“El problema que tenemos con el contrabando es tremendo”

Así lo sostuvo el presidente de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE), Federico Hellmeyer, sobre el incremento de la venta de teléfonos que no son fabricados ni comercializados en el país de forma oficial. “Es una tendencia creciente y preocupante”, explicó. Se estima que por año circulan 2,5 millones de estos equipos.
RIO GRANDE.- En la Argentina, se venden unos 10 millones de celulares por año. Pero se estima que circulan 2,5 millones de equipos que no son fabricados ni comercializados en el país de forma oficial. Lo que permite inferir que un 25% del mercado local de teléfonos celulares proviene del contrabando, aunque en ese número también estén incluidos –en un pequeño porcentaje– los equipos que ingresar de forma legal a través de los viajeros que los compran en el exterior y declaran su ingreso.

Estas son las cifras que maneja desde la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE) y se obtienen a partir de los códigos IMEI, un número que permite identificar el origen cualquier celular. Cuando un equipo se activa en la red de alguno de los operadores o cuando un usuario crea una cuenta se puede detectar que no fueron fabricados ni comercializados en el país.

“Es una tendencia creciente y preocupante”, explicó Federico Hellmeyer, presidente de AFARTE en un artículo publicado ayer por El Cronista Comercial.

Es que en la Argentina, la mayor parte de los teléfonos celulares que se comercializan de forma oficial son producidos dentro del país, en Tierra del Fuego. La importación legal es muy chica, con apenas unos 40.000 teléfonos por año.

“Los teléfonos que entran de contrabando tienen distintos canales de comercialización. Desde las plataformas de comercio electrónico hasta locales en zonas de Buenos Aires y otras ciudades del interior. Pero por los volúmenes que hablamos detrás hay organizaciones que hacen las distribución”, destacó el presidente de AFARTE.

Desde el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) aseguran que están comenzando un trabajo para poder determinar cuáles son los equipos que provienen del contrabando. El ente ya cuenta con una “lista negra” de IMEIs que se puede consultar online y que muestra teléfonos que fueron denunciados por robo. Ahora, junto con AFARTE, buscan ampliar esa lista y sumar a los que no provienen del comercio legal (que no pertenecen al grupo de fabricados y comercializados en la Argentina).

“Cuando hay números IMEI con origen en los Estados Unidos se puede pensar en viajeros. Pero hay volúmenes gigantes que vienen de países como Rusia e India, con muchos IMEI en serie, lo que tiene más olor a contrabando organizado”, advirtió Hellemeyer. Se estima que unos 500.000 dentro del número de 2,5 millones de celulares “de contrabando” pertenecen a viajeros o personas que los traen del exterior en pequeñas cantidades.

Desde AFARTE aclaran que se trata de un fenómeno diferente al de los teléfonos falsos, las imitaciones que se conoce como counterfeit, y que es más frecuente en otros países.

“El contrabando que nos afecta es de teléfonos de marcas originales. No se trata de productos falsos”, aclaró el directivo de la asociación. Para los fabricantes no es un tema menor.

“La situación de los teléfonos que entran hoy de contrabando es nuestra principal preocupación. Es un fenómeno que tomó una dimensión muy grande y no estamos viendo un cambio en la tendencia que nos haga pensar que se va reducir. Más del 25% de los teléfonos que se van a vender no se fabricaron en el país, esto es menos producción”, destacó Martín Vaca Narvaja, presidente de Brightstar, la compañía que fabrica celulares para las marcas Samsung y LG en Tierra del Fuego.

De acuerdo a las tres principales marcas del mercado argentino, de enero a septiembre se activaron 2,1 millones de teléfonos que no fueron producidos en Tierra del Fuego. Esto se detecta cuando se configura una cuenta y el teléfono se activa.

“Estos datos no incluyen a la marca que se considera que es la que todo el mundo trae de afuera y que no se fabrican localmente (iPhone). El fenómeno del contrabando tiene varias vías de entrada y la persona que compra un teléfono afuera y lo trae es la menor de las fuentes”, aclaró el ejecutivo.
Puerta a puerta

Otro tema que despertó la inquietud entre las empresas radicadas en Tierra del Fuego fue la del relanzamiento del servicio de importaciones “puerta a puerta”, es decir, las operaciones de compra realizadas por particulares a través de páginas web del exterior.

Cabe destacar que el sistema –luego de las trabas impuestas por el kirchnerismo- volvió a entrar en vigencia a fines de agosto.

“Es una medida que apunta a facilitar la vida cotidiana de los ciudadanos. Recordemos que algo tan sencillo como comprar un libro se había transformado en una verdadera odisea”, enfatizaba el titular de la AFIP, Alberto Abad, durante el relanzamiento del servicio.

El secretario de Comercio, Miguel Braun, en tanto, agregaba que “el Estado recauda casi la mitad de lo que se importa, se introduce competencia de manera muy medida y sostenida en el tiempo que favorece al consumidor y no descuida a la producción nacional”.

“Al comienzo, la realidad es que nos inquietó”, apunta el directivo de AFARTE.

Sin embargo, señala que los aranceles o impuestos que se aplican según se ingrese el producto a través del régimen de couriers privados o mediante el correo oficial, “nos hace pensar que hoy en día utilizar este sistema para traer artículos del exterior no es tan conveniente, porque al final no hay mucha diferencia de precios”.

Pero no todo se reduce a un tema de costos. También influye la financiación y el riesgo implícito en este tipo de operaciones.

“Entre la posibilidad de adquirir un teléfono en el circuito formal, pagarlo en cuotas y contar con garantía o hacérselo traer desde el exterior, teniendo que abonar en efectivo y con la incertidumbre de que llegue averiado, creo que los consumidores seguirán optando por los equipos adquiridos localmente”, apunta.

Desde AFARTE manifestaron su preocupación por el contrabando de celulares.
Desde AFARTE manifestaron su preocupación por el contrabando de celulares.