En lo que va del año se hicieron más de 500 denuncias por violencia de género en Río Grande

Hoy por la tarde se realizará “Ni una Menos”, una nueva marcha en contra de la violencia hacia las mujeres. Se trata de una problemática que crece, según las autoridades de la Comisaría de Familia de Río Grande, que recibe por día un promedio de cinco denuncias; y aseguran que los casos se duplican los fines de semana.

RIO GRANDE.- La segunda edición de la marcha contra la violencia de género convocada bajo el lema “Ni una menos” tendrá hoy como escenario principal una movilización a las 17:00 en la Plaza Almirante Brown, donde se espera a una multitud, al igual que en las principales plazas del país.

Durante los primeros cinco meses de 2016 la Comisaría de Familia de Río Grande recibió más de 500 denuncias por violencia de género, un promedio de cien denuncias al mes; y cinco por día. En la mayoría de los casos son agresiones de pareja, que se dan dentro del propio hogar.

Se trata de un significativo aumento, y desde la comisaría ubicada en el barrio Intevu explican que luego de la multitudinaria marcha del año pasado, muchas mujeres se animaron a denunciar. Y también ayudó la gran visibilidad que le dieron los medios de comunicación al tema.

Para mejorar la atención personalizada y asegurar el acompañamiento hasta la salida de la situación de violencia, hace cuatro años se creó ese espacio hacia donde son derivados todos los casos, aunque la línea 101 muchas veces actúa como la primera y más efectiva vía de contacto. Luego, ya en la Comisaría de Familia que dirige la comisario Inspector María Leonor Paloschi, comienza el proceso previo a la formalización de la denuncia y lo extiende en la etapa posterior, en la que interviene el área de seguimiento. Funciona las 24 horas, los 365 días del año.

“Cuando llega una persona por violencia de género a nuestra dependencia, lo que hacemos es recibirla en una oficina a solas, para que nos cuente cuál es su situación”, señala Paloschi y sostiene que si está en situación de vulnerabilidad o en un estado muy ansioso “se le da intervención al área técnica, y cuando ya esté en condiciones, se le recibe la denuncia. Hay algunas personas que quieren ser asistidas y otras que no, directamente van a hacer la denuncia”, reconoce.

“Siempre dependiendo del caso, se hace una denuncia por violencia de género, la cual en forma inmediata se eleva al Juzgado de Familia que esté de turno y a las pocas horas tenemos la medida judicial”. Además “depende de si la denuncia comprende lesiones o amenazas se le da intervención al Juzgado de Instrucción”, agrega.

Para la Jefa de la Comisaria el “Ni una Menos” fue importante para que más mujeres en el último año se animen a denunciar, pero todavía queda mucho por hacer. “A partir de este movimiento creo que se ha tomado un poco más de conciencia de que este flagelo está aumentando y se han incrementado las denuncias”, dice.

Sin embargo, cuando una mujer decide ir a denunciar, sabiendo que una vez denunciado el hecho de violencia momentáneamente no podrá volver a la vivienda donde está el golpeador, tampoco existen refugios en la ciudad para este tipo de casos. “Lamentablemente en este momento no se cuenta con lugares específicos para mujeres golpeadas como para que perdure en el tiempo, pero sí cuando surgen este tipo de denuncias momentáneamente se ubica a estas personas en algún espacio físico determinado, pero es solo por un par de días”, explica el comisario Antonio Olmedo, segundo jefe de la Comisaría.

Luego viene el seguimiento del caso, porque de las 100 denuncias que se reciben en promedio al mes, muchas son casos de violencia que se vuelven a repetir. “En teoría la denuncia debería ser tomada por única vez y el juzgado adoptar determinadas medidas en consecuencia sobre la denuncia, por ejemplo la exclusión del hogar del agresor, una prohibición de acercamiento si no conviven, o una abstención de generar hechos de violencia, cuando los casos son menos graves”, agrega.

