Dash, por sus siglas en inglés (Dietary Approaches to Stop Hypertension), fue creada, en principio, para pacientes con diagnóstico de hipertensión arterial, pero al ser tan saludable con posterioridad su recomendación se ha extendido para personas sanas o aquellas que sufren diabetes, obesidad, sobrepeso o trastornos metabólicos que las hacen engordar con facilidad. Esta dieta incluye: frutas, verduras, frutos secos, pescados y carnes magras. Se deben evitar: la sal, el azúcar, las grasas saturadas, el alcohol y los alimentos procesados. Algo importante de esta dieta es que se incrementa el consumo de calcio, magnesio y potasio ya que estos minerales provocan la eliminación del exceso de sodio del organismo produciendo de esta manera un notable beneficio para nuestra salud cardiovascular. La hipertensión arterial es el factor de riesgo cardiovascular más frecuente en nuestro país y según datos del Ministerio de Salud de la Nación, afecta a una de cada tres personas adultas. En la Argentina, se suele consumir más del doble de sodio que lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es cinco gramos diarios y esta dieta permite mantener un consumo bajo de sodio

La dieta mediterránea, posee muchas propiedades beneficiosas para la salud entre las que se pueden destacar: el tipo de grasa que lo caracteriza (aceite de oliva, pescado y frutos secos), las proporciones en los nutrientes principales que guardan sus recetas (cereales y vegetales como base de los platos y las carnes como “guarnición”) y la riqueza en micronutrientes obtenidas de verduras de temporada, hierbas aromáticas y condimentos.

Los principales componentes de esta dieta son los siguientes:

  • El uso de aceite de oliva, rico en grasas saludables, vitamina E y betacarotenos.
  • Frutas, verduras, legumbres, champiñones y frutos secos: son de uso abundante en esta dieta y aportan gran cantidad de vitaminas, antioxidantes y micronutrientes.
  • El pan, el arroz y las pastas son los principales carbohidratos de esta dieta, aportando la energía necesaria para afrontar nuestras actividades diarias.
  • Los principales lácteos en esta dieta son el yogurt y los quesos, aportando proteínas de alto valor biológico, minerales como el calcio y el fósforo, y vitaminas.
  • La fruta fresca es el postre habitual y evita el consumo de pastelería o productos excesivamente azucarados. En esta dieta también se recomienda beber agua, y limitar el consumo de alcohol y de carnes rojas.

Con respecto al polémico ayuno intermitente, los especialistas que lo defienden afirman que durante el 99% de nuestro tiempo sobre la tierra (el período paleolítico representa la época más larga de la existencia de nuestra especie), nuestros antecesores vivían en un entorno de hostilidad y escasez, donde el acto de comer era la recompensa al esfuerzo requerido para conseguir el alimento. El cuerpo se adaptó a realizar todo tipo de actividades y esfuerzos en un estado de ayuno. El mundo moderno rompió ese vínculo ancestral y nos convirtió en personas dependientes de la comida. En este sentido la dieta del ayuno de 16 hs y comer sólo durante un período de 8 hs al día vendría a ordenar nuestro sistema metabólico y digestivo. Sin embargo no es una dieta beneficiosa para todos, debe llevarse a cabo con precaución y supervisión nutricional después de un período de adaptación previo.

Estimados lectores el poder que tiene la poderosa industria alimentaria en nuestra forma actual de alimentarnos es innegable, tan innegable como los pésimos resultados que tenemos actualmente en los índices de obesidad que siguen creciendo en todo el mundo: es la prueba irrefutable, de que mucha de las cosas que venimos haciendo en materia alimentaria en las últimas décadas está mal, aunque venga de recomendaciones de sociedades científicas “prestigiosas”.

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