Cómo se “defienden” las petroleras de la crisis global y la devaluación

BUENOS AIRES (NA).- Ante un escenario convulsionado para el mercado petrolero, las refinerías de las principales compañías redujeron la producción local de gasoil y aumentaron su importación a un precio 25% inferior, con lo que obtienen ganancias.

Ocurre que en vez de afrontar los costos locales de producción, las compañías importan gasoil terminado a un precio internacional más bajo con la referencia de 45 dólares el barril de petróleo y lo comercializan aquí al amparo de los 60 dólares promedio de “precio sostén” del barril criollo.

Sólo con esa estrategia, las petroleras ganan 25% más en dólares, una rentabilidad que a la que no se le acerca ninguna otra actividad en la Argentina recesiva, excepto la bicicleta financiera de las Lebac (25,75% anual en pesos).

Una petrolera líder compró productos al exterior entre enero y septiembre un 234% más que en el mismo período de 2015; y otra adquirió un 60% más en el exterior, según fuentes del mercado.

En otro caso, un 30% más, mientras YPF, en la que hay control del Estado, redujo 15% sus importaciones.

Se configura así una transferencia directa de cientos de millones de pesos de los bolsillos de los consumidores a las grandes petroleras, que redujeron su actividad extractiva en la Patagonia y en sus refinerías.

Si bien no es una maniobra ilegal, impacta directamente en el mercado laboral dado que, se estima, por cada metro cúbico que ingresa se dejan de refinar tres de petróleo en Neuquén y Río Negro; y es un golpe duro a la balanza comercial del país.

La producción de crudo cae: en 2015 se produjeron unos 532.116 barriles por día en promedio en el país y ahora se está en 513.756; YPF y Pan American Energy controlan el 63% de este mercado.

Estos cambios también impactan a las arcas de las provincias, porque se redujeron los ingresos por regalías, lo cual genera desesperación en los gobernadores, que ya miran a la minería como una alternativa casi ineludible.

El gobernador de Chubut, Mario Das Neves, salió a pedirle en público a YPF que “mantenga los 13.500 puestos laborales que se generan de manera directa e indirecta” tanto en Comodoro Rivadavia como en la Cuenca del Golfo San Jorge.

Ante la consulta de NA, voceros del Sindicato de Petroleros Privados que lidera Jorge “Loma” Ávila aseguraron que directivos de YPF les advirtieron que “hay sobrante de personal” a pesar de las inversiones proyectadas para 2017.

Y los movimientos en el mercado sólo despiertan suspicacias: el Gobierno le adjudicó entre enero y abril siete de las ocho licitaciones de gasoil a Shell.

La Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) le dio así el negocio de importación de gas oil a Shell Western, una de las firmas subsidiarias de la angloholandesa, para el funcionamiento de las centrales eléctricas.
Menos producción, más importación

Datos del Ministerio de Energía y Minería indican que mientras las ventas caen a un ritmo del 1,5% anual en comparación con 2015, las compras de gasoil al exterior por parte de las petroleras se dispararon un 28%.

Según el INDEC, en el primer semestre de 2016 aumentó la producción de nafta súper y kerosene y cayó el refinado de nafta común y premium, gas oil, fuel oil, propano, diesel oil, combustible para retropropulsión y asfaltos.

El mismo organismo de estadística y censos que conduce Jorge Todesca indica que aumentaron las importaciones de aguarrás, gas oil 500 (grado 2) y Euro o Ultra (grado 3), lubricantes industriales y naftas premium, de mayor octanaje.

Según IES Consultores, especialista en el estudio de mercados del sector energético, la elaboración de gasoil cayó un 4% anual en el acumulado de enero a agosto de este año.

Datos de la subsecretaría de Refinación y Comercialización confirman la fuerte baja en la producción de gasoil este año.

La elaboración de gasoil euro (el de más calidad en el mercado) en miles de metros cúbicos cayó 49% en enero; bajó 8,3% en febrero; descendió 14,1% en marzo; retrocedió 19,6% en abril; subió 1,9% en mayo; y volvió a caer 42,5% en junio.

Y la producción de gas oil neto de centrales eléctricas bajó 8,52% en miles de metros cúbicos al pasar de 5.889.300 en el primer semestre de 2015 a 5.387.300 en el mismo período de 2016.

Estudios privados actualizados a julio indican que la Argentina importó 1.450.000 metros cúbicos de gasoil grado 3 en siete meses, equivalente al 76,3% de lo comprado al exterior en todo 2015.

Referentes del sector petrolero negaron ante NA que las compras de gasoil al exterior sean por mera especulación económica, pero reconocen que el uso de la capacidad instalada está en el 60% en al menos la mitad de las refinerías.

Y agregan que el precio promedio de las naftas en el mercado interno cayó 17,3% en dólares en el tercer trimestre, mientras el del gasoil descendió un 19%, a pesar de la suba del 31% promedio en pesos en los surtidores.

En 2015 la producción de los principales combustibles había tenido una expansión del 9%, hasta los 20.564 millones de litros de gasoil y naftas, a pesar de que la crisis internacional del petróleo se desató a mediados de 2014.

En la Argentina, el 57,5% de los combustibles consumidos son gas oil; el 35,4% son naftas especiales; el 0,1% nafta común (en un marco de práctica desaparición); y el 7% son aeronaftas.
¿Qué dicen en la Patagonia?

En Río Negro y Neuquén estiman que esta estrategia de importar más cuenta con el aval del Gobierno, dado que genera una sobreoferta de crudo del tipo Medanito, que es el que sale en estas dos provincias, y que ya casi no encuentra mercado.

¿Para qué? El objetivo sería demostrar que ya no se puede seguir sosteniendo el precio local del barril criollo en u$s60 para ponerle fin a las compensaciones y que el mercado quede completamente desregulado.

El ministro de Energía, Juan José Aranguren, había anticipado el 14 de diciembre de 2015, al inicio de su gestión como funcionario público, que su objetivo era un mercado absolutamente desregulado y con precios internacionales a partir de enero de 2017.

En Chubut ya dan como un hecho la eliminación del barril criollo con un precio subsidiado de u$s60 que forma parte del acuerdo para sostener la actividad productiva al que las petroleras se comprometieron pero –en gran medida- no cumplieron.

El acuerdo con la administración de Mauricio Macri consistió a principios de 2016 en garantizar un precio del petróleo de Chubut, el Escalante, a 54,90 dólares, y el de Neuquén y Río Negro, el Medanito, a 67 dólares.

Empresarios de servicios petroleros indicaron a NA su preocupación y señalaron que YPF SA ya proyectó un presupuesto para 2017 sobre la base de un barril de petróleo a 53 dólares promedio.

Todo indica que la convergencia de los precios locales con los internacionales está a punto de llegar, después de que las petroleras forjaron un colchón a través de la mayor importación de gasoil.

na1