Se trata de Circular, un emprendimiento que propone tomar en consignación las prendas que las personas tienen en sus casas, incluso a veces sin usar. Además de revalorarlas, desde Circular hacen énfasis en reevaluar, qué cosas tenemos en el ropero y si realmente necesitamos todo lo que está allí.
En los percheros se exhibe la ropa que ha sido tomada en consignación, para su venta. 
Además de ropa, se pueden ofrecer accesorios y calzado; la única regla es que estén en excelentes condiciones. 
El showroom de Circular, que generalmente está abierto los fines de semana.
RIO GRANDE.- Es muy habitual, cada tanto, encontrar que se acumula más de lo que se necesita. La ropa no es la excepción a la regla. Desde Proyecto Circular, la propuesta es separar, soltar y volver a ofrecer esas prendas que, a veces en perfecto estado, con uno o dos usos, están ocupando lugar en el placard.
“El sistema lo tomamos de otros lugares, donde se está implementando con éxito. Yo le propuse a Nicole, básicamente con la idea de que la ropa circule. Porque todos y todas tenemos ropa que ya tal vez no usamos más, que regalamos, que ya donamos, pero hay siempre algo que queda y que no queremos regalar”, explicó Gabriela Bersier, emprendedora de Circular.
El lema es “Una vuelta de ropa”, porque lo que hacen las chicas de Circular es justamente hacer que estas prendas, antes colgadas o dobladas en un rincón del ropero, vuelvan al circuito comercial: “La idea es a eso darle un valor que acordamos con el cliente y se le asigna un número a través del sistema que pueden verlo a través de la página de Circular o por WhatsApp. Cuando esa prenda se vende: o se le da el dinero a la persona o se lleva algo que vio y le gustó”, indicó Bersier.
Y agregó: “Es un sistema que se basa en la confianza porque mucha gente nos entregó ropa en muy buen estado. Nosotras no intervenimos la ropa, ni siquiera pegamos un botón, porque ya sería demasiado y es otra etapa del proyecto. Pero la gente tiene la confianza de que vamos a cuidar de su ropa y la vamos a vender”.
El proyecto está funcionando hace aproximadamente tres meses. Las consultas pueden hacerse a través de internet y las redes sociales; o preguntar por el lugar y horarios del showroom mediante el mismo medio.
Tenemos un pequeño local que acondicionamos junto a Nicole, y la primera feria a la que asistieron es La Guanaca. Actualmente, la meta es ir rotando y visitando distintos públicos y distintas ferias para que la gente se familiarice con el sistema.
El contacto, tanto para la compra como para quienes ofrecen prendas a la venta, es a través de Instagram y Facebook, bajo el nombre “Circular TDF”. Además, hay un espacio que está abierto generalmente los fines de semana, y ahí mismo Gabriela o Nicole pueden recibir las prendas para vender, como ofrecer las que ya han sido seleccionadas.
“Lo que recomendamos es que la persona haga una preselección de la ropa, con estas indicaciones básicas: que esté en muy buen estado, que esté limpia, sana, bien cuidada. Además, no tomamos por ahora ropa de niños, sí de varones y mujeres, accesorios, y calzado. La idea es que traigan la ropa, nosotras la tomamos y cuando se carga en el sistema la ponemos a la venta”, detallaron las emprendedoras.
“El concepto que tenemos no es sólo un concepto comercial. La economía circular o la economía sustentable tiene que ver con poder dejar de acumular, porque estamos dejando demasiada huella en el planeta. La industria textil es una de las que más contamina, pero además desde el lado de la precarización laboral, la industria textil tiene mucha mano de obra precarizada”, remarcó Gabriela.
“Tenemos que ser conscientes de la ropa que usamos, y cómo la usamos. Que una remera que compramos pasó por todo un circuito de comercialización y producción, entonces podemos intentar reutilizarla, revalorarla, y sobre todo no acumular tanto o dejar tanto rastro en el planeta”, concluyó.