BUENOS AIRES (NA).- El exministro de Planificación Federal Julio De Vido comenzó ayer a ser sometido a juicio oral y público por su presunta responsabilidad en la tragedia ferroviaria de Once, en la que murieron 51 personas producto del choque de una formación.
Sentado en el banquillo de los acusados, De Vido es juzgado por estrago culposo y administración fraudulenta, con lo cual se expone a una eventual condena de hasta 11 años de prisión.
El Tribunal Oral Federal 4 dio inicio al juicio con la lectura de la acusación fiscal contra el exhombre fuerte del gabinete kirchnerista.
El requerimiento de elevación a juicio fue presentado por Ramiro González, quien marcó las falencias del servicio ferroviario así como del mal manejo de los subsidios estatales que recibía la entonces concesionaria TBA.
Luego será el turno de las acusaciones vertidas por las cuatro querellas nucleadas en dos cabezas de acusación.
La Oficina Anticorrupción es querellante en el caso, lo que le permitirá también alegar y pedir penas llegado el momento.
De Vido es defendido por los abogados Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro, luego de que sus anteriores letrados renunciaran el pasado viernes tras años de defenderlo en todas las causas que tramitan en Comodoro Py sobre el exfuncionario, en un último intento por dilatar el inicio del juicio.
Al recinto asistieron junto a los familiares de las víctimas, otras víctimas de hechos de inseguridad como Carolina Píparo o Matías Bagnato, y también el cineasta Juan José Campanella, entre otros.