La nueva norma establece una serie de principios generales para la nueva modalidad laboral -extendida durante la pandemia de COVID-19 y el aislamiento- y deja las regulaciones específicas en manos de los convenios colectivos de cada sector.
BUENOS AIRES (NA).- El oficialismo aprobó ayer en el Senado y convirtió en ley el proyecto para regular el teletrabajo, en una votación dividida y con objeciones de la oposición por la negativa a modificar la redacción de la nueva norma.
La ley fue aprobada con 40 votos a favor y 30 en contra, luego de un debate de poco más de tres horas, en las que el Frente de Todos justificó el avance en la sanción de la ley sin modificaciones y Juntos por el Cambio criticó la ausencia de correcciones.
Entre las objeciones de la oposición, coincidentes con las de las cámaras empresariales, se encuentra el punto de la ley referido a la reversibilidad, que habilita al trabajador en modalidad remota a volver a su puesto presencial cuando así lo quiera, sin que el empleador pueda poner reparo.
Al inicio del debate, el oficialista Daniel Lovera, presidente de la Comisión de Trabajo, indicó que la negativa a aceptar cambios se basó en que “es un texto al que se arribó desde diferentes iniciativas, escuchando a todos los sectores, y que protege a los trabajadores”.
“Hemos escuchado inclusive a sectores propiciar la ausencia de regulación para no entorpecer el mercado y sus posibilidades de crecimiento. La falta de regulación no solo genera conflictos, sino que genera abusos”, agregó.
Al respecto, Lovera remarcó que “es imprescindible contar con un marco regulatorio para evitar que se afecten derechos” y que “serán las negociaciones colectivas las que definan cada una de las particularidades (del teletrabajo) en cada actividad”.
Una de las sorpresas de la votación fue el rionegrino Alberto Weretilneck, que desde su bloque unipersonal suele acompañar al oficialismo pero en este caso votó en contra y argumentó: “Como toda cosa apurada y producto de la urgencia, no creo que esta ley sirva para el objetivo que se plantea”.
En tanto, Julio Cobos, de Juntos por el Cambio, destacó que el proyecto “no viene del Ejecutivo y no salió del oficialismo, sino que surge de muchos proyectos presentados en la Cámara de Diputados”, donde la oposición “acompañó”.
Al respecto, agregó: “Entonces, nosotros no nos estamos oponiendo, estamos tratando de ejercer el rol de cámara revisora, pero se pierde la oportunidad de hacer una buena ley”.
A modo de cierre del debate, el oficialista Mariano Recalde sostuvo que “se escuchan predicciones apocalípticas cada vez que se trata de ampliar derechos para los trabajadores” y subrayó que “durante los 12 años de gobierno kirchnerista se trataron 69 leyes laborales y decían las mismas cosas”.
“Sin embargo los números demuestran otras cosas”, continuó el senador del Frente de Todos, quien precisó que “en 2003 la cantidad de empleadores era de 355.476, en 2015, después de 69 leyes laborales que iban a ser una catástrofe, la cantidad de empresas llegaron a 568.737”.
Y concluyó: “La ley de teletrabajo no va a ser un obstáculo para que esta modalidad, que ya existía y se aceleró durante la pandemia, siga creciendo”.