Con la llegada de las bajas temperaturas y las heladas las cañerías que están expuestas se congelan y, además, son pasibles de roturas y fisuras. En los últimos días se multiplicaron en Río Grande los pedidos de auxilio a Obras Sanitarias por el agua congelada. Qué hacer y cómo prevenir males mayores.
RÍO GRANDE.- Arranca el invierno y con la llegada de los primeros días de bajas temperaturas las heladas se hacen sentir y muchas veces tienen consecuencias no deseadas en las cañerías y accesorios para la conducción del agua en la vivienda.
“Este fin de semana realizamos una reparación en la zona de Chacra I, un barrio al lado de las Barrancas, por una pérdida de agua, y se han dado muchos casos de congelamiento, hemos tenido en estos días varias situaciones de congelamientos donde el vecino tiene la cañería expuesta, sin el cobertor correspondiente”, dijo Oscar Peralta, referente de Obras Sanitarias del Municipio de Río Grande.
En este sentido indicó que “hemos tenido que enviar cuadrillas para poder darles solución rápidamente y asistir a las familias que tienen este inconveniente”.
Esos fríos suelen congelar los caños, especialmente aquellos que están expuestos al exterior, pero también los que están bajo la tierra. Se trata de situaciones muy frecuentes sobre todo en estos días de temperaturas muy bajas.
Para evitar estos inconvenientes, deben tomarse algunas precauciones a fin de no tener que reparar gran parte de la instalación.
Prevenir y no arreglar
Los fríos intensos hacen que el agua de las cañerías se congele y se expanda, lo que provoca que las juntas se separen y se rompan.
Para empezar, durante una noche con pronóstico de heladas conviene cerrar la llave de paso que da ingreso al agua, desde la válvula principal (para evitar pérdidas grandes en caso de rotura). Normalmente, esa llave se encuentra cerca del medidor de agua o en las cañerías que ingresan a la casa desde el exterior.
También se debe cerrar la llave de paso que baja del tanque (en caso de tenerlo) a todos los grifos. Una vez hecho esto, deben abrirse las canillas para que se vacíen. Al no haber agua en las cañerías, estas no se congelarán, por más que el frío sea muy intenso. Una vez que sol calentó la superficie lo suficiente, habrá que reabrir las diferentes llaves de paso.
Otra forma de prevenir es usar espuma rígida de poliuretano, un material aislante que se coloca entre las tuberías de agua y la pared para protegerlas. Este tipo de espuma se consigue en cualquier ferretería.
También se recomienda para las instalaciones externas el tubo Maxum o las cintas Ipsoband e Ipsolar, ya sea para las bajas temperaturas o para evitar la condensación y proteger de los rayos ultravioleta (UV). Estos materiales ofrecen un buen nivel de aislamiento, aun en zonas muy frías. La sal también puede dar buen resultado, por su cualidad de retrasar el punto de congelación del agua.
Qué hacer
Si, a pesar de todas las precauciones, el frío congela las cañerías, es importante verificar que no haya roturas ni fisuras. Para esos casos se sugiere cerrar la llave de paso general de la casa y abrir una canilla que se encuentre lo más cerca posible de la zona de congelamiento. Así se liberará la presión que ejerce el agua helada.
Cuando la helada alcanza también a las cañerías del agua caliente, hay que apagar cualquier aparato que sirva para calentar el agua. Eso evita inconvenientes mayores, particularmente si se trata de artefactos a gas (pueden explotar).
Finalmente, una manera rápida de descongelar es utilizar un secador de pelo, que lanza aire caliente a la zona congelada (se sugiere empezar desde la canilla).
Consejos prácticos y a mano
-Nunca descongelar con llama abierta.
-Se puede descongelar con el aire cálido de un secador de pelo. Comenzar entibiando las cañerías lo más cerca del grifo, dirigiéndose a la sección más fría de la cañería.
-Extremar los cuidados al utilizar el secador.
-Si ya han reventado las cañerías, cortar el agua en la válvula principal, dejar los grifos abiertos y llamar al plomero.
-El método más básico para prevenir la congelación, siempre que los grifos no se usen durante un tiempo prolongado, es cerrar las llaves de paso y dejar correr toda el agua, para que las tuberías se vacíen. Cuanta menos agua haya presente, menos posibilidades habrá de que el líquido se congele.
-Otro método para prevenir el congelamiento, y que sugieren los plomeros, consiste en recubrir las cañerías con un material aislante, como lana de fibra de vidrio (revestida a su vez por una tela gruesa, o una lámina de plástico o de goma). Este material ofrece una protección importante, y su presencia puede ser fundamental para evitar que el agua en el interior de la tubería se convierta en hielo a causa de un frío intenso y repentino.
