Tres trece años de prisión agotó su pena problemático recluso

Cancino en 2012 cuando fue detenido en Chile, tras la breve fuga de la Unidad de Detención.

RIO GRANDE.- Ayer al mediodía recuperó su libertad desde la Unidad de Detención 1 con 33 años de edad, José Luis Cancino Saldivia, quien fuera muy joven condenado a la pena de 12 años de prisión por un homicidio en el barrio Perón.

Ese crimen ocurrido en junio del 2005 se produjo entre marginales que convivían bebiendo alcohol en una vivienda abandonada de calle Cámpora, donde Rubén Alvarado fue asesinado de 11 puñaladas, en un hecho entre borrachos.

José Luis Cancino Saldivia fue condenado por ese suceso y allí comenzó a transitar una pena de prisión que tuvo no pocos sobresaltos.

Cancino protagonizó numerosos incidentes intramuros, autolesionándose y en otras oportunidades atacando al personal penitenciario, lo que incluso le valió el traslado a Ushuaia, donde protagonizó diversas protestas y hasta una “huelga de hambre”, hasta poder retornar a la Unidad de Detención 1.

En numerosas oportunidades denunció apremios ilegales dentro de la prisión, tanto en Ushuaia como en Río Grande, en hechos que nunca tuvieron una respuesta judicial a sabiendas de las complicaciones permanentes que generaba este recluso.

Una fuga que le valió un año más

Cancinó en 2012 volvió a las primeras planas cuando junto a otros dos internos protagonizó la resonante fuga de la Unidad de Detención, siendo recapturados en Chile, para a los pocos días ser deportados y entregados a las autoridades policiales en la zona fronteriza.

Ese episodio significó que el Juzgado Correccional le aplicara otro año de prisión que se le sumó a los del crimen anterior, unificándose en una pena única de 13 años, que asimismo lo consideró reincidente, por lo que quedó imposibilitado de acceder a todo beneficio excarcelatorio previo.

A ello se sumó que Cancino siempre estuvo mal conceptuado en materia de comportamiento intramuros, por lo que se lo imposibilitó acceder a cualquier tipo de salidas en los últimos tiempos, hasta que finalmente ayer al mediodía se retiró de la Unidad por agotamiento de la condena.

El joven fijó domicilio en la casa paterna en la Margen Sur y el tiempo dirá si hubo rehabilitación que permita reinserción social.