Los elementos incorporados por los peritos fueron mas bien descriptivos de cómo sucedió todo, señalando que posiblemente fue utilizado un calibre 38, con un disparo efectuado a la altura de la nuca.
RIO GRANDE.- Ayer se desarrolló en la sala de audiencias del Tribunal de Juicio Oral la última jornada de declaraciones testimoniales en relación al juicio oral y público contra Roberto Raúl Calderón de 32 años.
Este sujeto es juzgado por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, en relación al crimen de Sergio Quiróz el 17 de junio del año pasado, cuando este recibió un disparo en la cabeza en la zona de Chacra II.
Los últimos en declarar ayer fueron los integrantes de la Policía Científica quienes describieron la recreación de la mecánica del hecho que efectuaron, así como las distintas mediciones realizadas en la escena del hecho, respecto de huellas, rastros y la munición recuperada de la cabeza de la víctima.
Los elementos incorporados por la testimonial de los peritos fueron mas bien descriptivos de cómo sucedió todo, señalando que posiblemente fue utilizado un calibre 38 en el hecho –cabe recordar que no se pudo dar con el arma-, con un disparo efectuado a la altura de la nuca en un ángulo ascendente de 45 grados y a una larga distancia, calculada en más de un metro y medio a la víctima.
La ausencia del arma homicida no permitió a estos testigos vincular directamente al imputado con el hecho, más allá de algunos rastros de pie calzado recuperados en el lugar coincidentes con las zapatillas secuestradas.
Más allá de esto concordaron que la prueba de nitrato fue negativa en el imputado, buscando huellas de deflagración en sus manos, dado que esta solo puede tener un resultado positivo hasta ocho horas después de efectuado el disparo. Calderón se entregó casi 15 horas después del hecho, bañado y cambiado.
Finalmente en la mecánica del hecho coincidieron en que el disparo fue efectuado por la espalda y con Quiróz huyendo del lugar, señalando que el ángulo de la trayectoria de la bala hace creer que la víctima se iba tropezando o levantando cuando fue prácticamente ejecutado.
Un detalle significativo y novedoso fue que los peritos de la Policía incorporaron en su testimonial unos anteojos de realidad virtual, los que fueron utilizados por el presidente del tribunal e incluso las partes, pudiendo recrear allí en 360 grados, la escena del crimen.
Una vez concluida la testimonial los jueces del tribunal pasaron a un cuarto intermedio para este viernes a las 10 de la mañana cuando se estarán conociendo los alegatos de las partes.
