Un padre que violó a sus dos hijos biológicos deberá cumplir una condena de 24 años de cárcel

Se trata de una persona que tiene 54 años, identificada con las iniciales DHA. El jueves el Tribunal de Juicio de Ushuaia lo condenó a 18 años de prisión y la unificó con una sentencia anterior de 14 años de cárcel. Así fijó la condena en 24 años de cárcel. El acusado violó a sus dos hijos, cuando eran menores de edad.

USHUAIA.- Un padre que mantuvo relaciones sexuales con su hija y su hijo, entre los años 2000 y 2012, en innumerables ocasiones, deberá cumplir una condena de 24 años de cárcel, ya que el jueves recibió una pena de 18 años de prisión tras haber sido encontrado responsable del haber abusado sexualmente de su hijo varón.

Identificado con las iniciales DHA, este hombre que tiene 54 años de edad mantuvo relaciones sexuales no consentidas también con su hija, hecho por el cual fue llevado a juicio en el año 2013 y en febrero de ese año el Tribunal de Juicio le aplicó una sentencia de 14 años de cárcel, que cumple en la actualidad.

Precisamente, durante el desarrollo de ese juicio fue que surgió la nueva denuncia contra este sujeto que reside en Ushuaia. Cabe indicar que en el juzgamiento en este nuevo proceso judicial, que tuvo lugar entre miércoles y jueves de la semana pasada, a puertas cerradas, hubo que realizar pericias especiales debido a que la víctima (su hijo varón) padecía esquizofrenia.

Nuevo juicio

DHA fue llevado a juicio oral por el delito de abuso sexual agravado, el cual concluyó el jueves cuando los jueces del Tribunal de Juicio lo condenaron por hallarlo penalmente responsable de haber cometido el delito de abuso sexual agravado por acceso carnal y por el vínculo, reiterado en un número indeterminado de veces y en concurso ideal con corrupción de menor agravado por el vínculo.


El 22 de febrero de 2013 elacusado fue condenado por el abuso sexual a su hija.

La condena fue por hechos cometidos en Ushuaia, entre los años 2000 y 2012 en perjuicio de su hijo varón. En la causa actuó como fiscal el doctor Nicolás Arias, quien en sus alegatos solicitó que se aplique la pena de 18 años de prisión, a lo que accedió el Tribunal y la unificó con otra condena por 14 años también por abuso sexual cometida en perjuicio de su hija biológica.

Condena anterior

Sobre la condena anterior, cabe indicar que el 22 de febrero de 2013 el Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito Judicial Sur condenó a H.A.D. a la pena de 14 años de prisión, accesorias legales y costas, por considerarlo autor material y penalmente responsable de los delitos de abuso sexual agravado por acceso carnal por la calidad de guardador y por la situación de convivencia preexistente, reiterado en número indeterminado de ocasiones.

El condenado fue llevado a juicio por los hechos cometidos en la ciudad de Ushuaia, entre el año 2000 y comienzos del 2004, en perjuicio de su hija, identificada con las iniciales MVD.

En aquél juicio se tuvo por probado que abusó sexualmente de su hija desde el año 2000 y hasta principios de 2004, en que la víctima tenía entre 15 y 18 años de edad. Los abusos sexuales consistieron en tocamientos y penetraciones vaginales utilizando para ello amenazas y agresiones directas. Esos hechos ocurrían reiteradamente dentro del domicilio particular, donde los nombrados convivían como padre e hija y en momentos en que la madre de la joven no se encontraba. Los mismos comenzaron con tocamientos en las zonas íntimas de su hija y en forzarla a hacer lo mismo con él, aprovechándose de su edad e inexperiencia e incluso mediante el empleo de la fuerza física.

Con el tiempo, el imputado comenzó a obligar a la víctima a mantener relaciones sexuales, al principio mediante el empleo de fuerza física y luego amedrentándola con contar lo ocurrido, aprovechando que MVD tenía miedo y vergüenza. Así, HAD accedía carnalmente a M.V.D., entre dos o tres veces por semana, durante el período de tres años.

Vale aclarar que la damnificada además padeció diversas agresiones físicas por parte del imputado, ya sea por celos o por no poder sostener una relación sentimental con ella. Los abusos sexuales continuaron hasta que la joven se fue a estudiar a la ciudad de Córdoba, donde empezó a recibir cartas de amor de su padre.

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