Consolidando un modelo de seguridad profesional y cercano a la gente

Por Javier Eposto (Secretario de Estado de Seguridad). En tres años de gestión se elevó la calidad de todas las áreas operativas y administrativas que componen la Secretaría de Estado de Seguridad, acompañada de obra pública y de más de $90 millones de pesos invertidos.

Secretario de Estado de Seguridad, Javier Eposto.

Hoy se puede asegurar que quedaron atrás años de desinversión, desinterés y abandono. La actual gestión se encontró con que la policía no tenía ni camperas de invierno, ni vehículos ni equipamiento adecuado. Se puede constatar charlando con cualquier agente.
Como algunos de los hitos más destacados, se resalta la incorporación de 575 agentes a la calle, el 100% de los cuales es destinado a tareas operativas de prevención. La incorporación más grande de los últimos 10 años. Hoy, Tierra del Fuego tiene unos de los mejores indicadores nacionales: un policía cada 92 habitantes, lo que supera ampliamente a Buenos Aires y a otras provincias patagónicas, por ejemplo.
Gracias a esta incorporación se abrió un nuevo destacamento de Servicios Especiales en la Margen Sur, que disminuye los tiempos de respuesta ante cada incidente.
La gestión Bertone acercó la seguridad a los barrios; construyó dos nuevas comisarías modelo en barrios estratégicos como Margen Sur y Andorra, así como una decena de destacamentos móviles a lo largo de toda la Provincia.
Además, jerarquizó con profesionales las áreas técnicas de la Secretaría debido a que ya son 40 los profesionales entre abogados, médicos, psicólogos y trabajadores sociales que se han incorporado, especialmente, a las áreas de género y tratamiento penitenciario.
Prevenir y detener la violencia de género es una prioridad para la gobernadora Bertone quien se caracterizó por encabezar un gobierno que respalda a las víctimas. Es por eso que se creó, junto al Ministerio de Desarrollo Social, un protocolo de atención para las víctimas y nació la primera Comisaría de Género y Familia con profesionales especializados para la atención temprana y el seguimiento.
Bertone tomó la férrea decisión de enfrentar el narcotráfico en Tierra del Fuego, como nunca antes, sin contemplaciones. Ya van más de 360 kilos de droga que hoy no está al alcance de los jóvenes de la provincia, y se detuvieron a más de 89 personas. Además, el corriente año superó en un 83% las incautaciones que se realizaron el año pasado respecto de marihuana y en un 270% las de cocaína. Este logro se dio gracias al trabajo en conjunto con todas las Fuerzas Federales y la Justicia Federal.
Surgen también nuevos desafíos como la inmigración de personas con antecedentes penales que terminan vinculándose con el narcotráfico y la prostitución. Por eso, la Gobernadora dio la instrucción para trabajar en una respuesta inmediata en estos casos, que permita una expulsión rápida de la provincia, garantizando la seguridad de los vecinos ante todo.
Asimismo, se está derivando a los detenidos por causas federales a cárceles federales, como fue conocido el caso de Crespi y de Billena: se derivaron más de 9 detenidos y aún Tierra del Fuego cuenta con una decena más a la espera de la confirmación del Servicio Penitenciario Federal, lo que evita posibles vinculaciones de los detenidos con el delito en la Provincia y previene el narcotráfico.
En tal sentido, se generaron nuevos controles aeroportuarios en todos los vuelos que tienen como destino Tierra del Fuego. En Buenos Aires y en Córdoba se realizan controles específicos con canes, agentes de la brigada de delitos complejos de la PSA y body-escáneres para evitar el ingreso de mulas a la Provincia: ya van 19 mulas y 12 kilos de droga que no ingresan en menos de un año a la isla.
Además, la gestión Bertone está generando alternativas con el Director Nacional de la PSA para avanzar en investigaciones en conjunto y para detener a los financistas que promueven todo este delito aberrante, que tiene como rehenes a las pibas jóvenes y en situación de vulnerabilidad.
