La ciudad atravesada por canales tiene 50.000 habitantes pero recibe al año cerca de 30 millones de turistas. Ello genera diversos trastornos que se buscan paliar.
ITALIA, AMBITO.COM.- Las autoridades de la ensoñada ciudad de Venecia decidieron comenzar a cobrar un canon a quienes decidan visitarla, como forma de compensar lo que se considera un “sobreturismo” que termina afectando a dicha localidad.
Al respecto, se apuntó que la ciudad recibe a unos 30 millones de visitantes al año, muy por encima de los 50.000 residentes fijos, en tanto que más de dos tercios de los visitantes vienen sólo por un día.
Se fundamentó en que, además de hacer la vida “desagradable tanto para los residentes como para los turistas”, el exceso de turismo está ejerciendo “presión sobre la infraestructura” de la ciudad.
Como ocurre en Lisboa o Barcelona, el “sobreturismo” está provocando que los venecianos se muden debido a la falta de viviendas asequibles, ya que los propietarios redirigen los alquileres a largo plazo hacia estancias cortas y con altas ganancias.
Venecia fue erigida sobre un pantano fangoso
Venecia fue construida sobre el agua, lo que le provee parte de su encanto, pero además sus riesgos. La explosión turística aumentó el número de barcos en los canales de la ciudad, provocando olas que están erosionando los cimientos de los edificios centenarios.
Hace dos años, el Gobierno italiano prohibió a los cruceros atracar dentro del centro de la ciudad, en parte debido al daño que estos grandes barcos causan a los edificios y al fondo marino. En agosto, la Unesco amenazó con incluir a Venecia en su lista de sitios del Patrimonio Mundial que están en riesgo debido a los “insuficientes esfuerzos” para preservar la ciudad. Estaba claro que había que hacer algo.
En 2019, el Gobierno italiano aprobó una propuesta presentada por el gobierno municipal de Venecia para la introducción de una “tasa contributiva de entrada” de 5 euros para quienes visitan la ciudad solo durante un día. El objetivo es hacer que algunos turistas se replanteen su viaje y la idea está inspirada en parte en las pequeñas islas italianas, como Ponza, que cobran una tarifa de desembarco.
Durante la pandemia, la propuesta se olvidó pero recientemente recibió un impulso y a partir de la primavera de 2024, el gobierno municipal de Venecia aplicará la nueva tasa durante un período de prueba. Según el concejal de Turismo de Venecia, Simone Venturini, esta prueba permitirá a los responsables políticos experimentar con el impuesto, con el objetivo final de hacerlo permanente.
“Probaremos la tarifa durante los días de mayor afluencia de viajes, como el fin de semana de Pascua”, dijo Venturini, quien explicó que se aplicará a los visitantes que vengan a Venecia durante el día y solo afectará al centro histórico de la ciudad.
Según una lista de reglas publicada por el gobierno local, las categorías exentas incluyen visitantes que pasan la noche, residentes de Venecia y de la región del Véneto en general, familiares de residentes locales, personas que vienen por motivos de trabajo o voluntariado, estudiantes matriculados en las universidades de Venecia, atletas que visitan Venecia para eventos deportivos y menores de 14 años.
Los visitantes deberán registrarse en una web que se lanzará próximamente y pagar la tarifa de 5 euros. El portal generará un código QR descargable que certificará que se pagó la entrada y será aplicado por las autoridades locales que controlarán aleatoriamente a las personas y les pedirán que muestren el código.
Si las autoridades detienen un turista que no tiene el código, puede pagar en el acto. Incluso las personas que están exentas de pagar, como los residentes de la región del Véneto, deberán registrarse.