El gobernador del Rotary Club, distrito 4930 visitó Tierra del Fuego. El arribo corresponde a una recorrida que se realiza de manera regular. Eduardo Dalmedo, acompañado por su señora esposa, recorrieron cada uno de los clubes de la provincia. Satisfacción por la labor de los clubes locales.
RIO GRANDE.- El gobernador del distrito 4930 del Rotary Club, Eduardo Dalmedo, acompañado de su esposa, Mónica Fernández, visitó la provincia y estuvo con cada uno de los presidentes de los clubes fueguinos.
En diálogo con El Sureño manifestó que la visita corresponde a una recorrida oficial que el gobernador distrital debe realizar de manera regular.
Básicamente lo que hace el gobernador, es visitar cada uno de los clubes para ver la actividad que se encuentran realizando y motivar por si necesitan algo en esas actividades. “El trabajo del Gobernador es ser el nexo entra cada uno de los clubes del distrito”, le dijo Dalmedo a El Sureño.
“En esta visita vi los clubes bien y con muchas ganas. Hay clubes jóvenes con los que tenemos que trabajar en capacitaciones junto con la fundación rotaria y es en eso en lo que nos estamos centrando pero, en general, cada uno de los clubes está trabajando muy bien”, aseguró.
Camino a los 100 años de la fundación
Con relación a los objetivos mundiales del Rotary y la relación local, Dalmedo dijo que “con los clubes de nuestro distrito estamos muy contentos porque la fundación rotaria cumplirá 100 en 2017 y en ese contexto, hacemos hincapié en solventar los proyectos que el Rotary tiene para el mundo que son, principalmente, la lucha contra la polio y el saneamiento del agua en la zona del África en particular. Creemos que estos son temas muy importantes para el Rotary y para ello, nosotros, desde nuestro distrito, aportamos muy poquito pero es un granito de arena que suma mucho en el objetivo final”.
Adelantó que el desafío de este año es de aportar 36 dólares con 20 centavos por socio, “porque fue lo que se aportó para crear la fundación rotaria en el 1917 y, en nuestro distrito, hemos alcanzado ese objetivo en la mitad del tiempo lo que nos satisface notablemente. Para lograr el objetivo se han realizado aportes personales muy importantes y también es fruto de trabajos intenso que ha realizado cada uno de los clubes. Realmente estamos muy contentos”.
Veterano de Guerra, rotario
Cabe mencionar que Eduardo Dalmedo, es un veterano de Guerra de Malvinas y, según sus propias apreciaciones, “nunca dejé de combatir, aunque ahora lo hacemos de manera intelectual”, sin embargo destacó ser un convencido de que “la guerra no lleva a nada bueno” y “estamos dotados de raciocinio suficiente para lograr que las discusiones las mantengamos en paz, y no con un fusil en la mano”. El Gobernador rotario y veterano de Malvinas aseguró que “el Rotary me mostró la paz que yo perdí en la guerra” y destacó que “uno de los objetivos del Rotary es lograr la paz en el mundo” y se trabaja intensamente con ese objetivo.
Instó a cada una de las personas, sean rotarias o no, a bregar para que desaparezcan estas fronteras que tenemos entre los países. “Tenemos que terminar con eso de que por pensar distinto tengo que matar a alguien o alguien tiene que matarme, eso debemos desterrarlo”.
Dalmedo recordó que “después de la Guerra yo sentía que tenía que hacer algo por la paz y fue el Rotary el que me permitió realizar ese objetivo que es el de trabajar por la paz en el mundo”.
“Antes de convertirme en rotario, tuve experiencias que me llevaron a agradecer a la gente rotaria por las cosas que hacían por mí. Esas acciones me hicieron sentir que estaba en deuda y que debía devolver esos favores desinteresados por lo que me convertí en rotario. En realidad me convertí en rotario para tratar de hacer lo que la gente del Rotary hizo por mí de manera desinteresada y se los agradezco infinitamente”.
Intercambio
Para finalizar y al hablar del programa de intercambio estudiantil que consiste en el que un joven debe viajar fuera de la Argentina a cambio de que uno deba recibir a otro chico de cualquier lugar del mundo aseguró que es una programa fantástico. “Es una de las manera de fomentar la paz. Cuando uno conoce gente de otras partes del mundo se da cuenta de que es gente muy parecida a mí que sufre y que siente igual que yo. Con el intercambio rotario se forma un hermanamiento que es difícil de romper y, no es amistad, va más allá de eso. Uno termina teniendo una familia en un lugar alejado del mundo”.