Melella adelantó que no recibirá a Laura Jane Richardson

La general Laura Jane Richardson que llegó ayer a Buenos Aires, tiene en su agenda una visita a la Provincia para interiorizarse entre otros temas, sobre los avances del Polo Logístico Antártico que se construye en Ushuaia, aunque trascendió que también hay interés en el Puerto de Río Grande. El Gobernador dijo ayer que “de ninguna manera la recibirá oficialmente”.

USHUAIA.- Por tercer año consecutivo, la jefa del comando sur de Estados Unidos, general Laura Richardson llegó a la Argentina y se entrevistará con autoridades nacionales con el objeto de interiorizarse sobre cinco temas logísticos que preocupan al país del norte. Entre ellos, uno que involucra a nuestra provincia y que abarca los intereses británicos en el Atlántico Sur, como lo es la construcción del Polo Logístico Antártico, un proyecto iniciado con mucha fuerza en 2022 y que quedó trunco con el cambio de gobierno.

Anticipándose a ello, durante su discurso en el acto central por el 2 de Abril realizado este martes en Ushuaia, el gobernador Gustavo Melella ratificó que no recibirá a Richardson, quien tiene previsto visitar Tierra del Fuego en el día de mañana.

“No vamos a recibir formalmente, oficialmente y de ninguna manera a la Jefa del Comando Sur de los Estados Unidos porque realizan prácticas militares junto a Gran Bretaña de Atlántico Sur”, dijo el mandatario en el Monumento a los Caídos.

La general Richardson llegó ayer a la Argentina y según medios nacionales mantendrá reuniones con el ministro de Defensa, Luis Petri, y la plana completa del estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, liderada por el brigadier general Xavier Isaac.

También tendrá una reunión con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, con la canciller Diana Mondino y tiene prevista una recorrida por la Patagonia, haciendo foco en Neuquén y Tierra del Fuego.

Según publicó ayer el diario Página 12, uno de los lugares que la Jefa del Comando Sur de Estados Unidos tiene interés en supervisar, es la base de observación espacial chino-argentina que existe en Neuquén; la vía troncal del Paraná en la que se firmó un cuestionado acuerdo de dragado con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos; la compra a Dinamarca de aviones F-16 de origen norteamericano y las “bases humanitarias” de Estados Unidos en Chaco y Neuquén.

Pero además, el periódico nacional menciona entre los intereses de Estados Unidos, el puerto de Río Grande. “Durante el gobierno de Alberto Fernández se puso en marcha el proyecto de ampliación del puerto de Río Grande, Tierra del Fuego. Por un lado, la iniciativa beneficiaría a la producción industrial que, por ahora, tiene que recibir insumos por Ushuaia. Pero también tiene interés la Marina porque sería un mejor acceso a la Antártida”, señala Página 12.

“Según los expertos, hoy por hoy, desde Tierra del Fuego se llega bien a la Base Marambio, en la que no son fáciles los aterrizajes porque está en una meseta. En cambio, el puerto de Río Grande permitiría un acceso fluido a otra base, la de Petrel, a nivel del mar. También se menciona que desde allí, desde el puerto de Río Grande, se podría hacer un mejor patrullaje sobre la milla 201, de pesca ilegal, y habría otro control sobre Malvinas”.

“Los norteamericanos desconfían de esta movida y han deslizado que podría haber intervención y financiamiento chino. En una de sus visitas, Richardson estuvo personalmente en Tierra del Fuego. Las autoridades fueguinas y las nacionales niegan cualquier vinculación de China con el proyecto. “No hay nada chino en esta provincia”, aseguran”.

En 2023, Richardson hizo una especie de inventario de los intereses norteamericanos en América del Sur, como si fuera su área de influencia exclusiva. Mencionó “las grandes reservas de petróleo, los recursos de Venezuela en petróleo, oro y cobre; el triángulo del litio de Chile, Bolivia y Argentina, los bosques de Amazonia que son los pulmones del mundo y el 31 por ciento del agua dulce del mundo”.

La base de Neuquén

En los diálogos con Cristina y con Taiana, la generala ya había hecho saber, en tono más bien suave, las objeciones norteamericanas a la base de observación espacial manejada por China, en asociación con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), en Neuquén. En 2022 y 2023, cuando hizo sus dos primeras visitas, se le explicó que esa base de observación científica es igual a la que tiene la Unión Europea en Malargüe, Mendoza. El argumento no convence mucho a Washington al punto que el embajador Stanley se lanzó sobre la cuestión en una entrevista publicada este lunes en La Nación: “me sorprende que la Argentina permita que las fuerzas armadas chinas operen en Neuquén”. Efectivamente, la base científica está operada por militares chinos, pero no es una base militar, y parte del manejo está en manos de la CONAE.

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