La última hablante nativa yagán murió ayer por la mañana en el Hospital de Punta Arenas a donde fue trasladada desde Puerto Williams. Mensajes de tristeza se conocieron desde ambos lados del canal Beagle.
PUERTO WILLIAMS.- A los 93 años murió Cristina Calderón, quien hasta el miércoles fue la última hablante nativa del pueblo yagán. La noticia fue anunciada por su hija, miembro de la Convención Constituyente en Santiago.
“Ha fallecido mi madre, Cristina Calderón, a los 93 años. Tengo una pena profunda por no estar con ella al momento de partir. Es una noticia triste para los yagán. Todo lo que haga en el trabajo en el que estoy, será en tu nombre. Y en él, estará también reflejado tu pueblo”, escribió en Twitter su hija, Lidia González Calderón, vicepresidenta adjunta en la Convención Constitucional.
Según indicó su hija en una carta póstuma divulgada el miércoles en la tarde, Calderón fue la “última hablante competente del idioma yagán. Con ella se va también parte importante de la memoria cultural de nuestro pueblo”.
Cristina Calderón “aprendió a hablar español a los nueve años, y a la vez conservó el idioma yagán. Sus hijos no lo aprendimos de ella por el justificado temor a ser discriminados. A pesar de ello, fue su activa difusora”, describió la hija.
“Junto a Cristina Zárraga, una de sus nietas, creó un diccionario, además de un libro de leyendas e historias originarias llamado Hai Kur Mamašu Shis (Quiero contarte un cuento)”.
La última abuela de una cultura
En Villa Ukika, sus vecinos y cercanos la llamaban “abuela Cristina”, y Calderón se había convertido en símbolo de la resistencia cultural de los pueblos originarios chilenos.
Los yaganes son indígenas canoeros que poblaban los canales y costas de Tierra del Fuego y el archipiélago del cabo de Hornos.
“Soy la última hablante yagán. Otros igual entienden pero no hablan ni saben como yo”, dijo a un grupo de periodistas que la visitó en 2017 en Ukika, el lugar donde reside gran parte del casi centenar de descendientes yaganes que aún sobreviven, a un kilómetro de Puerto Williams.
De rasgos marcados, cara ancha y piel morena, tras la muerte de su hermana Úrsula, el gobierno chileno la reconoció en 2009 como un “Tesoro humano vivo”, destacando su labor como depositaria y difusora de la lengua y tradiciones de su pueblo.
Hasta sus últimos años de vida Calderón se dedicó a la confección de artesanías y logró traspasar a una de sus nietas y una sobrina parte del idioma yagán, un lenguaje no escrito y melódico, en claro riesgo de extinción.
El presidente electo Gabriel Boric, oriundo de Punta Arenas, lamentó el fallecimiento de Calderón pero recalcó que “su cariño, enseñanzas y luchas desde el sur del mundo, donde todo comienza, seguirán vivos por siempre. Un abrazo gigante a toda su familia y Villa Ukika. No están sol@s”, indicó en su cuenta de Twitter.
Tristeza a ambos lados del Beagle
Al conocerse la noticia, María Vargas, miembro de la Comunidad Yagan de Tierra del Fuego, publicó: “Cuánto dolor Kuluana Cristina, con mucho amor hoy la comunidad Yagan Paiakoala despide a nuestra Kuluana. Los abrazamos fuerte querida familia y les mandamos nuestras condolencias y energías para poder sobrellevar esté momento. Siempre quedarás en nuestros corazones”.
En tanto, la secretaria de Pueblos Originarios de la provincia, Vanina Ojeda, expresó a través de las redes sociales: “Hoy es un día de luto para los pueblos indígenas, lamentamos la pérdida física de la abuela Cristina Calderón, símbolo de resistencia cultural. Abrazo fuerte a toda su familia, en ellos seguirá perpetuándose la sangre y la cultura del Pueblo Yagan. Abrazo selk’nam Hermanos yaganes”.
Por su parte, el intendente de Ushuaia Walter Vuoto expresó su “profunda tristeza”, lamentando “el fallecimiento en la hermana República de Chile de Cristina Calderón, última hablante nativa del idioma yagán difusora de la lengua, costumbres y tradiciones de uno de los principales pueblos originarios de nuestra Tierra del Fuego”.