Además sostiene que es importante tener en cuenta que la víctima de violencia antes que la medida de restricción de acercamiento caiga, debe presentarse en sede judicial y exponer los motivos por los cuales necesita que esa medida se amplíe en el tiempo, y muchas veces esto no ocurre. “Entonces el excluido, al no tener una nueva prohibición, se vuelve a acercar y muchas veces vuelven las mismas situaciones y posiblemente otra denuncia”, relata Olmedo.
Más que un problema privado

María Alejandra González es una de las dos técnicas en Minoridad y Familia que se desempeña en la Comisaría de Familia, y considera que los motivos por los cuales una mujer se anima a denunciar pueden ser varios. “Generalmente cuando una mujer se anima a realizar la denuncia por violencia de género ya lleva años de aguantar y hasta que no llega a un límite, un desborde o una situación extrema donde corre riesgo su vida, muchas veces perdona y se da el conocido ciclo de la violencia”, cuenta.

“Nosotros intervenimos siempre que hay un hecho donde se ha requerido intervención policial, cuando el equipo se mete en el caso es cuando trabajamos la posibilidad de la denuncia, de sostener la decisión que es lo más importante”, añade.

Asimismo sostiene que en el antes hay promesas de cambios, muchas veces perdonan y también está la dependencia económica. “Son muchas cuestiones que hacen que la persona siga sometida a esta relación. Cuando pasa un hecho es recién cuando deciden ir a la comisaría donde tratamos de mostrarles que hay otra realidad posible, que esto es más que un problema privado y lo importante es el después y mantener la decisión para que no vuelva la incertidumbre”, dice.

El inspector Cristian Maidana asegura que una vez que se superan las dudas y la denuncia llega a la justicia “hay programas familiares que son notificados a las partes para concurrir y tratar de resolver la problemática familiar”, pero que si bien tendría que haber un seguimiento “es muy esporádico que esto ocurra, porque nosotros no podemos hacerlo; el programa existe en la justicia y muchas veces es voluntad de las partes el concurrir”.

Y remarca que el trabajo con otras instituciones es fundamental. “Tenemos un trabajo que llevamos adelante tanto con Gobierno como con la Municipalidad de Río Grande. Quizás lo que nos falta a nosotros lo podemos sustituir con gente del hospital o del municipio que nos brinda mucha ayuda en cuanto al alojamiento a la víctima de violencia hasta que salga la medida, si no tiene familiares o amigos que la puedan contener hasta ese momento”.
Qué hacer si sos víctima de violencia

“El 101 funciona y lo hemos comprobado por testimonio de muchas mujeres”, dicen los responsables de la Comisaría de Familia, quienes sostienen que ante una situación de emergencia se trata de la “mejor herramienta con la que cuentan las víctimas”.

Pero además se pueden dirigir de manera directa a la Comisaría de la Familia que está abierta las 24 horas los 365 días del año en Thorne 2150 (Intevu 10 casa 41) y su teléfono es el 427377.

“Hay que concientizar a las mujeres que no se animan todavía a denunciar y parar un poco esta violencia familiar porque muchas veces es hacia la mujer, hacia los hijos, o también hemos tenido pocos casos pero también ha habido denuncias de agresión hacia el hombre en la pareja; al hombre le cuesta más denunciar, son pocas las situaciones y es más difícil que denuncien por la vergüenza”, dice Maidana.

Paloschi -en tanto- asegura que “hubo muchos hechos durante estos años, hemos llegado a tiempo en un caso donde una mujer que había sido rociada con querosene y se evitó que el marido la prendiera fuego. Desde que se ha creado la Comisaría por suerte no contamos con femicidios registrados”.

Integrantes de la Comisaría de Familia dieron detalles sobre la realidad de la violencia de género en Río Grande.
Integrantes de la Comisaría de Familia dieron detalles sobre la realidad de la violencia de género en Río Grande.