Mantener a Ubeda o reformar los juveniles

BUENOS AIRES (NA) .– La clasificación agónica de la Selección argentina Sub 20 para el Mundial de Corea del Sur, en mayo próximo, abrió un nuevo debate sobre si mantener el proyecto de Claudio Úbeda como entrenador o reformar íntegramente las juveniles, en concordancia con las próximas elecciones.

Como en casi todas las discusiones futboleras, los grupos están divididos entre aquellos que defienden la tradición, más fundamentalistas, y los que se guían por los resultados, porque no faltará aquel que modificará su opinión a partir de la presencia de la Selección en la cita ecuménica.

Pero lo que ocurrió durante estas tres semanas en Ecuador, tuvo un inicio polémico, que no se puede soslayar, a partir de la elección de Úbeda como entrenador, luego de no haber cumplido con la condición que había impuesto la Comisión Normalizadora de AFA: presentar un proyecto.

Fueron 44 carpetas las que llegaron a la sede de Viamonte en los últimos meses de 2016, entre los que hubo presentación de, por ejemplo, César Luis Menotti, uno de los formadores históricos de la Argentina.

Argentina es el país que más títulos Mundiales de esta categoría consiguió, fruto de las vueltas olímpicas de 1979, 1995, 1997, 2001, 2005 y 2007.

Ese oscuro procedimiento, que abrió una ola de rumores que intentó ser desmentida por todas las partes, quedó reflejado en los pobres rendimientos que ofreció la Selección en sus nueve encuentros.

De hecho, desde lo numérico, también se respalda la justeza con la que se logró el pasaje a Corea del Sur 2017. En la etapa clasificatoria, Argentina empezó con dos agónicos empates ante Perú y Uruguay, goleó a Bolivia y -ya clasificado- igualó sin goles ante Venezuela.

La “Celeste” y Ecuador lo vapulearon en el hexagonal final, y, en el resto, siempre necesitó otra vez goles en la agonía del partido para sumar: victoria ante Colombia y empate en el clásico contra Brasil.

El triunfo frente a Venezuela fue, acaso, la mejor versión del equipo de Úbeda, quizás obligado por la situación, pero mostrando una cara ofensiva, con dominio en todos los sectores de la cancha y una presión bien alta.

Poco tiempo juntosLa justificación que bajó desde el cuerpo técnico fueron los 51 entrenamientos que tuvo este plantel desde diciembre, cuando se juntó por primera vez, a diferencia de los 18 meses que tuvo la mayoría de las Selecciones para prepararse.

Pero también pudo haber fallado la captación, porque los tres arqueros (Facundo Cambeses -Banfield-, Ramiro Macagno – Atlético Rafaela- y Franco Petroli -River-) no mostraron las condiciones que otrora se vieron en estos equipos.

Y de hecho no fue por desconocimiento de Úbeda, quien dirigió la Reserva de Racing y conoce a la mayoría de los exponentes categoría 1997/98, que compusieron este plantel.

Pero ahora, con la clasificación en el bolsillo, es el momento de tomar decisiones, de aprovechar el envión y que no ocurra lo mismo que en el último Mundial de Nueva Zelanda, cuando Argentina se volvió en primera ronda con, quizás, la última generación “distinta” del fútbol argentino, según los especialistas en juveniles.

¿Es el momento de ratificar en el puesto a Úbeda en virtud de la pobre imagen que dio la Selección? ¿Hay que hacer una nueva búsqueda para encontrar al refundador de las juveniles de Argentina?

Son todas interrogantes que deberá responder el futuro presidente de la AFA, para aprovechar los 97 días que restan para el pitazo inicial del Mundial de Corea del Sur 2017, donde Argentina quiere volver a ser potencia.

 

Ubeda fue el DT elegido por la Comisión y ahora esta en la mira de todos.