Se desprende del estudio de opinión realizado por Santillana Compartir entre más de 1.600 madres y padres latinoamericanos con el objetivo de conocer su experiencia durante la pandemia. Los principales puntos positivos destacados han sido poder pasar más tiempo de calidad con los hijos y conocer mejor su proceso de enseñanza-aprendizaje.
BUENOS AIRES.- La pandemia aceleró un proceso que ya estaba en auge: la digitalización de las escuelas. En un contexto de regreso gradual a las aulas, hoy las familias consideran que ha llegado el momento de que las escuelas integren completamente la tecnología dentro de las aulas y no sólo como respuesta a las medidas de emergencia sanitaria. Así lo refleja un informe realizado por Compartir, el ecosistema edTech de Santillana que ayuda a los colegios en su proceso de mejora y transformación educativa, y que cuenta con más de un millón de usuarios en su plataforma en toda Latinoamérica.
El estudio se desarrolló en los meses de abril y mayo de 2021 entre familias de Argentina, México, Colombia y Perú usuarias de Compartir en niveles primarios y secundarios, mediante técnicas cualitativas y cuantitativas. En su realización colaboró la consultora independiente Synergein Research.
El objetivo era explorar y conocer la experiencia de padres y madres durante la pandemia en dos ámbitos principales: el educativo y el social/familiar. Los principales puntos positivos destacados han sido poder pasar más tiempo de calidad con los hijos (74,3%) y conocer mejor su proceso de enseñanza-aprendizaje (60,6%).
Puntualmente a nivel local, casi el 60% de las familias argentinas afirmó que la pandemia los afectó bastante a nivel económico, social y emocional. Se trata del país con mayor grado de afectación entre los analizados.
La educación en tiempos de Covid-19
Desde un punto de vista educativo, la mayoría de los consultados señalan dos momentos muy diferenciados durante la pandemia:
El inicio de la educación a distancia, marcado por el caos y la toma de decisiones precipitadas. Consideran que fue un proceso de adaptación “complejo y dificultoso”, tanto para ellos como para las escuelas, debido a la falta de una cultura digital sólida.
Una segunda etapa de mayor estabilidad y eficiencia en los procesos de enseñanza-aprendizaje, en la que se pone en valor el buen hacer por parte de los colegios. Las familias reconocen el esfuerzo de los docentes por reinventarse y por potenciar la comunicación directa con ellas.
“En Argentina, uno de los principales aspectos que destacaron las familias fue no solo acceder a la plataforma Compartir con todas sus funcionalidades sino que además, Santillana abrió su fondo editorial propio de manera gratuita para que los chicos pudieran contar con material de estudio dentro de ese contexto inédito y caótico. Porque cuando se cerraron las escuelas, la mayoría de los libros o materiales todavía no habían llegado a ser adquiridos o distribuidos”, comenta Sabrina Pardo, directora de Compartir en Argentina.
Los padres y madres consultados en el informe también coinciden en resaltar el papel clave de la plataforma educativa Santillana Compartir durante la pandemia, que ha permitido a sus hijos afrontar con facilidad y solvencia las clases a distancia. Específicamente en Argentina, el 90% de las familias señala que Compartir ha sido la herramienta más importante de sus hijos durante las clases online. Casi 7 de cada 10 familias argentinas consideran que la plataforma propone una metodología innovadora más allá de los contenidos, más actual, dinámica y menos tradicional. Además, más del 60% afirman que ha permitido una comunicación rápida y fluida con los docentes.
“Dentro de la plataforma, las familias argentinas valoraron mucho el tema de la comunicación, fue fundamental poder contar con un sistema de mensajería interno para seguir en contacto con el colegio y agilizar el intercambio cotidiano. También coordinamos capacitaciones para guiar a las madres y los padres en el apoyo escolar que ellos mismos tuvieron que empezar a darles a los chicos en sus casas. Desde el lado de las escuelas, creemos que fue importante contar con asesoramiento en el diseño de un plan institucional para esa nueva realidad”, agrega Pardo.
En todo el proceso vivido en 2020, las familias encuestadas destacan de manera unánime a los alumnos como los protagonistas de la educación online por su actitud colaborativa y su capacidad de adaptación. Creen que esta experiencia les ha servido para adquirir competencias digitales, una mayor motivación ante el formato digital y una actitud colaborativa y proactiva. La educación a distancia les permite “ir más allá del estudio”, al no limitarse solamente a la incorporación de los aspectos básicos curriculares. Asimismo, 3 de cada 5 familias señalan la necesidad básica de que las escuelas integren de manera cotidiana, normalizada e intensiva la tecnología en el día a día del aula, incluso en la presencialidad. De hecho, el informe confirma que la tecnología ha sido un fenómeno clave durante la pandemia, debido al auge del teletrabajo y la educación a distancia, así como por su importancia en el ocio y la comunicación con familiares y amigos.
Criterios para elegir una escuela
El estudio también indaga en el proceso de decisión que viven las familias a la hora de elegir una escuela para sus hijos.
Las madres y padres consultados, de estrato socioeconómico medio, tienden a centrarse en colegios privados. Dentro de esta oferta educativa, valoran las distintas opciones en función del “boca a boca” y, sobre todo, de la visita a los colegios, un hito clave en el proceso de selección.
Entre las características de las escuelas más valoradas, destaca la proximidad al hogar. Es la más relevante para el 68% de los encuestados, seguida de las instalaciones (63,3%) y del trato cercano a las familias (59,6%).
En lo que respecta a la identidad de la escuela, más del 80% de los padres y madres prestan especial atención a los valores que se promueven. El 61% prioriza a aquellas escuelas que cuidan y protegen más a los alumnos, mientras que el 58% valora más la sensación de disciplina y control.
Respecto la oferta educativa, específicamente en Argentina el 97,6% de las familias consideran que el primer factor a pensar es el proyecto y la metodología de enseñanza. También son relevantes los resultados académicos (83%) y el trato personalizado hacia las familias (66%). Además, el 80.5% de las familias argentinas menciona que les gustaría que el colegio desarrolle un mayor nivel de inglés.
Actitud y ocio durante la pandemia
Uno de cada cuatro encuestados reconoce que la pandemia de la COVID-19 ha supuesto un duro golpe en la economía familiar, ya sea por la pérdida de empleos o por un mayor número de gastos.
Desde un punto de vista emocional, el malestar parece generalizado. Un 46,6% de los consultados manifestó sentir “incertidumbre” en esta situación y un 45,5% se inclinó más por el “aislamiento”, al haber visto cómo la pandemia afectó a sus relaciones sociales. Además, un 43,3% aseguró haber desarrollado algún episodio de estrés o depresión.
Sin embargo, el tiempo de confinamiento ha sido percibido también como una oportunidad de reencuentro familiar: el ocio ha quedado relegado al plano del hogar y se han desarrollado distintas actividades en familia como cocinar, realizar ejercicio físico o hacer manualidades.
Al mismo tiempo, este mayor tiempo en familia ha reforzado la necesidad de compensar actividades grupales con otras más individuales, como la lectura, el visionado de series o el uso de la tecnología. No obstante, los padres no se encuentran cómodos ni conformes con el protagonismo que hoy en día tiene la tecnología en el ocio de sus hijos.