Un joven vinculado a las drogas tenía en su poder elementos de la Policía

La requisa que se hizo el martes pasado a un auto que circulaba por Chacra II en el marco de una investigación en la Margen Sur, dejó mas interrogantes que certezas. El sujeto de frondoso prontuario tenía una poderosa arma de fuego, cocaína y un handy con la frecuencia policial. En su casa encontraron mas pertrechos pertenecientes a la misma fuerza policial y se abrió un sumario.

Bazán quedó detenido junto a su acompañante por la tenencia de drogas, a disposición de la Justicia Federal.

RIO GRANDE.- La investigación policial guardaba relación al tiroteo del 12 de noviembre en la Margen Sur y llegó, el martes a la tarde, a la detención de un rodado Honda Civic en el que circulaban Miguel Silva Bazán de 27 años junto a Julia Laura Morel.
De la requisa surgió la tenencia de una pistola Glock calibre 9 milímetros, un radio policial y sustancia estupefaciente, ordenándose dos allanamientos que derivaron en el secuestro total de alrededor de 70 gramos de cocaína.
Esto tuvo la intervención de la Justicia Federal que fue la que ordenó la detención e incomunicación de la pareja, dado que el juez interviniente, el Dr. Daniel Cesari Hernández, solo los había notificado de derechos y garantías por los allanamientos.
En la casa de Silva Bazán se encontró más polvo blanco que era para el “estiramiento” de la droga, pero no resultó ser sustancia estupefaciente, y otros elementos que posiblemente denoten una finalidad comercial por lo que fue la Justicia Federal la que ordenó su detención.

Pertrechos policiales
Además del equipo de radio con la frecuencia policial, a Silva Bazán le encontraron otros elementos sugestivos que vinculan a la misma fuerza con este delincuente.
Del allanamiento a su vivienda se encontró un chaleco de un agente de la comisaría Quinta, el cual denunció su sustracción en un robo a su vivienda hace tres meses; pero para una campera de la División Delitos Complejos y Narcocriminalidad no se encuentra explicación cómo terminó allí.
La campera pertenecía a un oficial que se alejó de la brigada de Narcocriminalidad hace varios años, y que fue dejada dentro de esa misma dependencia. Ahora la prenda es encontrada en la casa de un sujeto que es investigado por presunta venta de estupefacientes.
A tal fin se abrió un sumario a fin de investigar como llegó ese elemento a dicha vivienda, pero suma otra suspicacia en relación a las fuerzas que deben estar al combate del narcotráfico.

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