TESTIMONIOS DE MALVINAS – Las mujeres y la guerra II

VGM María Liliana Colino.

Acá se respira Malvinas, el mismo Malvinas que se respiraba en la guerra

La VGM María Liliana Colino nació el 03 de diciembre de 1955 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde aún reside. Es enfermera y médica veterinaria graduada en la UBA. En 1982 pertenecía a la Fuerza Aérea Argentina, como personal militar femenino, con el grado de Cabo Principal. Fue la única mujer que estuvo en las Islas durante el conflicto del Atlántico Sur ayudando a evacuar a los heridos.

VGM María Liliana Colino.

Mientras la Cabo Principal María Liliana Colino terminaba de armar los Botiquines de Emergencias Médicas (BEM) que llevaban todas las misiones de rescate en los Hércules C-130, escuchó la voz del Capitán Médico Adolfo Smith que le decía: “¿Te animás a venir”? y, sin dudarlo, respondió que sí. La noche del 21 al 22 de mayo de 1982 marca el momento en que la única mujer con rango militar pisó Malvinas en una misión de logística y rescate de heridos en Puerto Argentino.

“Estaba desplegada en el Hospital Reubicable que la Fuerza Aérea había instalado en Comodoro Rivadavia y realicé evacuaciones aeromédicas en Merlín -avión de terapia intensiva-, en la costa patagónica y evacuaciones aeromédicas en Hércules C-130 desde Puerto Argentino a Comodoro Rivadavia”.

“Lo que más recuerdo y valoro es haber pisado las Malvinas y haber visto flamear allí la Bandera Argentina, ese es un momento que no puedo igualarlo con ningún otro”.

“El haber participado de la guerra me enseñó la importancia del trabajo en equipo, éramos muy compañeros, siempre apoyándonos, eso en la vida civil no se ve. Además me enseñó que a las cosas superfluas no hay que darle importancia, que la vida está a un minuto de ‘hoy si, mañana no’ y cuando uno de repente está en un refugio o está volando y te están persiguiendo los Harriers y vos decís: ‘si bombardean acá se termina todo’, entonces en ese segundo vos te ponés a pensar: ´qué tonta fui de hacerme problema con cosas que no tenían importancia’ y la guerra me enseñó a saber qué era importante y a no ponerme mal por cosas que no tienen solución o que no dependen de mí”.

“En el paso de los años a Malvinas yo la siento como siempre, con el fervor que tenía cuando era chica, porque en esa época era diferente, el fervor que había por Malvinas y el saber qué pasó posteriormente, por ejemplo, en la época de mis hijos no se hablaba de Malvinas, pero cuando yo era chica Malvinas era Argentina, así que para mí que se recuerde a Malvinas es importante, por eso nosotros tratamos de trabajar tanto en las escuelas, el lugar más importante para hacer conocer Malvinas es la escuela, acá no es importante lo que hizo cada uno, sino que no se olviden, que hay que seguir tratando de recuperar las Malvinas, que los políticos no dejen de ocuparse con la parte diplomática para que vuelvan a ser argentinas”.

“Nunca había venido a Río Grande y para mí es como estar en Malvinas, es ese sentimiento, en Buenos Aires prácticamente Malvinas no existe y uno llega acá y se respira Malvinas, el mismo Malvinas que se respiraba en la guerra”.

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