Riesgos del déficit de vitamina D

Los huesos y músculos corren riesgo; y recientes hallazgos confirman la importancia de evitar la carencia de esta vitamina.

El salmón es rico en ácidos grasos saludables y aporta vitamina D.

RÍO GRANDE.- Durante años se estudió la importancia de la vitamina D en el metabolismo óseo y muscular, observándose que el déficit se asociaba al incremento en el riesgo de fracturas óseas y debilidad muscular. Más recientemente, se asoció la carencia de esta vitamina con la ocurrencia de cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Ahora, se sabe que incide en el éxito de los tratamientos de reproducción asistida.
“La importancia de la deficiencia de vitamina D radica en que su déficit se ha asociado a la ocurrencia de cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes, osteoporosis, depresión, e incluso complicaciones durante el embarazo e infertilidad”, explica la especialista Carolina Tomatis.
La asociación de la vitamina D con la fertilidad surge de la observación de la tasas de embarazo, que son menores durante invierno y otoño, motivando el estudio del rol de la vitamina y la exposición solar en la reproducción.
Actualmente, el déficit de vitamina D es considerado un problema de salud pública, y se observa que entre el 20% y el 50% de las pacientes en edad reproductiva lo presentan.
“Según estudios realizados en técnicas de reproducción asistida, la tasa de embarazo parece mejorar en mujeres sin déficit de vitamina D, debiéndose a las mejores condiciones del endometrio para la implantación del embrión”, le cuenta a Clarín la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica de vittal.
Más cauto se mostró con el tema el Dr. Fernando Neuspiller, experto en reproducción asistida, Director de IVI Buenos Aires. “La vitamina D no ha demostrado mejorar las tasas de gestación en mujeres que buscan embarazo”, dijo. “Por ahora lo que ha sido demostrado es que mejoraría potencialmente el metabolismo en mujeres con síndrome de ovario poliquístico y podría mejorar también el estatus de la endometriosis en pacientes que la padecen”.
La vitamina D también influye en la fertilidad de los hombres. “Sí, en el caso de los hombres, tener tanto concentraciones altas como bajas de Vitamina D afecta el espermograma”, explica Neuspiller. “Se ha demostrado que en ambas condiciones disminuye la cantidad y la movilidad de los espermatozoides, y la restitución a concentraciones de vitamina D normales mejora el espermograma”.

La vitamina del sol
“La vitamina D es una hormona esteroidea”, dice la Dra Tomatis. “Su principal fuente de producción es la piel donde por la conversión de 7-dehidrocolesterol, bajo la influencia de la radiación ultravioleta de la luz solar, se genera la vitamina. Solo entre el 5 y el 10 % se incorpora en la dieta a través de pescado, huevo y lácteos fortificados. Su activación se logra al pasar por el hígado y luego por el riñón”, agrega.
Recientes hallazgos confirman esta observación al encontrarse receptores para vitamina D en diferentes tejidos: reproductivo, cerebro, próstata, sistema inmune, hipófisis, tejido mamario, colon, médula ósea, placenta y hasta en células cancerosas. Asimismo, numerosos trabajos avalan su importancia como potente antiinflamatorio e inhibidor de la replicación celular cobrando un rol importante en patologías como la endometriosis.
Por otra parte, tiene también efecto insulinosensibilizante, lo que presenta importancia en pacientes con síndrome de ovario poliquístico. En esta misma línea, durante la implantación tiene importancia su efecto antibacteriano, antiinflamatorio y favorecedor de la diferenciación en las células placentarias.
¿Por qué podemos padecer déficit de esta vitamina?. “El déficit significa que no se está recibiendo suficiente vitamina D para mantenerse saludable”, afirma la Dra El Haj. “La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio (principal componente de los huesos). También juega un rol en su sistema nervioso, muscular e inmunitario”, agrega. Dicho déficit se puede deber a diferentes razones:
No se recibe suficiente vitamina D en la dieta.
No se absorbe suficiente vitamina D de los alimentos (un problema de absorción).
No se recibe suficiente exposición a la luz solar.
El hígado o los riñones no pueden convertir la vitamina D en su forma activa en el cuerpo.
La toma medicamentos que interfieren con la capacidad del cuerpo para convertir o absorber vitamina D.
“La carencia de vitamina D puede conducir a una pérdida de densidad ósea, lo que puede llevar a sufrir osteoporosis y fracturas. La deficiencia severa de la vitamina D también puede conducir a otras enfermedades, por ejemplos en niños puede causar raquitismo (enfermedad rara que hace que los huesos se vuelvan blandos y se doblen); en adultos, la deficiencia severa de la vitamina D conduce a la osteomalacia, que causa huesos débiles, dolor en los huesos y debilidad muscular”.

Tres maneras de obtener la vitamina D
“La vitamina D se obtiene de tres maneras: a través de la piel, de la dieta y de suplementos”, dice la Dra El Haj.
“El cuerpo forma la vitamina D naturalmente después de la exposición al sol, también se puede obtener de alimentos como pescados grasos como el salmón, el atún y la caballa, los hongos, la yema de huevo y el hígado. También existen en el mercado alimentos fortificados con esta vitamina, como la leche, los cereales de desayuno, el jugo de naranja, el yogur y la bebida de soja, entre otros”.
La cantidad de vitamina D que se necesita cada día depende de la edad. Las cantidades recomendadas, en unidades internacionales (UI) son:
Nacimiento hasta 12 meses: 400 UI
Niños entre uno y 13 años: 600 UI
Adolescentes entre 14 y 18 años: 600 UI
Adultos de 19 a 70 años: 600 UI
Adultos mayores de 71 años: 800 UI
Mujeres embarazadas y lactando: 600 UI

¿Cuánto tiempo hay que exponerse al sol para no tener deficiencia de vitamina D?
“Actualmente los estudios científicos recomiendan exponerse poco tiempo al sol para activar la vitamina D”, recomienda El Haj. “En verano, como mínimo, 10 minutos tres veces por semana, y en invierno, al menos 20 a 30 minutos tres veces por semana”. En cuanto al recomendable uso de pantallas solares, la experta afirma que su aplicación reduce la producción de vitamina D hasta en un 95%, lo que no debe desestimar su uso sino todo lo contrario. “La exposición solar con prudencia y mesura puede beneficiar los huesos y proteger la piel”, finaliza la médica.