RIO GRANDE.- Ayer se desarrolló la etapa de alegatos en el segundo juicio por lo ocurrido en 2008 en la Unidad de Detención 1, en que el fiscal mayor consideró responsable al imputado, como máximo jefe al momento de los hechos, de no haber cesado en las torturas a seis presos en el sector del lavadero durante una requisa.
El fiscal Mayor, Dr. Guillermo Quadrini, brindó el alegato ante el Tribunal de Juicio subrogante en el que solicitó la pena de 3 años de prisión en suspenso para el excomisario retirado, Ricardo Héctor Rivero.
Consideró al exjefe de ese entonces en la Unidad de Detención como el “máximo responsable funcional y operativo” al momento de los hechos por no haber hecho “cesar las torturas”.
El acusador consideró procedente que la pena sea aplicada “en suspenso” dado que solicitó el mínimo de la escala penal prevista para este delito de “omisión”, que va de 3 a 10 años de prisión.
Acto seguido el defensor oficial, Dr. Aníbal Acosta, buscó mitigar la responsabilidad de Rivero señalando que había hecho saber a sus superiores que no tenía la preparación académica para cumplir una función penitenciaria.
Asimismo indicó imprecisiones en la acusación, refiriendo que ninguno de los damnificados aseguró haber sido rociado con gas pimienta, como dio cuenta el fiscal.
El tribunal pasó a un cuarto intermedio para el jueves a las 13:00, en que se conocerá el veredicto.