El Cauquén Cabeza Colorada, en peligro de extinción

Es un viajero de Sudamérica que se encuentra en serio peligro de extinción. Los antiguos pobladores aseguran que hace no tantas décadas era una especie abundante en la isla, pero actualmente su población -según los investigadores- no llega a los 900 individuos en total y en Tierra del Fuego –del lado argentino- no supera los 50.

RIO GRANDE.- Cuando Luis Benegas, apasionado autodidacta de las aves, llegó hace más de 30 años a la provincia, comenzó a observarlos. ”Yo acá veía los Cauquenes, cuál era uno y cuál era otro y me llamaba la atención la baja población del Cauquén Cabeza Colorada, comencé a buscar más información y a escribir a Aves Argentinas”, cuenta.

En Argentina hay cinco especies de Cauquenes y cuatro de ellos se pueden observar en Tierra del Fuego (tres de ellas además son migratorias): Cauquén Playero, Cauquén Común, Cauquén Cabeza Gris o Real y finalmente el Cauquén Cabeza Colorada.

El Playero es residente todo el año y una especia endémica de la isla. “Realiza migraciones a corta distancia dentro de Tierra del Fuego, durante el invierno lo vemos en nuestras costas ya que es totalmente marino, y en primavera se va al sur de la isla en la zona del Canal de Beagle, Península Mitre, Isla de los Estados, etc. donde es su área reproductiva”, dice Benegas.

Al Cauquén Común se lo puede ver habitualmente en pequeños grupos en la zona del Cono de Sombra de la ciudad. Y el Cauquén Cabeza Gris o Real, también es migratorio, sin embargo, en estos últimos diez años debido al cambio climático, solo migra parte de la población.

El Cauquén Colorado (Chloephaga Rubidiceps) mide 40 centímetros, y pasa los inviernos al sur de Buenos Aires y La Pampa, para volver cada primavera a reproducirse a Tierra del Fuego, tanto del lado argentino como chileno. “Su cuerpo es estilizado y su cabeza y cuellos son de un rojo terroso, y su cuerpo algo grisáceo; es precioso”, describe.

En la isla se lo puede ver en esta época del año en la zona esteparia. “La zona de Flamenco es un lugar muy importante, donde tengo registro de 44 individuos. También lo he observado cerca de Cañadón Piedra en Bahía San Sebastián y en Cullen. El TF1 era muy importante pero con los años el movimiento constante de camiones hizo que no se vean más. Otras lagunas como Laguna la Suerte yendo por la Ruta C hasta Estancia San Julio”, describe Luis, que solo en dos oportunidades logró ver parejas con crías.
Motivos de su disminución

¿Qué está causando la disminución de la población del Cauquén Colorado? Según Benegas es un conjunto de factores. “Este Cauquén en invierno, cuando migra (viaja 1300 kilómetros) llega hasta el sur de la provincia de Buenos Aires, sur de La Pampa, norte de Río Negro. Son sus áreas de invernada no reproductiva, donde va a pasar el invierno a temperaturas más agradables para ellos”.

Se trata de lugares donde hay cotos de caza de aves, a donde incluso viajan muchos extranjeros de distintas partes del mundo. “La caza indiscriminada es uno de los factores principales”, dice Luis y señala que “ahora la caza es ilegal pero durante muchos años no lo fue porque no había conciencia de protección y conservación de las especies”.

Otro motivo son los agricultores de esa misma zona. “En la provincia de Buenos Aires pensaban que el Cauquén competía con su ganado por las pasturas y ante esa creencia los agricultores alquilaban aviones, que lo que hacían era juntar la bandada a baja altura, una vez que juntaban cientos de Cauquenes los arriaban, por decirlo de alguna forma, y los llevaban mar adentro. Cuando llevaban varios kilómetros mar adentro, pegaban la vuelta los aviones. Toda esa energía que perdían y la imposibilidad de alimentarse en pleno mar, hacía que pierdan su energía, y eran pocos los que volvían. Es una práctica que ha disminuido pero no ha desaparecido totalmente”, cuenta.

