Paula Pareto brindó el primer Campus con tu Idolo

RIO GRANDE.- Carlos Espínola vino dos veces (1996 y 2000), tras lucir en el pecho sendas medallas de plata en windsurf (Clase Mistral). Después fue el turno de Sebastián Crismanich, unos meses después de conseguir el oro en taekwondo (-80 kilos), en Londres 2012.

Y ayer visitó Río Grande Paula Pareto, la única argentina en ganar un oro olímpico en una disciplina individual. Argentina vibró el sábado 6 de agosto de 2016, cuando en la final de judo (hasta 48 kilos) de los Juegos de Río de Janeiro, superó a la coreana Bokyeong Jeong.

Días después, en la bahía de Guanabara, la velista Cecilia Caranza -en dupla con Santiago Lange- también se subiría a lo más alto del podio, en la Clase Nacra 17.

 

 

Conferencia

Pasadas las 11:00 de la víspera, en el Centro Cultutal Yaganes, y tras las presentaciones del presidente de la Federación de Judo y Defensa Personal de Tierra Del Fuego, Ricardo Costilla (quien agradeció la gestión de la Secretaría de Deportes de la provincia para que se pudiera concretar la visita de Pareto), y del subsecretario de Deportes Fernando Oyarzo (quien a su vez destacó a Carlos MacAllister, Secretario de Deportes de la Nación, por implementar desde su órbita el Programa Campus con tu Idolo), la campeona olímpica y mundial (en Kazajistán 2015) respondió las consultas de los periodistas y público en general, por espacio de 34 minutos.

La mesa se completó con Laura Martinel, entrenadora de la selección nacional, y con el vicegobernador Juan Carlos Arcando.

 

 

 

Llegar a todos

“Le agradezco a la Secretaría de Deportes por invitarnos a realizar estos campus, está muy bueno que podamos llegar a la mayor cantidad de lugares. La idea es trasmitir a los chicos los valores del deporte. La clase general tiene como idea principal estar con los chicos, a los más chiquitos le vamos a enseñar las técnicas más básicas, a los más grandes algo más específico, lo que yo hago en forma particular, son variaciones de técnicas, para que los puedan utilizar ellos y dar a conocer los entrenadores en sus clubes. También nos vamos a sacar fotos, y firmales el cinto. En cada edad hay un propósito diferente, los más chiquitos van a ver lo que hacemos, seguramente habrá alguna lucha. Para los intermedios, esas variantes d las que hablaba, y para los profes, adquirí nuevas técnicas”.

 

 

A los 9 años

A esa edad comenzó la visitante a practicar judo: “M papá nos asoció a un club, yo hacía gimnasia deportiva, mi hermano -que es un año más chico que yo- empezó con defensa personal, después apareció el judo, del cual yo no tenía ni idea. Como lo que yo practicaba tenía bastante de la base del judo, me resultó fácil integrarme, y mejor si estaba mi hermano, del que soy muy compinche. Al principio me costaba hacer amigos, era muy vergonzosa, después hice un montón”.

 

 

Todos juntos

Sobre el ro en Río de Janeiro, destacó que “cada vez que lo recuerdo me emociono, no solo por el hecho de la medalla, sino porque también estaba toda mi familia y mi equipo de trabajo ahí, y eso creo que no se va a volver a dar en ninguna competencia. Y sucedió en un Juego Olímpico, que es lo más alto que existe para un deportista amateur, fue mejor de lo que uno puede llegar a soñar. Alegría, y sobre todo, el hecho de poderlo compartir con todos”.

 

 

 

Tiempo para todo

Sobre su carrera deportiva y a la par los estudios universitarios, resaltó que “siempre intenté repartir los tiempos de la mejor manera, en el primer año de la carrera sí estaba un poco avasallada en cuanto al estudio, así que bajé bastante el ritmo de entrenamiento, fueron 6 meses en los que no competí, seguí entrenando, pero no al mismo nivel anterior, eso fue en 2005. Al año siguiente volví a competir, en un Selectivo que se hizo en Buenos Aires. Tenía amigos que iban competir y ellos me invitaron a que los viera, y yo terminé combatiendo también, Gané eso, me fue bien en el Panamericano que tuvo por sede a Buenos Aires, me encarrilé, y pasando el segundo año de la carrera, aprendí a estudiar mejor, y me cuadró haber empezado bien el año desde la parte deportiva”.

 

 

Un placer

Laura Martinel, quien en la noche del viernes dictó una charla sobre entrenamiento olímpico, en el mismo Gimnasio Héroes de Malvinas, del Colegio Haspen, que cobijó en la tarde la víspera a la campeona, consideró que “es un placer ser la entrenadora de Paula, hace 5 años que lo soy, primero es una persona que sabe donde quiere llegar, tiene un compromiso enorme, es tremendamente ordenada y disciplinada, No hay que estar detrás de ella, al contrario, ella vive para entrenar, te hace todo mucho más fácil”.

