El Poder Ejecutivo vetó totalmente el proyecto de ley sancionado por la Legislatura durante la última sesión ordinaria del 30 de junio, mediante el cual se estableció la obligatoriedad del uso de mascarillas, tapabocas o barbijos transparentes en toda oficina, organismo o dependencia de atención al público, con el objeto de garantizar el acceso y comunicación de las personas sordas o hipoacúsicas a través de la lectura facial, gestual y de labios del interlocutor.
USHUAIA.- Mediante Decreto 1420/21 del 21 de julio publicado en el Boletín Oficial del martes, el gobernador Gustavo Melella y la Ministra de Obras y Servicios Públicos Gabriela Castillo, resolvieron vetar totalmente la norma, por considerarla inoportuna.
“En vistas de la necesidad de contemplar una variedad más amplia de elementos y/o estrategias orientadas al cumplimiento del objeto del proyecto de ley, se estima inoportuno la eventual entrada en vigencia del proyecto de ley en cuestión”, indica el decreto que dispuso el veto.
Además, recuerda que “dicha atribución del Poder Ejecutivo (el veto) comprende el análisis de los aspectos formales y materiales, así como la ponderación de la oportunidad, mérito y conveniencia de las políticas proyectadas.
La norma fue impulsada por los legisladores de la Unión Cívica Radical con el objeto de colaborar con el entendimiento de personas hipoacúsicas que necesitan realizar lectura labial para interactuar.
Ayer, al conocerse el veto del Gobernador, la legisladora Liliana Martínez Allende expresó su malestar con la medida y reflexionó: “Mucho se habla de ampliar derechos y garantizar el bienestar de los sectores más vulnerables, de acompañar a quienes sufren. Sin embargo no es la primera vez que llegado el momento le sacan el cuerpo: ya pasó con los niños y niñas que con enfermedades crónicas tuvieron que esperar un año y medio para que se adquirieran las vacunas ( las cuales llegaron por donación, cabe aclarar) y ahora la misma actitud de indiferencia frente a esta situación particular de miles de personas afectadas por esta discapacidad”.
“Los actos siempre nos definen más que las palabras”, concluyó la legisladora.