Un viaje de fe, intercambio cultural, y grandes experiencias

Estudiantes de sexto año del Colegio Don Bosco Río Grande viajaron a la Jornada Mundial de la Juventud Católica. Además recorrieron lugares históricos, y compartieron experiencias con jóvenes de todo el mundo.

RÍO GRANDE.- El grupo de 36 estudiantes, acompañados por 3 adultos, viajó representando al Colegio Don Bosco de Río Grande para participar de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Este año, durante la última semana de julio, los jóvenes se congregaron en Polonia, el propio papa Francisco ofició la misa el domingo 31.

La opción que ofrece el colegio es participar de la JMJ o el viaje de egresados. Este grupo, que regresó hace apenas dos semanas, eligió la posibilidad de conocer un lugar completamente diferente y afianzar el compañerismo. El viaje, que realizan los alumnos de sexto año, es parte de un proceso, de convivencias, retiros, y otras actividades que culminan en la visita al Sumo Pontífice y otros lugares históricos para la orden de los salesianos.

“Es como cerrar un itinerario un camino, de este trabajo que se va a haciendo, en muchos casos desde que los chicos ingresan en el jardín de infantes”, explica una de las docentes.

Los 36 estudiantes, acompañados por 3 adultos, tuvieron la oportunidad de recorrer varios lugares de Europa, desde Polonia, sitio de la JMJ 2016, hasta Turín, donde conocieron la casa misma de Don Bosco. El recorrido duró en total 21 días: los primeros cinco días en Varsovia para la prejornada, luego Cracovia, donde fue la jornada en sí, y por último Italia. Allí pudieron visitar Roma, llegar a la Torre de Pisa, conocieron el Vaticano, el Coliseo, y visitaron un castillo en Milán. Además, en Florencia recorrieron varios museos.

Las actividades eran tanto espirituales como culturales, ya que si bien los grupos asistían a misas y otras reuniones organizadas por las parroquias, también visitaron lugares históricos. A la vez, los jóvenes de diferentes países tenían momentos para conversar, relacionarse y compartir experiencias: “Yo no soy tan religiosa, sin embargo es un intercambio. O sea, yo les ofrezco mi respeto, más allá de creer o no creer y pude sacar muchas experiencias muy lindas”, expresa Julieta, alumna de sexto año.

Uno de los ejemplos que más recuerda el grupo es la reacción de los demás chicos al hábito del mate: “Nos preguntaban qué era ese té que aplastábamos con la bombilla, refiriéndose al mate, y estuvimos como 15 minutos para ver qué decían”, recuerdan.

Durante la jornada de la vigilia, y la misa, el grupo de estudiantes permaneció alejado, pero sin embargo pudieron colgar la bandera de la escuela a la vista del papa Francisco, que los saludó con una sonrisa.

El cierre del viaje fue el recorrido de lugares históricos para la orden salesiana, conocieron la casa de Don Bosco, y el lugar en que comenzó el Oratorio, en Turín, Italia.

Tanto los jóvenes fueguinos como los demás, eran alojados en colegios de diferentes parroquias, y una vez en Cracoviana, debían viajar cada día 45 minutos en tren: “En ese tren era siempre encontrar gente de varios países porque todos iban al mismo lugar y se iban sumando por estaciones”, relata Candela.

Todos recalcan la importancia que tiene en este momento la figura del Papa en la vida de los jóvenes, por el hecho de ser argentino y tan carismático: “Es imposible no escucharlo -recalca Julieta, refiriéndose a Francisco- porque siempre hace comentarios muy polémicos. Está realmente cambiando la estructura de la iglesia”.

Los jóvenes coinciden en que la experiencia ha sido enriquecedora y determinante en su formación, tanto en su fe, como en la oportunidad de ver otros lugares y compartir con jóvenes de todo el mundo.

El cierre del viaje fue el recorrido de lugares históricos para la orden salesiana, donde los jóvenes conocieron la casa de Don Bosco.
El cierre del viaje fue el recorrido de lugares históricos para la orden salesiana, donde los jóvenes conocieron la casa de Don Bosco.