El multicampeón Rossi busca olvidar las decepciones en casa

LUCO DI MUGELLO, ITALIA (AFP).– Salvo contraindicación médica de última hora, Valentino Rossi (Yamaha) correrá en casa este fin de semana en el Gran Premio de Italia, sexta carrera de la temporada en MotoGP, con la aspiración de poner fin a su difícil comienzo de campaña y acercarse al líder del Mundial, Maverick Viñales.

Después de la decepción del precedente gran premio, en Francia, cuando se fue al suelo en la última vuelta, y una posterior caída practicando motocross, el italiano vuelve al circuito de Mugello, en el que ostenta el récord de victorias (7 entre 2002 y 2008), y de poles (6).

“Valentino Rossi está apto para participar en el Gran Premio de Italia este fin de semana”, aseguró Yamaha ayer, después de que el múltiple campeón del mundo se sometiera a un examen médico en el circuito de Mugello, que dio un resultado positivo.

La participación de Rossi era dudosa debido a un traumatismo torácico y abdominal contraído tras una caída en ese entrenamiento de motocross la semana pasada.

Días antes, Rossi se fue al suelo en la última vuelta en Le Mans, cuando peleaba por el triunfo junto a su compañero español Maverick Viñales.

Tercero en el Mundial a 23 puntos de Viñales y a seis del también español Dani Pedrosa (Honda), el veterano piloto de 38 años sabe que no puede permitirse que aumente la distancia.

El vigente campeón del mundo, el español Márc Márquez (Honda), 4º a 27 puntos, no terminó tampoco en Le Mans por primera vez esta temporada y también necesita el triunfo para no descolgarse.

En un segundo plano de favoritos están el español Jorge Lorenzo (Ducati), ganador delante de Márquez el año pasado en Toscana, y el francés Johann Zarco (Yamaha Tech3), que logró en su país su primer podio en la categoría reina.

El italiano va por el triunfo en la sexta fecha.