Enfermedad inflamatoria intestinal: un estudio permite anticiparse a las posibles recaídas

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) es un grupo de enfermedades inflamatorias, crónicas del tracto gastrointestinal que incluye a la Enfermedad de Crohn, Colitis Ulcerosa y Colitis Indeterminada. Gracias a nuevos métodos de diagnóstico, es posible dar seguimiento a los pacientes y anticipar recaídas, aún en los casos que no se presentan síntomas.
BUENOS AIRES.- La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un grupo de enfermedades inflamatorias, crónicas del tracto gastrointestinal, que cada vez padecen más personas en todo el mundo. Requiere de un tratamiento a largo plazo para aliviar y manejar los síntomas así como para minimizar las complicaciones que pueden aparecer a lo largo del tiempo. Al compartir síntomas con otras patologías digestivas muchas veces es de difícil diagnóstico. En Latinoamérica se la clasifica dentro de las llamadas enfermedades poco frecuentes, por ello, al ser de baja prevalencia, hay escasos profesionales especializados en su manejo y tratamiento.

En la actualidad se encuentra disponible un novedoso método de diagnóstico que consiste en la medición de la calprotectina, una proteína que tiene relación directa con la inflamación de la mucosa intestinal, y permite detectar próximas recaídas aun sin haber síntomas y eventualmente funciona como elemento diagnóstico ante dudas o sospecha de enfermedad.

“La medición de la calprotectina es un indicador de la inflamación intestinal muy útil en pacientes con EII ya que esta proteína se activa mucho tiempo antes de que el paciente tenga síntomas”, explicó la Dra. Maricel Belicoso del Hospital Bonorino Udaondo. Este análisis es de gran utilidad para monitorear el tratamiento y eventualmente como elemento diagnóstico ante dudas o sospecha de enfermedad. A través de este método no invasivo se determina si es necesaria una colonoscopia u otro tipo de estudios para que el paciente pueda recibir el tratamiento adecuado. “A su vez, contribuye a un mejor seguimiento de los pacientes, a evaluar recaídas y evitar estudios más invasivos y más costosos para el sistema de salud”, agregó la especialista.

La EII se presenta en forma intermitente y con severidad variable; los síntomas dependen por lo general del segmento del tracto intestinal comprometido. Existen tres formas de la afección: enfermedad de Crohn (puede afectar cualquier segmento del aparato digestivo), colitis ulcerosa, que involucra sólo el colon (el intestino grueso), y colitis indeterminada, cuando los síntomas aún no permiten encuadrarla dentro de alguna de las categorías precedentes.

“En ocasiones, cuando los síntomas son percibidos por los pacientes como leves, intermitentes o que no alteran considerablemente la calidad de vida, puede existir la automedicación o la no consulta, retrasando así el diagnóstico” explicó Martin Yantorno, Médico del Servicio de Gastroenterología H.I.G.A San Martín en La Plata, y además afirmó que en ocasiones “desde la parte médica puede haber un sub diagnóstico debido a que las EII son poco frecuentes y por lo tanto poco sospechadas, ya que los síntomas pueden presentarse en otras enfermedades como por ejemplo en el Síndrome de Intestino irritable”.

Los principales síntomas son aumento en la frecuencia o urgencia evacuatoria, diarrea persistente, dolor abdominal, moco y/o sangrado en las heces, lesiones perianales, fiebre o vómitos. En niños y adolescentes puede existir retraso del crecimiento. También es posible que se presenten manifestaciones extraintestinales tales como inflamación de las articulaciones, problemas en los ojos, la piel, el hígado, y/o trastornos renales, de diferente severidad según localización y extensión.

Por su parte, el Dr. Gustavo Javier Correa, Médico del Servicio de Gastroenterología H.I.G.A San Martín en La Plata sostuvo que “estas enfermedades tienen su tratamiento, que busca controlar los síntomas y la inflamación a nivel intestinal, para evitar las reactivaciones y las complicaciones asociadas. Con esto, se puede mejorar la calidad de vida y disminuir el impacto que genera la enfermedad”.

La EII impacta notablemente en la calidad de vida del paciente, tanto en el estado emocional como en el bienestar personal general, afecta las relaciones con la familia, la pareja, las relaciones sociales e incluso el desempeño en el ámbito educativo/laboral. Sin embargo, cuanto antes se implemente el tratamiento adecuado se reducirá de forma temprana el impacto que la enfermedad tiene en la calidad de vida. El diagnóstico y manejo adecuado y oportuno de la enfermedad es fundamental para inducir a la remisión de los síntomas, evitar recaídas, y reducir la duración y severidad de la EII, así como también, mejorar la nutrición y el crecimiento en niños y adolescentes.

Según la Dra. Belicoso “los pacientes que están diagnosticados y reciben el tratamiento adecuado, cuando logran la remisión llegan a tener una vida normal. En Argentina se ha mejorado mucho en materia de diagnóstico, es decir que si el paciente consulta tempranamente, al aparecer los síntomas, se lo deriva enseguida al gastroenterólogo y esto permite el diagnóstico precoz. La EII es una enfermedad incapacitante, por lo que el diagnóstico temprano permite que deteriore lo menos posible la calidad de vida del paciente“.

“Debido a que la EII es una enfermedades crónica, que requiere tratamiento y seguimiento de por vida, la carga que genera en el pacientes es grande. De todas formas, la posibilidad de disminuir ese impacto para que los pacientes puedan desarrollarse libremente, es uno de los objetivos del tratamiento. En el área de EII del HIGA San Martin actualmente contamos con la posibilidad de realizar la prueba de calprotectina”, concluyó el Dr. Yantorno.