En tres años, aumentó en un 125% la cantidad de detenidos por narcotráfico y, gracias a esto, se invirtieron alrededor de $3 millones de pesos para ampliar la Unidad de Detención de Río Grande, y se creó una Central de Monitoreo, además de mejorar los talleres de laborterapia.
Pero también, una de las apuestas de la política de seguridad es la reinserción social de los presos: hoy el 80% de los detenidos está vinculado a programas educativos y se llevan adelante convenios con la DPE, Obras Públicas, Educación, Hospital de Ushuaia, para que los internos capacitados puedan contribuir con la mejora de los establecimientos públicos, como una forma también de reparar el daño que han hecho a la sociedad.
El tratamiento postpenitenciario es la clave para evitar la reiteración de delitos, pero eso requiere mucho esfuerzo y un Estado articulado en todas sus áreas. Es por eso que se jerarquizó el Patronato de Liberados, con profesionales y equipamiento, y son ellos los que se encargan de la difícil tarea de incluir y de hacer el seguimiento a aquellas personas que salieron de la cárcel.
El Gobierno sabe que la prevención no se logra solo con agentes en la calle sino con tecnología y por eso ha creado el Sistema de Videovigilancia Provincial, y se están instalando las primeras 80 cámaras que serán monitoreadas 24horas por policía. Adicionalmente este año se llevará a cabo una nueva licitación para duplicar la cantidad.
Uno de los grandes objetivos para este año es lanzar definitivamente el 911, las cámaras son parte del proceso, y ya se está avanzando con obras públicas en la modernización de las actuales centrales de monitoreo. Por otra parte, se está digitalizando el seguimiento de los móviles de emergencia y se ha capacitado en la “primera respuesta ante emergencias” a todo el personal operativo de Ushuaia. Este año se hará lo propio con Río Grande y Tolhuin y, de esta manera, la Provincia estará en condiciones de lanzar el sistema.
Es un desafío importante y una gran inversión del Estado, pero va a permitir llegar antes y de manera coordinada a todas las emergencias, como también permitirá mejorar la prevención, organizando mejor los recursos en la calle.
Para todo esto el área de Defensa Civil Provincial fue estratégica debido a que se llevó adelante la capacitación y el entrenamiento en emergencias con todas las áreas junto con la jerarquización de la Defensa Civil con el objetivo de llevarla a lo más alto en materia de contingencias. Hoy cuentan con un Comando Único de Operaciones, un vehículo equipado con comunicaciones para servir de apoyo ante cualquier emergencia de gran porte. Fue clave su participación en el gran incendio de Río Grande.
La Secretaría de Seguridad se encuentra en pleno proceso de adquisición de equipamiento de antenas, torres, radios y material de medición para modernizar el sistema de comunicación radial en toda la Provincia.
La Defensa Civil está haciendo un trabajo más que destacado con las Asociaciones de Bomberos Voluntarios: se logró un hecho histórico reconociendo su derecho a percibir jubilación y obra social, y se está avanzando en la rendición de los fondos y en la correcta inversión de lo transferido.
El equipo de Transporte también jugó un rol trascendental en la gestión Bertone, especialmente en materia de control de alcoholemia y de documentación en la vía pública a vehículos y camiones, en la agilización de permisos y en las cientos de jornadas de concientización vial que llegaron a más de 4.000 chicos de todas las escuelas de la Provincia. Luego de más de 10 años, en esta gestión tuvieron móviles y equipamiento informático nuevo para digitalizar su labor.
Trabajar en seguridad no es fácil porque una mala noticia empaña quizás mucho trabajo y esfuerzo puesto en esto, pero el Gobierno de Bertone es un gobierno abierto, dispuesto a escuchar al vecino. Sus reclamos y sugerencias. Los teléfonos y oficinas están abiertos porque así se entiende la seguridad y la función pública.
Por eso la constante insistencia pidiendo que llamen al número de emergencias 911 o al 101 porque existe personal capacitado para atender a la población, ya sea por un caso de violencia de género, robo o hurto.