Los hechos ocurrieron durante el reclamo organizado por ATE, a principios de esta semana frente al Hospital de Río Grande. Desde la Casa Cultural Selk’nam, denunciaron que demás de utilizar las instalaciones para montar tarimas, dejaron botellas, mugre, y hasta hicieron sus necesidades en el predio.
RIO GRANDE.- Miguel Pantoja, referente de la comunidad selk’nam, denunció tanto en la policía como a través de redes sociales el vandalismo cometido por ATE en la Casa Cultural ubicada en la esquina de Florentino Ameghino y Piedra Buena, frente al Hospital de Río Grande. Los hechos, se produjeron durante las protestas de los días martes y miércoles de esta semana.
Según relató; mientras estaba en la Casa Cultural a principios de esta semana, Miguel escuchó ruidos, como si alguien estuviera martillando algo en las paredes del museo: “Me acerco y ahí veo que estaban ensamblando una estructura en una de las paredes, de la casa Cultural, la que está sobre Piedra Buena. Les explico que el lugar está abierto, que nosotros estamos trabajando. Les pregunté qué estaban haciendo, y si habían pedido permiso, porque por ahí, me decían que alguien les había dado permiso y no pasaba de ahí”, narró Pantoja en diálogo con El Sureño.
No hubo respuesta, y los sindicalistas siguieron con su tarea: “Yo les dije que no tenía nada en contra del reclamo, porque es más, lo apoyo. Pero les dije que yo también soy trabajador y que no me parecía correcto que avasallara mis derechos. Uno de ellos se empezó a burlar de mí, y con el martillo en la mano, a la vez que me hablaba casi refunfuñando seguía martillando y uniendo las tarimas”, siguió narrando Miguel.
La base, para la estructura que aparece en las fotos, es la pared de la casa Cultural, desde las rejas de las ventanas alambraron, y colocaron los demás elementos, que permanecieron por más de dos días.
Ante la falta de respuesta, Pantoja consiguió el contacto de teléfono de los dirigentes de ATE. Pero la situación no mejoró: “Me comuniqué con Violeta Santander, la secretaria Gremial, le conté lo que estaba pasando, y ella me pidió disculpas, y me dijo ‘ya lo están desarmando, ya mismo’. A lo que yo le dije que no estaban desarmando nada, porque yo estaba ahí viéndolos”, siguió el relato.
Finalmente, la dirigente gremial prometió que se haría presente, y arreglaría la situación. Pero no sucedió. La estructura montada por los sindicalistas, quedó allí hasta ayer jueves 17 de enero, cerca de las 13 horas: “Yo sentí que no se le dio importancia al reclamo, insistí con esta persona, envié textos, llamé varias veces por teléfono. Y ya cerca de las 22 horas, habían puesto las tarimas, estaban reinstalados. Volví a insistir, pero no tuve respuesta, esperé, pero nadie llamó de nuevo. Y me fui a la comisaría 1ra a hacer la denuncia”.
En la comisaría, Miguel tuvo que esperar una hora y media para que le tomaran la denuncia, luego de lo cual estuvo otra hora y media haciendo el trámite: “Tuve que dibujar un croquis de la ubicación de la estructura, con las calles y demás, pero me dijeron que ellos no podían hacer nada. Cuando les pedí que por lo menos me acompañaran, para que entonces yo, con una pinza desarme los alambres y quite las cosas, me dijeron casi que no podían garantizar mi seguridad”, denunció Pantoja.
“Yo sé que no sirve para demasiado la denuncia, pero la hice. Por la indignación que sentí. Por la gente que estaba instalada ahí sin autorización alguna, y por la promesa de esta mujer que al final no hizo nada”, expresó el referente selk’nam.
Miguel, además recordó que días atrás los mismos representantes de ATE, habían utilizado el mismo sector para hacer un asado: “no nos pareció invasivo y los dejamos, porque apoyamos el reclamo justo de cualquier laburante. Sin embargo, en vez de utilizar los baños públicos del hospital (apenas cruzando la calle) hicieron sus necesidades en nuestro acceso sobre calle Piedra Buena”, dijo.
“Me parece ya que son reiteradas las faltas de respeto. Sumado, el pedido de disculpas de la señora Santander, así porque sí, por ser condescendiente. A ella, le expliqué el trabajo que hacemos, lo importante que es para nosotros no interrumpir las tareas. Y éstas son justamente las actitudes que nosotros combatimos con la educación, en las escuelas, porque entendemos están relacionadas con la invisibilización: que venga alguien te tape, te falte así el respeto, y te mate una vez más”, expresó Pantoja.
Las botellas de bebidas alcohólicas, la basura, y hasta el orín, deberán limpiarlos los integrantes de la propia comunidad selk’nam. Hoy, lo que reclaman es un disculpa para todos los integrantes de los pueblos originarios: “Yo hoy, lo que espero es una disculpa pública, a mi pueblo. Porque hay gente de mi pueblo que se enteró de esto, y también se sintió agraviada. Que se disculpen, ya sea por escrito o verbalmente. Me pregunto hasta cuando van a seguir manoseando a nuestro pueblo, ya tenemos suficiente combatiendo las devastadoras consecuencias del genocidio y no nos interesa enemistarnos con ningún sindicato, pero esto nos supera. La verdad que no sabemos que hicimos mal para recibir este maltrato, lamentablemente es una situación indignante”.