Sobre su deportista, resaltó que “la conozco desde chiquita, digo que el judo es como un traje a medida, se adapta a todos los físicos. Para contrarrestar su baja estatura ella debía ser muy fuerte, se trabajó mucho, ganar potencia, ser rápida. Es muy difícil tirarle, ubica bien abajo el centro de gravedad, es una ventaja. Además, creó técnicas, todo el mundo decía “hace mal tal técnica”, en verdad cuando tenés una atleta que hace mal una técnica pero con eso gana, y revolea a todo el mundo, la técnica no está mal hecha, punto. Traté siempre de que eso a ella no le moleste, si algo funciona hay que seguir a muerte con eso. Tiene un gancho hacia atrás que es un invento de ella, se parece a una técnica tradicional, que adaptó a su cuerpo”.

 

 

A Japón

“Los viajes a Japón son como la puesta a punto de un entrenamiento, sobre todo desde la parte física. En Europa es un judo más fuerte, en Japón es algo más veloz, el japonés se te mete abajo muy rápido y salís volando, sin darte cuenta. Hay que saber elegir los lugares a los que se va, primero se va a un lugar intermedio, o bien bajo para lo que es la media japonesa, es un período de adaptación, unas doce horas (a una por día). Fuimos a universidades, si hacés bien las cosas podés tirar a tu rival o compañero de entrenamiento, y si las haces mal, te tiran. En Japón al menos tenés esa chance, en Europa si no tenés fuerza, no tirás a nadie. Ir a Japón te da velocidad, estuvimos con la selección japonesa, el más alto nivel mundial, también podes llegar a tirar, porque hay de todo, Hay que estar muy atento, el análisis es más estratégico, hay que ganar esa explosividad”.

 

 

 

Calendario

“A los Juegos Sudamericanos 2018 es casi un hecho que no voy, el 24 de septiembre hay un Gran Prix en Zagreb (Croacia), y en octubre está el Grand Slam en Abu Dabi, voy a ir a ambos. Al principio de este año fui a dos importantes torneos, la idea es no perder el ritmo de competencia. Estos viajes se piden generalmente con un año de anticipación, al ENARD (Ente Nacional de Alto rendimiento Deportivo), ellos analizan cada caso, y no me puedo quejar, particularmente puedo viajar a todos los torneos que tengo agendados. La función del ENARD es una ventaja y una tranquilidad que antes no teníamos”.

 

 

Nunca digas nunca

Sobre el retiro, fue terminante: “Me estoy retirando desde el 2008 (risas), ya no digo nada. En cuanto a edad, voy a llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 con 34 años, lo cual está bien, a mí no me cuesta dar el peso. Si Dios quiere y no hay ninguna lesión intermedia, iría. Hasta 2007, el judo para mí era un hobby, gané la plaza para los Juegos de Pekín 2008 en el Mundial de Río de Janeiro 2007. Me dije, clasifiqué para los JJOO, entreno bien duro para eso, ya está. Ahí gané la medalla de bronce, quede un poco embalada. El sistema de clasificación cambió, había que participar en varios torneos, de los cuales se tomaba las cinco mejores actuaciones. Viajé más, en 2009 me fue mal, después mejoré y fui a Londres 2012, para mi fu doloroso no poder traer una medalla, pero no lo considero un fracaso. En ese JJO me pasó por única vez en un torneo que en la noche anterior no pude dormir, por las presiones que hay sobre una. Dejé de entrenar durante un tiempo, estuve con una molestia en un codo, lo tenía fracturado. Volví a hacer lo mismo, sumé los puntos y clasifiqué para Río 2016. Ahora vamos a repetir eso para Tokio 2020”.

Rápida de reflejos, Martinel acotó que “Paula va a Tokio 2020, como atleta o como médica del Comité Olímpico, de alguna forma va”.

 

 

Fueguinos

Amiga de Graciela Alvarez -ya con varios años en Buenos Aires-, Pareto se refirió a otros judocas de la provincia que actualmente entrenan allá: “Hay varios, quizá más que de muchas otras provincias. Está Mariano Coto, Angelo (Villalobos), que tiene mucha buena predisposición, mucha iniciativa. Seguramente en la clase puede haber varios que seguirán los pasos de los que ya viajaron. Hay que destacar el apocyo local, de la Federación, de los clubes. Los veo que han ido mejorando, ellos son ejemplo y referente para los que están acá”.

 

 

UNA MAS. La Peque Pareto compartiendo con los más chicos, en el gimnasio Héroes de Malvinas, del Colegio Haspen. (Foto: Gobierno de Tierra del Fuego).