En una conferencia de prensa que parte de la Comisión Ejecutiva de la CEA brindó en la sede de calle Suipacha, el monseñor Oscar Ojea remarcó que “el narcotráfico ha crecido y está creciendo” en el país y que “en los barrios es raro que haya un joven que no haya consumido”.
BUENOS AIRES (NA).- El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, advirtió que el narcotráfico “está creciendo” en el país y sostuvo que “para la doctrina social de la Iglesia el trabajo no es una mercancía sino un ordenador de la vida”, por lo que marcó la necesidad de “conservar los puestos de trabajo y que no se vulneren los derechos laborales”.
“No hay que criminalizar ni estigmatizar, hay que crear una red de contención, un espacio donde puedan hablar, salir de sí mismos para encontrarse”, insistió ante una consulta de NA y dijo que “los hubo y calculo que los habrá” sacerdotes amenazados por las mafias vinculadas al narcotráfico. “La droga nos quita libertad y es algo tremendo, por eso seguimos paso a paso. No sabemos estadísticamente. Vemos que hay más decomisación de droga. No sé si es un índice de que está aflojando, más bien que hay un avance. Uno que tiene contacto con los adolescentes, lo sorprende el hecho de que siempre alguno tiene una experiencia de fumarse un porro, o un paco, o marihuana que es la puerta”, insistió.
Por otra parte, al ser consultado sobre la reforma laboral que impulsa el Gobierno de Mauricio Macri, el obispo de San Isidro sostuvo que “para la doctrina social de la Iglesia el trabajo no es una mercancía sino un ordenador de la vida”, por lo que destacó la necesidad de “conservar los puestos de trabajo y que no se vulneren los derechos laborales”.
“Nosotros somos muy sensibles a esto. Vamos a estar al lado de estas situaciones y, al mismo tiempo, sabemos que necesitamos crear fuentes trabajo”, dijo Ojea, acompañado por parte de la nueva conducción del Episcopado: el arzobispo de Buenos Aires y vicepresidente primero del organismo, cardenal Mario Poli, y el obispo de Chascomús y secretario general del organismo, Carlos Malfa, asistidos por el nuevo vocero del Episcopado, el presbítero Jorge Oesterheld.
El nuevo presidente del Episcopado también anticipó que, antes de fin de año, la nueva conducción episcopal llevará su saludo al presidente Macri y remarcó que en la Asamblea Plenaria 114°, en la que fue electo, los prelados renovaron su compromiso de fomentar “el diálogo” entre los argentinos. “Nos cuesta convivir. No solamente sucede en el país, sino en todo el mundo. Nos cuesta sentarnos alrededor de una misma mesa, que cada uno tenga en esa mesa su lugar, sentirse profundamente incluidos. Seguiremos dando nuestro aporte al diálogo de los argentinos desde nuestro lugar, que no es el de técnicos ni el de políticos”, describió el obispo, quien entre 2006 y 2009 fuera obispo auxiliar del cardenal Jorge Bergoglio en la arquidiócesis de Buenos Aires.
En ese sentido, al describir la misión de los obispos y sacerdotes, sostuvo: “Nuestro lugar como pastores es estar junto al pueblo y, de un modo particular, frente a nuestros hermanos los pobres”. Ojea llevó la voz cantante de la rueda de prensa y destacó que en “la última asamblea plenaria”, los obispos, volvieron al compromiso del Santo Padre, para “una renovación profunda de las estructuras de la Iglesia en función de hacerla más misionera, más simple y tener una llegada directa a todos” los argentinos.