Vecinos rechazaron la presencia del abusador

Roberto Orbez, el presunto violador de una menor, también debió ser retirado de su domicilio custodiado por efectivos policiales quienes lo protegían de ser linchado por los vecinos. A las 14:00 la Policía lo trasladó bajo una lluvia de piedras que arrojaban los manifestantes. Los efectivos debieron utilizar balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a la gente. Dos efectivos resultaron heridos.

Durante los incidentes dos efectivos resultaron heridos.

RIO GRANDE.- Un centenar de vecinos se concentró en el playón del edificio donde vive el presunto violador Roberto Orbez, alias “El Paisa”, quien fue acusado de violar a una menor.

Cabe recordar que, en la jornada de este miércoles 19 había abandonado la ciudad de Tolhuin, -donde fue escrachado por los vecinos de la localidad- por lo que decidió regresar a su domicilio en calle Garibaldi al 300º de Chacra IV de esta ciudad.

Fue alrededor de las 20:30 del mismo miércoles cuando llegó a su casa pero sus propios vecinos también reaccionaron y anunciaron una manifestación para la jornada de este jueves a las 13:00.

En el lugar se concentró una gran cantidad de vecinos quienes pidieron que saquen a Orbez de este edificio y que lo trasladen a otro lugar.

Con gritos insultos y actitudes poco amigables contra Orbez, los vecinos le insistieron a los policías apostados en el lugar a que retiren a Orbez y que no se irían hasta tanto se lo lleven.

En esos momentos, el edificio era custodiado por un grupo de efectivos policiales y el oficial a cargo del operativo les explicó a los manifestantes que Orbez sería trasladado alrededor de la hora 14:00.

Traslado

Finalmente y ante la insistencia de los vecinos, y para preservar la integridad de Orbez, la Policía dispuso un vehículo de traslado y sacó al presunto violador mediante un operativo de custodia.

El móvil policial debió salir a toda velocidad bajo una gran cantidad de piedras y diversos elementos que les arrojaron los vecinos.
Ante tan violenta actitud de los vecinos los agentes debieron utilizar bajas de goma y gases lacrimógenos para dispersarlos y preservar la integridad de los policías.

Dos efectivos terminaron hospitalizados. Uno de ellos con cortes en el cuero cabelludo y el otro con golpes de diversa consideración, ya que recibió golpes de puños y patadas de los vecinos.