El ministro de Salud de Tierra
del Fuego, Guillermo Ruckauf, se expresó junto a funcionarios de
todas las provincias quienes defienden la jerarquía de la cartera
sanitaria nacional con rango ministerial.
USHUAIA.- A falta de confirmación oficial, desde el Gobierno difundieron un firme repudio a la intención de Macri de bajar la categoría de la cartera de Salud nacional. Advierten que sería «un retroceso institucional».
Se trata de versiones
provenientes del Gobierno nacional de que el Ministerio de Salud de
la Nación cambiaría de rango, desde los Ministerios de Salud de las
distintas provincias de todo el país defienden la jerarquía de
dicho órgano con rango ministerial, en razón de lo siguiente:
Que
eliminar el Ministerio de Salud de la Nación como tal y darle un
rango inferior al mismo constituiría un retroceso institucional
significativo en la búsqueda y consolidación de los objetivos
trascendentes trazados por la ley y la Constitución Nacional en la
ejecución de los planes, programas y proyectos del área para
atender a la población, en especial a los más vulnerables; sino
además tal circunstancia desnuda una perspectiva política que está
al margen de la consideración de la salud como DD.HH. fundamental,
relegando a la misma como bien social de la comunidad.
En
la historia argentina la salud pública apareció como una función
importante del Estado durante la primera presidencia de Juan D.
Perón, quien crea en mayo de 1946 la Secretaría de Salud Pública.
Posteriormente en 1949, con la reforma constitucional, se amplía el
número de ministerios y la Secretaría de Salud Pública se
transforma en el Ministerio de Salud Pública, siendo el primer
ministro Ramón Carrillo. El golpe de estado de 1955 disolvió el
Ministerio de Salud Pública e incluyó sus funciones en el
Ministerio de Asistencia Social, que a su vez fue disuelto ese mismo
año al asumir el poder el presidente de facto General Pedro Eugenio
Aramburu. En 1958, el presidente Arturo Frondizi volvió a crear el
organismo con el nombre de Ministerio de Asistencia Social y Salud
Pública, y en 1966, el presidente también de facto Juan Carlos
Onganía, volvió a disolverlo, para incluir sus funciones en el
Ministerio de Bienestar Social. En 1981, el presidente de facto
Roberto Viola le cambió el nombre por el de Ministerio de Salud
Pública y Medio Ambiente. El 10 de diciembre de 1983 asumió el
presidente Raúl Alfonsín que dispuso la reaparición del Ministerio
de Salud y Acción Social. Posteriormente, en 1999 cuando asume como
presidente Fernando de la Rúa se modifica la ley de ministerios y se
crea el Ministerio de Salud, separándolo del Ministerio de Acción
Social. En 2002, el presidente Eduardo Duhalde unificó dos funciones
para crear el Ministerio de Salud y Ambiente. En 2007, la presidenta
Cristina Fernández desdobló las funciones y volvió a crear el
Ministerio de Salud.
La
planificación global del sector salud y en coordinación con las
autoridades sanitarias de las jurisdicciones provinciales y del
Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con el fin de
implementar un Sistema Federal de Salud, consensuado, que cuente con
la suficiente viabilidad social y sanitaria, sólo se puede lograr a
instancia de un Ministerio de Salud de la Nación fuerte y
organizado, que garantice sin concesiones el proceso
salud-enfermedad-atención en el marco de los planes universales de
salud, la atención primaria, los planes de maternidad e infancia, de
vacunación, epidemiología, discapacidad y rehabilitación, etc,,
poniendo a la persona humana como eje fundamental del sistema,
garantizando la accesibilidad y la calidad de la atención integral
en toda su dimensión.
No existe la posibilidad de coordinación, articulación y
complementación del sistema de servicios de salud estatales del
ámbito nacional, provincial o municipal, de la seguridad social, y
del sector privado, sin que exista un Ministerio de Salud a nivel
nacional que se alce como el rector de las políticas esenciales del
sector tendiente a unificar los criterios sanitarios sustanciales con
la colaboración directa de las provincia y la asistencia de los
programas destinados a los sectores más postergados de la sociedad.