Matías Zuloaga se llevó una nueva edición de la Marchablanca

USHUAIA.- La clásica fiesta del esquí de fondo fueguino, la bien prestigiosa Marchablanca, tuvo lugar el pasado domingo por la mañana en el pintoresco valle de Tierra Mayor con más de 400 inscriptos que invadieron la Pista Provincial de Esquí de Fondo (PiPEF) y celebraron, como suele ocurrir año a año, la competencia más esperada del invierno fueguino.

Deportistas de élite, históricos esquiadores de la provincia, aficionados y amantes de la especialidad, los deportistas con discapacidad, niños que recién están deslizando los esquíes y los tradicionales disfraces que le brindan un colorido excepcional al cuadro de la 31 edición de la competición de esquí de fondo. A todo ello, hubo que adicionar la esperada nevada que se desató momentos previos a la partida de los esquiadores, y no quiso ser menos, que acompañó a lo largo de toda la prueba. Marco ideal para la máxima expresión de la disciplina en la provincia.

Como suele ocurrir, la primera línea situada en la largada en el Centro Invernal de Tierra Mayor estuvo ocupada por los deportistas que perseguían la finalidad de completar el tramo más extenso, que inicialmente era de 21 kilómetros y terminó extendiéndose hasta los 22,5K; por detrás se ubicaron los encargados de desandar la PiPEF en el trayecto de los 10K (fueron 11,5) y por último, los animadores de la cita complementaria familiar de 1,5K.

Entre los que encabezaban la salida estaban el fueguino Matías Zuloaga y el barilochense Marco Dal Farra, que habían peleado codo a codo los 24K del Ushuaia Loppet; junto a Federico Cichero, que venía de imponerse justamente en los 48K de la exigente contienda efectuada una semana atrás. Dos históricos como Martín Bianchi y Luis Argel, y la presencia del biatlonista Federico Moyano, auguraban una dura prueba y de enorme relevancia.

Federico Cichero y Matías Zuloaga tiraron juntos y se desprendieron del resto del pelotón de punta. El constante andar de ambos hizo que se reflejara una amplia brecha con los demás competidores. Una sólida respuesta de que la Marchablanca es un festejo, pero, a la vez, significa el compromiso y el orgullo por estar en lo más alto. Volaron juntos hasta el final, sin embargo, la apuesta física de Zuloaga y su gran actualidad hicieron la diferencia en el trecho final.

El Hormiga Cichero, último representante de Argentina en Sochi 2014, concluyó en el segundo lugar; mientras que Marco Dal Farra completó el podio de lujo.

“Mati” Zuloaga, que venía de imponerse en las dos fechas FIS realizadas entre semana en la capital provincial, rubricó su grato pasar deportivo en su marcha por el patio de su casa: el valle. Segunda corona en forma consecutiva para el esquiador fueguino que busca el objetivo de arribar a los próximos Juegos Olímpicos de Invierno, que se disputarán en Corea del Sur en el mes de febrero del año entrante.

 

 

Una semana a tope

“Estoy muy contento de llevarme esta edición de la Marchablanca”, comenzó su relato el gran protagonista de la jornada: Matías Zuloaga, quien mantiene intactas sus ilusiones de poder lucir la pechera argentina en los próximos Juegos de Corea, y su entera motivación se ve plasmada en su andar cotidiano. Y en especial, ante su gente. “Sabemos la importancia que tiene esta carrera además de las FIS, donde también me pude alzar con el primer puesto. Estoy muy contento con todos los resultados logrados”, manifestó la joya actual del esquí de fondo de la Tierra del Fuego.

Fue una semana dorada para Matías que dominó las dos pruebas del Campeonato Argentino y además logró el 1 en la cita dominguera. “Me fue muy bien en el sprint y en la distancia, en las carreras FIS”, narró Zuloaga acerca de las competencias FIS. En la prueba de velocidad “me sentí muy bien, tuve un final muy apretado con Marco Dal Farra; y en los 8 Km, que los completé en unos 24 minutos, pude sacar una buena diferencia, y se notó mucho el entrenamiento que venimos haciendo; así que muy contento también por eso”.

Tras la carrera, Zuloaga agradeció el persistente aliento de sus allegados: “A mi familia por el enorme apoyo, a Federico Cichero, que siempre me ayuda con la técnica y los esquíes, y a mi entrenador Sebastián (Menci) que sin él no podría andar de esta manera”.

 

 

Unos 400 esquiadores animaron la 31 edición de la tradicional Marchablanca.