Jorge Alberto Altieri, visita destacada en la Carpa de la Dignidad

La Carpa de la Dignidad recibió nuevamente a otro de los héroes destacados que ha tenido la historia de la Guerra. Jorge Alberto Altieri, un excombatiente que nació en Banfield pero que vive en Lanús (Buenos Aires). Tiene dos hijos. Pertenece al Centro Argentino de Heridos en Malvinas.

Desde hace años visita Río Grande para participar de la semana de Malvinas.

El exconscripto perteneció al Regimiento de Infantería Mecanizado 7 “Coronel Conde” de la ciudad de la Plata.

En diálogo con El Sureño, Altieri contó que era conscripto en 1981 “y, para el tiempo de la recuperación de las Islas, hacía un mes que había salido de baja”. Por esas cuestiones militares, el 9 de abril -que era Viernes Santo- lo convocaron nuevamente desde el Regimiento con el objetivo de hacer guardia en el sur ya que, según le aseguraron, sólo los soldados que vivían en el sur eran los que iban a viajar a Malvinas.

Esto no fue así y “el martes 13 de abril partimos desde El Palomar hacia Río Gallegos y desde ahí, en un avión de Aerolíneas, nos mandaron hasta Malvinas pero tuvimos que regresar porque había un problema en el aeropuerto. Al otro día volvimos a viajar hasta Malvinas y arribamos el 15 de abril.

Al frente

El 16 los mandaron a Monte Longdon. “Hicimos la marcha con el equipo a cuestas en un terreno que no es muy bueno, es una turba blanda que hacía que nos enterráramos por el peso de las cosas que llevábamos.

En Monte Longdon nos destinaron a cada uno a dormir en una carpa de campaña, teniendo como elementos un poncho impermeable, la bolsa cama, la frazada y otro poncho impermeable encima. Al otro día nos ubicaron en el lugar donde teníamos que estar apostados y hacer las trincheras. Así fueron transcurriendo los días, hasta que empezaron a venir los barcos ingleses, los cuales nos bombardeaban a nosotros y también los aviones.

Nuestro enfrentamiento comenzó el 11 de junio y yo quedé combatiendo hasta la madrugada del 12 hasta las 05:30. En ese momento, nos cayó una bomba que mató a un sargento, hirió a un compañero y a mí en la cabeza”.

La herida le produjo a Altieri pérdida de masa encefálica, del hemisferio izquierdo; “lo que me provocó una hemiplejia del lado derecho. También perdí el ojo izquierdo”.

El último avión Hércules que salió de las Islas el 14 de junio, trajo a Altieri hasta Comodoro Rivadavia. Lo operaron y le aseguraron que no volvería a caminar.

“Cuando estaba en el hospital inconsciente llamaba a mi papá que obviamente es Altieri y daba la dirección de mi casa y el número de teléfono. A causa de mi parálisis facial, mi apellido sonaba parecido a “Galtieri” así que nadie me hacía caso hasta que un sargento de Gendarmería dijo: “Vamos a llamar”. Lo hicieron y atendió mi papá. Ahí se enteraron de mi situación y fueron a buscarme hasta Comodoro. El 29 de junio me llevaron a Campo de Mayo y ahí continué con el tratamiento de rehabilitación donde comencé a caminar nuevamente”. “Beto” tenía 20 años.

“Vengo a Río Grande desde 2004”

Con mucha tranquilidad, Altieri detalló diversos momentos que experimentó. Su relato, por momentos estremecedor, y en otros, muy triste, contó que en Tierra del Fuego los excombatientes son respetados. “Acá vi que la sociedad respeta a los excombatientes, los reconoce. Desde esa primera vez, siempre vine a la Vigilia. Vengo a esta Vigilia porque la prefiero antes que lo que se hace en Buenos Aires porque no es la misma vivencia. Lo que transmite la gente de acá es una experiencia inigualable.

En Tierra del Fuego, a los excombatientes se los trata como héroes, los respetan, los abrazan, los consideran los escuchan y los admiran.

Esta muestra de cariño yo la tomo como un agradecimiento que nos hacen por lo que nosotros hicimos por la Patria. No puedo dejar de venir, porque acá el viento, la bruma que golpea la cara, me hace recordar a Malvinas y revivo los días en que estuve con hambre, sueño, frío y esos recuerdos se sienten en lo más profundo de mi ser acá en Río Grande”.

“No me considero héroe. Para mí, los héroes son los compañeros que quedaron en las Islas Malvinas. Los padres de esos compañeros, también son héroes por haber entregado a un hijo en defensa de la Patria”.

FRASES

“Nunca les hablé mucho a mis hijos de lo que me pasó. Ellos se enteraron viendo la televisión. Imagino que deben estar orgullosos de su padre”.

“Nunca me arrepentiré de haber defendido a mi Patria porque juré hacerlo hasta con la vida y si es necesario, lo seguiré haciendo”.

“El martes 13 de mayo llega el momento de ir a Malvinas. Ese día mi papá me pidió: “Escribinos” y yo le respondí: “No sé si voy a tener tiempo, porque voy a estar peleando allá en Malvinas”.

“En Monte Longdon fuimos atacados por un batallón de unos 500 ingleses y nosotros éramos 60”.

“Una vez, tuve la oportunidad de hablar con el soldado inglés Vincent Bradley que combatió contra nosotros, y me preguntó cuándo me había rendido y yo le dije: “Yo no me rendí ni fui tomado prisionero. La guerra mía continúa, porque a mí me sacaron de Malvinas antes de la rendición. Así que yo sigo combatiendo”.