Símbolo de la salud pública

El Hospital Regional festejó 72 años y lo hizo junto a la comunidad, compartiendo parte de su historia y con un espectáculo artístico de la Sinfónica Kayen.

La memoria del historiador y periodista Mingo Gutiérrez para recordar los primeros años.
En los festejos hubo un espectáculo artístico de la Sinfónica Kayen.

RÍO GRANDE.- La historia de la salud pública comenzó en 1947 en Río Grande cuando la ciudad solo contaba con 1400 habitantes. Una historia que va desde las primeras atenciones médicas esporádicas en el espacio del Batallón de Infantería de Marina Nº5 al lugar que hoy ocupa, contando con más de 20 mil consultas mensuales. Ayer el Hospital Regional cumplió 72 años y los festejó junto a la comunidad, compartiendo parte de su vida y con un espectáculo artístico de la Orquesta Sinfónica Kayen.
El historiador y periodista Mingo Gutiérrez fue invitado especialmente para recordar cuál fue el origen del hospital público. “Hoy nos toca recordar un acontecimiento formal que se dio un 17 de octubre de 1947, no en este espacio sino en una calle que había recibido hace poco su nombre: que era la calle Thorne. Hoy por hoy ese lugar se identifica con las dependencias del Batallón de Infantería N°5 que por entonces no había llegado, llegaría en 1951”, relató ante vecinos, personal del Hospital y trabajadores jubilados que se acercaron ayer a compartir el festejo.
Gutiérrez recordó una entrevista que le realizó al doctor Hugo Vittoli, entre los años 1949 y 1959, uno de los primeros médicos de la ciudad. “Fue en la época del temblor que tanto recuerda la gente de ese entonces y él señalaba que, como médico de Marina, lo enviaron a tener un destino en Río Grande, pero tenía nada más que seis conscriptos como pacientes, así que le sobraba tiempo”, dijo el historiador.
“En razón de eso, a él lo derivaron a atender a la población civil, y él siendo traumatólogo, comenzó a atender todo tipo de dolencias, hasta hizo de dentista en algún momento” dijo y afirmó que “los médicos en ese entonces estaban a disposición de lo que pudiera surgir en la comunidad”.
Asimismo, expresó que un 17 de octubre de 1947 el hecho no estaba apartado de una lectura política. “Ya comenzaba a tener una significación para la vida de los argentinos esta fecha que luego se conocería como el Día de la Lealtad”, sostuvo.
“Se le dio forma entonces de Hospital a las dependencias que habían sido fabricadas en el año 1942 para ser transportadas a Río Grande, y en realidad dependencias que fueron unidades del Ejército, que finalmente se fueron y se decía que fue porque el clima era insalubre. En realidad, lo que eran insalubres eran esas edificaciones, puesto que fueron pensadas en Rosario con un destino en este lugar donde la realidad climática era muy distinta”, contó.
Gutiérrez recordó que luego de esa experiencia “aquellas edificaciones debían mejorar y crecer, había un proyecto, que en ese entonces era construir un Hospital en este lugar, y se tardó cerca de 15 años, hasta que un día 23 de septiembre de 1963 se lo dio por inaugurado, aunque ya venía funcionando esto”.
También sostuvo que el 17 de octubre de 1947 “ya estaba funcionando la institución hospitalaria con un médico permanente, que era mucho decir, vamos a tener en cuenta que años después el director de este establecimiento era el doctor Pacheco, que atendía este establecimiento y las dependencias sanitarias de la Margen Sur en el frigorífico”.
“Las cosas deben haber sido más difíciles antes, en los años 30 no se puede pensar en ningún tipo de asistencia hospitalaria, recién en 1942, un 25 de mayo se va a inaugurar sobre la calle Elcano en dependencias que eran de la familia Bilbao, el centro de Higiene Materno Infantil, donde había atención para los niños y las madres, pero para los hombres, arréglate, la atención podía estar en el frigorífico si trabajabas en el campo como lo hacía la mayoría de la gente”, relató.
En 1947, el primer envión “del cual fueron testigos quienes comenzaron a participar de ese lugar de acción mancomunada de cuanto médico anhelaba a esta Tierra del Fuego, de ellos muchos se desempeñaban tanto en el ámbito privado como en el ámbito público que era el Hospital”.
“Por los años 60 todavía era común la visita médica a nivel domiciliario, yo recuerdo de chico las gripes de ese entonces que tenías que prepararte en casa porque te venía a ver el médico a tu domicilio, hoy por hoy eso ya no sería posible” dijo y recordó que “en ese ámbito doméstico creció esta institución”.
En este orden afirmó que “esta institución fue más que nada un nido, en el cual pudo reformularse el futuro de quienes fueron en aquel entonces fueguinos y riograndenses”.
“Muchos han tenido la fortuna de nacer en esta institución, otros hemos tenido la fortuna de ver nacer aquí a nuestros hijos, yo tuve la fortuna de ver a mi esposa desempeñarse aquí siendo administrativa; hoy por hoy este Hospital es centro de una mirada a veces crítica, y es lógico que eso sea así, otras veces optimista, las más de las veces esperanzada”, añadió.
Finalmente expresó que “al Hospital se lo ha conocido como Nuestra Señora de la Candelaria, este Hospital que hoy por hoy es responsabilidad de los cuadros médicos, enfermeros y administrativos, también es responsabilidad de todos nosotros que le ponemos el cuerpo para que el Hospital lo mantenga en mejores condiciones”.
“Algo nos ha dado el Hospital para que nosotros se lo estemos devolviendo, será poco o será mucho, ojalá que sea mucho”, cerró.