Los agroquímicos, los incendios y las inundaciones también fueron perjudicando severamente a los Cauquenes, pero el más perjudicado resultó ser el Cabeza Colorada.

Mientras tanto, de este lado también hay motivos: a mediados del siglo XX la introducción en Tierra del Fuego de especies como el zorro gris y el visón fueron determinantes. “La zona norte de la isla se caracteriza por no tener bosque, y la avifauna que habita la zona norte esteparia, nidifica en el suelo; el zorro gris aprovechaba las aves con el hábito de nidificar en el suelo y se alimentaba de huevos y de las aves que podían cazar. El que las padeció mal fue el Cauquén Cabeza Colorada”, detalla.

Desde su experiencia, Luis duda respecto a quienes consideran que el Cauquén Colorado era tan abundante. “Pienso que los antiguos pobladores, al no tener mucho conocimiento de las aves, lo confundían con el Cauquén Cabeza Gris que puede resultar parecido. Sigo creyendo que los Cauquenes Cabeza Colorada nunca fueron una población muy grande” dice; aunque agrega “es mi opinión”.

¿Qué podemos hacer para protegerlos? “El problema más grave está en la provincia de Buenos Aires, acá dentro de todo se encuentran en buen estado de conservación, el problema es el zorro y el visón, otro animal introducido, un carnívoro muy depredador. Con la avifauna que tiene el hábito de nidificar en el suelo, se come los huevos, los pichones y si puede a los padres”, señala y añade «difundirlo es una buena manera de protegerlos para que se tome conciencia».

Actualmente se trabaja en el Proyecto Nacional de Protección del Cauquén Cabeza Colorada tanto en Buenos Aires como en Tierra del Fuego. “Venía todos los años la bióloga del CONICET y en áreas protegidas, María Laura Frotón, que realiza el seguimiento”, explica Benegas.

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Perfil

Luis Benegas, cordobés de Villa Dolores, llegó a Tierra del Fuego en la década del 80´ y trabajó en un Hotel Residencial hasta que pocos años después ingresó al Centro Histórico Documental del Municipio de Río Grande, y luego lo que comenzaría a llamarse Museo Municipal “Virginia Choquintel”.

Las aves y la fotografía son sus grandes pasiones. “Empecé de adolescente a observar las aves, pero como todo chico, en la casa de mi abuelo las cazaba; agarré un par de palomas con la gomera, hasta que un día mi abuelo me dijo ´pará con la honda´, me bajó el guiño y me dijo ´acá si querés observalas´. Así empecé a observarlas, hasta que él me regaló la primera guía de aves de la Argentina, que hoy es mi tesoro porque tiene 60 años”.

Luego su padre le regaló sus primeros prismáticos. “Acercándome se me abrieron más los ojos, escuchar el sonido de las aves, cómo anidaban, me fue interesando y fui haciendo pequeños apuntes”, recuerda.

La casa de repuestos de su padre no le gustaba como trabajo, quería estar en la naturaleza, y luego la vida lo trajo a Tierra del Fuego.

Curioso por naturaleza, asegura que “en ornitología me fui formando y soy autodidacta, nunca me profesionalicé, siempre me gustó y lo que fui absorbiendo, lo voy dando. Debo tener muchos errores, porque soy autodidacta pero académicamente no tengo formación”.

En el 87` hizo su primer informe sobre el Cauquén Cabeza Colorada y aunque ya se jubiló, sigue investigando. “Me gusta, soy un apasionado y convencido de que hay que proteger a las aves, hay que trabajar para su conservación”, dice.

Luis Benegas tuvo oportunidad varias veces de fotografiar y filmar a los Cauquenes Colorados en Tierra del Fuego.
Luis Benegas tuvo oportunidad varias veces de fotografiar y filmar a los Cauquenes Colorados en Tierra del Fuego.

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