River se trajo un buen empate

MONTERREY, MÉXICO (NA).- Con un planteo inteligente que redujo las virtudes del rival y con un Marcelo Barovero que respondió las pocas veces que lo exigieron, River se trajo anoche un buen resultado de México al igualar 0-0 ante Tigres, en el estadio Universitario de la ciudad de Monterrey, por la ida de la final de la Copa Libertadores de América.

River salió en el primer tiempo con un plan claro: no permitirle manejar limpiamente la pelota a un rival que sabe hacerlo y tratar de neutralizar a las grandes individualidades que tiene.

Y a excepción de algunos momentos esporádicos, pudo hacerlo casi siempre, en parte gracias a un muy buen trabajo de la mitad de cancha.

Con un Kranevitter muy atento a cortar la pelota y con Leonardo Ponzio presionando más arriba, River doblegó al doble cinco de Tigres, compuesto por Guido Pizarro, que nunca recibió cómodo, y por Egidio Arévalo Ríos, el que más se adelantaba para atacar.

En la única oportunidad que ganó el uruguayo, recuperó un balón en el área rival, se las ingenió para sacar un centro y, desvío en Leonel Vangioni mediante, la pelota dio en el travesaño.

En la otra ocasión clara que hubo en la primera etapa, Jürgen Damm ganó por derecha, dejó en el camino a Vangioni y metió el centro para que Rafael Sobis cabeceara, pero se encontró con un excepcional Barovero.

River tuvo a sus delanteros enfocados en ser los primeros defensores y hasta Tabaré Viudez tuvo mucho ida y vuelta por el carril izquierdo.

Además, el equipo estuvo muy compacto en todas sus líneas con el gran atributo de evitar jugar cerca de Barovero.
Un segundo tiempo con más desgaste físico para River

Semejante esfuerzo para contener al adversario tuvo costos físicos para River debido a que al inicio del complemento debieron ingresar Gonzalo Martínez y Nicolás Bertolo por Rodrigo Mora y Viudez, ambos con lesiones musculares.

Tigres solamente pudo haber convertido en dos tiros libres que remataron Pizarro y Juninho, ambos bien resueltos por Barovero.

Consciente que le sobraba un mediocampista de marca, Ricardo Ferretti hizo ingresar a Jesús Dueñas por Arévalo Ríos, pero el conjunto de Monterrey a pesar de jugar siempre en el campo del adversario no tuvo la precisión necesaria para quebrarlo en defensa.

Recién a los 38 minutos del complemento, el propio Dueñas metió un pase filtrado a espaldas de Vangioni, Damm quedó mano a mano con Barovero, pero el arquero le achicó muy bien el ángulo, lo obligó a eludirlo e hizo que fuera perdiendo espacio para definir.

River no brilló, claro está, pero jugó más que bien porque el partido se jugó siempre como quiso el visitante, aunque en el Monumental tendrá que arriesgar un poco más para intentar conseguir la segunda Copa Libertadores de su historia.

Tigres de México y River protagonizaron un partido con pocas situaciones de peligro.
Tigres de México y River protagonizaron un partido con pocas situaciones de peligro.