Barrieron el 68% del área en la que se busca al submarino y se redujo la zona de rastrillaje con nuevos datos

En una nueva jornada de búsqueda, aún no se pudo localizar al submarino ARA San Juan.

 

BUENOS AIRES (NA).- Los barcos que buscan al submarino “ARA San Juan” ya barrieron el 68 por ciento del área en el que podría encontrarse el navío, del que nada se sabe desde hace dos semanas, y la zona de rastrillaje se redujo a unos 40 kilómetros, aunque aún sin resultados positivos.

El vocero de la Armada, Enrique Balbi, indicó este miércoles que la zona de búsqueda se redujo tras recibir nuevos datos de distintos organismos internacionales que determinaron un área que representa una superficie de “20 veces la Capital Federal”.

Este miércoles, y en un nuevo parte de prensa que fue revelado un rato antes a los familiares de los submarinistas en Mar del Plata y Comodoro Rivadavia, Balbi comentó que la meteorología “es buena” y anunció que “mañana va a ser mejor”.

Además, el vocero de la Armada se encargó de desmentir dos versiones que circularon el martes en algunos medios y en las redes sociales, sobre el supuesto hallazgo del submarino por parte de equipos estadounidenses a más de mil metros de profundidad, y sobre el presunto cambio de rumbo que habría solicitado el capitán del “ARA San Juan”.

“De ninguna manera hubo un pedido de buque de apoyo. Si lo hubiese hecho, se hubiese declarado en emergencia. Y si se declara en emergencia, debería haber navegado siempre en superficie. Lo que sucedió, el capitán no lo consideró una emergencia ni siquiera algo grave. Fue un cortocircuito subsanado”, aclaró.

“Juegan con el sentimiento de los familiares de los tripulantes”, expresó Balbi al cumplirse dos semanas de la desaparición del submarino.

La búsqueda se concentró en un área con profundidades de entre 200 y 1.000 metros, y según explicó el vocero de la fuerza, “con presencia de cañadones que dificultan la posibilidad de localizar el submarino”.

No obstante, Balbi comentó que el 68% del área de 74 kilómetros cuadrados ya fue barrida por los ocho buques de diferentes países, con sensores que se encuentran trabajando sin descanso para trazar un mapa de la zona.

En tanto, remarcó que con los nuevos datos aportados por la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO, en ingles), y por instituciones de Estados Unidos, el área se redujo a un radio de 40 kilómetros.

En cuanto a la meteorología, dijo que en el área se registran olas de menos de dos metros y vientos leves del noroeste, por lo que las condiciones de búsqueda son buenas.

Más temprano, Lassina Zerbo, el secretario ejecutivo de la CTBTO, el organismo que había confirmado por medio del embajador argentino en Austria, Rafael Grossi, la existencia de una explosión el día de la desaparición del submarino, delimitó el área en 552 kilómetros cuadrados.

En diálogo con NA, explicó que existe una “elipsis de error de 19,1 por 9,2 kilómetros”.

Zerbo sostuvo que “el análisis mediante la incorporación de datos sísmicos adicionales ha incrementado la confianza en la ubicación previamente reportada del impulso hidroacústico que se escuchó el 15 de noviembre y mejoró la precisión”.

El funcionario había revelado este martes por la noche en su cuenta de la red social Twitter los resultados de las nuevas mediciones a las que se acercaron tras analizar los datos.

“La integración de datos sísmicos regionales permite refinar la localización de la señal acústica detectada por la red #acrocuática de # OTICE 15Nov #SubMarin #ARASanJuan #Argentine: ¡Equipos de investigación en el lugar correcto!”, escribió Zerbo en Twitter.

Las estaciones desde donde se mejoró la detección del evento están ubicadas en la Isla Soledad, del archipiélago de las Islas Malvinas, y en la localidad bonaerense de Tornquist, en el sur del territorio provincial, comentó Zerbo, mientras proporcionó un mapa que ubica la zona en un área situada al borde de la plataforma marítima continental argentina.

La CTBTO había confirmado el jueves de la semana pasada la existencia de un “evento singular, corto, violento no nuclear consistente con una explosión” el día de la desaparición del submarino, en la misma zona del Atlántico Sur, y unas tres horas después de que el navío se comunicara por última vez con la Base Naval Mar del Plata.

 

ARA SAN JUAN

Ocho familias querellantes

 

BUENOS AIRES (NA).- Ocho familias de los tripulantes del submarino “ARA San Juan” se presentarán como querellantes en la causa que se investiga en el juzgado federal de Caleta Olivia.

Así lo confirmó el padre de uno de los submarinistas, Luis Tagliapietra, quien este miércoles por la tarde se reunió con la jueza Marta Yáñez.

“Somos ocho familias en total que queremos tomar conocimiento de la investigación, aportar como prueba lo que pudimos recabar, para que se siga investigando y saber dónde estamos parados”, expresó Tagliapietra, quien se mostró decepcionado por la información de la búsqueda que reciben los familiares por parte de la Armada Argentina.

“Hemos esperado bastante y nos han mentido. Claramente nos han ocultado cosas. Escuchamos los comunicados en los que reconocen que esto es así, pero a nosotros nos podrían haber dicho antes”, indicó el hombre minutos antes de reunirse con la magistrada.

Si bien el padre del teniente de Corbeta Alejandro Damián Tagliapietra comentó que espera que tanto su hijo como el resto de la tripulación “aparezcan con vida”, admitió que “ya pasaron 14 días y estamos peor que en el primero”.

“Cuando pasan estas cosas entendemos que hay más poder detrás. Ojalá nos equivoquemos, pero nos vamos preparando para ver cómo se sigue. Esta querella es en pos de aportar y colaborar para saber la verdad y terminar con tanta mentira y tanto ocultamiento”, señaló.

El padre de uno de los submarinistas que viajó desde Mar del Plata hacia la localidad de Caleta Olvia este miércoles, es quien la semana pasada reveló ante la prensa que el jefe de su hijo le dio el pésame y le indicó que “estaban todos muertos.

“Quiero saber la verdad, quiero que no nos mientan más”, sentenció el hombre.

Y concluyó: “no tenemos hipótesis de conflicto para que el secreto de Estado sea tan secreto. Hay algo que huele a tufo”.